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El jinete pálido, de Laura Spinney

La gripe de 1918 en su contexto. Enseñanzas para otras pandemias.

25 de septiembre de 2021. Estandarte.com

Qué: El jinete pálido Autora: Laura Spinney Editorial: Crítica Año: 2018 Páginas: 352 Traducción: Yolanda Fontal Precio: 22,90 € (papel), 5,99 € (eBook)

En 1918 otra pandemia sacudió el mundo: la mal (e injustamente) llamada gripe española. La cifra de muertes es, incluso en la versión más positiva, escalofriante: 50 millones; y la negativa la duplica.

Sea cual sea el escenario, la diferencia entre una y otra (el 2,5 o el 5 por ciento de la población mundial en ese momento) refleja que hubo también un grave problema de información y transparencia.

El historiador Terence Ranger lo certificó en 2003: “La brevedad de la pandemia de la gripe de 1919 planteó graves problemas a los médicos de la época […]. Ha planteado graves problemas a los historiadores desde entonces”. Con esta cita comienza su libro El jinete pálido la escritora y periodista Laura Spinney, especializada en temas científicos, y que en esta obra (publicada por Crítica en 2018) realizó un interesantísimo trabajo de documentación e investigación para contar la pandemia con toda su riqueza contextual, subrayando los aspectos biológicos, sociales, geográficos, históricos y culturales.

“El eje central –adelanta Spinney en la introducción– es la historia de cómo surgió la gripe española, se propagó por el planeta y remitió, dejando a la humanidad transformada”.  

Lo primero que hace la especialista es indagar en la historia de la gripe y para ello se remonta a la revolución agrícola hace 12 000 años. ¿Por qué? Porque “una mejor comprensión de sus orígenes podría ayudarnos a identificar los factores que determinan el momento, la extensión y la gravedad de un brote, y también a explicar lo que sucedió en 1918 y predecir futuras epidemias”.

Busca el origen de la enfermedad y recorre su propagación; evidencia diferentes actuaciones y respuestas sociales según países; señala las respuestas médicas y científicas; apunta y explica los cambios de toda índole que acarreó: sanitarios, políticos, sociales, demográficos, artísticos… (por ejemplo, subraya la modernización de sistemas sanitarios y alude a historiadores que apuntan que esta pandemia jugó un papel importante en el fin de la Primera Guerra Mundial y que afectó a las negociaciones de paz).

Y también –y es por lo que en este momento en que sufrimos los estragos del coronavirus nos hemos acordado de este libro– menciona enseñanzas como esta: “[…] no cabe duda de que los medios tendrán un papel crucial que desempeñar en cualquier futura pandemia y también en esto 1918 nos enseña una valiosa lección: censurar y minimizar el peligro no funciona; difundir información veraz de manera objetiva y en momento adecuado, sí”.  

Empezamos diciendo que su nombre, gripe española, estaba mal elegido, pero responde a una circunstancia: España era neutral en la guerra y la prensa no estaba sometida a la censura que sí se dio en otros países para evitar, como cuenta Spinney, que las noticias sobre la gripe minaran la moral de sus poblaciones. Por errores como ese, en 2015 la Organización Mundial de la Salud publicó unas directrices que estipulan que los nombres de las enfermedades no deben hacer referencias a lugares, personas, animales o alimentos concretos.

Este dato es uno de los tantos que sostienen con rigor este libro, y que se arropan en un discurso bien estructurado y narrado de forma atractiva y divulgativa que amplía o acerca el foco, fijándose en grandes escenarios o en historias personales como la del obispo Álvaro y Ballano de Zamora o el médico ruso Yákov Bardakh.

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