La ola, de Suzy Lee

10 de marzo de 2021. Estandarte.com

Una niña en una playa y unas cuantas gaviotas. Unos dibujos sencillos, casi esbozos trazados en dos tonos de acuarela y una historia preciosa: la del encuentro entre esa niña y las olas. Cada doble página es una sorpresa que desborda expresividad, provoca sonrisas y respingos, y deja abierta la puerta a que cada vez que lo hojeemos nuestra imaginación vuele hacia un lado u otro.   

Publicado por Barbara Fiore Editora en septiembre de 2008, recibió el Premio al Mejor Libro Ilustrado por el Gremio de Libreros de Madrid en 2009, y con él su autora Suzy Lee (Seúl, 1974) cumplió su deseo de hacer un libro acerca del mar y las olas. “[…] cuando miramos el mar todos vemos lo mismo, sin que importe la parte del mundo en la que nos encontremos: niños y adultos por igual juegan a perseguir las olas y a escapar de ellas”.

Ante este cuento pasa lo mismo que con las olas, no importa la edad de quien lo coja entre sus manos. En las librerías se coloca en las estanterías dedicadas a literatura infantil, pero el adulto que acompañe al niño por la playa que dibujan estas hojas quedará igual de fascinado por esa niña curiosa y juguetona y por su forma de desafiar a la ola y de hacerse su amiga. Por la felicidad que acompaña al descubrimiento.

La ola forma parte de una triología, con ella están El espejo –agotado en el catálogo de Barbara Fiore Editora– y Sombras. Lee, en la web de la editora, los describe así: “Se centran en los «actos» continuos dentro de un tiempo y espacio determinados. De repente, los personajes principales aparecen, juegan y se van; todo sin causalidad. Son verdaderos personajes superficiales que sólo aparecen para jugar. El breve espacio de tiempo que ocupan los personajes podría haberlo prolongado el libro. Parece como si el libro alargara el tiempo y el espacio en el que tiene lugar el juego y nos muestra las alegrías, los temores, la ansiedad y el entusiasmo de la niña a cámara lenta, uno a uno”.

Se trata de una pequeña-gran joya muda que tiene la magia de los buenos libros, aquellos de los que hay que rodearse. Suzy Lee dice que un álbum ilustrado es una herramienta para jugar; la ausencia de palabras hace que el lector se encuentre como ante un acertijo. Descifrarlo, según la autora, “es posible que sea el momento más creativo de todo el proceso”.