Sawubona, el secreto de Cipri Quintas para el verdadero éxito

15 de abril de 2024. Estandarte.com

Cipri Quintas nos quiere transmitir en su Sawubona. El secreto del verdadero éxito la sabiduría ancestral de las tribus africanas. Sawubona significa literalmente “te veo” pero tiene un sentido mucho más amplio: “yo te respeto, te valoro y eres importante para mí”.

El Sawubona sirve de base para crear tribus unidas y fuertes, en donde el cimiento son las personas comprometidas con el bien común, con la creencia profunda de formar parte de una comunidad y de que el destino de esa comunidad es el destino de uno mismo. Un estilo de vida que, según nos dice Cipri Quintas, conduce al verdadero éxito.

Su Sawubona. El secreto del verdadero éxito intenta transmitir la importancia de la conexión entre personas para los negocios y para el día a día, y la importancia del abandono de las acciones basadas en el interés personal. Cree Cipri Quintas que esta mentalidad tiene aplicación directa a cualquier ámbito de la vida: sociedad, negocio, liderazgo o relaciones personales.

Cipri Quintas se define como “SEO de personas”, puesto que su principal virtud es conectar a personas y empresas, para que entre ellos “pasen cosas”. En la tarjeta que nos entrega muestra su lema Dar sin esperar, recibir y recordar.

Nos recibe en su Silk La Moraleja, un complejo de restauración y ocio en La Moraleja, una de las zonas más exclusivas de Madrid, donde le vemos muy volcado y donde comprobamos que se siente como en casa.

 

Sawubona es el saludo utilizado por una tribu que habla zulú en la región de Natal, en Sudáfrica. ¿Cómo conociste esta tribu y qué te cautivó de su saludo?

Estaba buscando el título del libro, un libro coral que es de mucha gente porque no hay derechos de autor (los entrego a causas benéficas) y porque tengo un equipo maravilloso que me ayuda. Teníamos muchos títulos pero yo siempre he pensado que las personas son buenas por naturaleza, que es algo que me inspira África. Y me encontré con esta tribu que se saluda mirándose a los ojos, poniéndose la mano en el pecho y diciendo sawubona. Y ese fue el título del libro, respetando la grafía del idioma original. Sawubona es "te veo, eres importante para mí, abrazo tus miedos, no te juzgo, te miro a los ojos, a tu altura –ni más arriba ni más abajo–, te abrazo como eres, te respeto".

Lo que me enamoró de esta tribu es que cuando alguien comete un error lo sitúan en el centro y le recuerdan todo lo bueno que ha hecho en su vida. No le reprochan, no le recuerdan el mal que ha hecho –él ya lo sabe-. Es una invitación a volver a la esencia, que es siempre buena. Vuelve a ser protagonista el ser humano, ¡qué magia hay en ello!

Me fascina la idea del fuego en la tribu, los primeros cines. Donde se daba calor, donde se contaban historias, donde se compartía, donde se le daba continuidad al elemento con medida y paciencia...

Y verás que en la portada hay unas lanzas, no para guerrear sino para construir.

 

Siguiendo con esto que podríamos llamar generosidad en sentido amplio, está estudiado –se lo leíamos recientemente a Xavier Marcet– que las empresas donde escasea la generosidad son menos competitivas. Sin generosidad las empresas son ecosistemas mucho más frágiles. ¿Por qué sigue siendo tan necesario hacer hincapié en lo obvio?

Porque se nos olvida, porque pensamos que en el tener está la felicidad. Y cuanto más tienes más carga llevas. Tengo muchos amigos muy ricos que cuando llegan a serlo se dan cuenta de que han perdido gran parte de su vida teniendo. Al tener no se han dado, al no darse se han escondido y al esconderse se han quedado solos. Entonces es cuando piensan que quieren que les digan te quiero, que les abracen... 

 

"Soy un adicto a la oxitocina, la hormona que provoca felicidad y plenitud. Y la mayor fuente de oxitocina es la bondad. Soy bondadoso porque soy adicto a la oxitocina"

 

¿Qué es lo que denominas selfismo y de qué modo nos ha hackeado nuestra brújula vital?

El selfismo es uno de los grandes males a nivel mundial. Las redes sociales lo llevan a lo gráfico. Nuestros perfiles en redes sociales ponen el foco en nuestros miedos, en lo que queremos ser y no somos. El gran ejemplo son los filtros; llegará el momento en que nos mostremos en las redes sociales no como somos sino como queremos ser. Y nos equivocamos, porque ni somos esos ni se nos ve así. Obligamos a la gente a que nos vea de una manera, pero no podemos evitar ser lo que somos. Entonces no abrazamos lo que somos. Si no abrazas lo que eres, no te quieres a ti mismo y si no te quieres a ti mismo no puedes ser feliz, nunca vas a estar asentado. Y ese miedo, ese reproche, lo hacemos espejo con los demás. 

Por cierto, gustarse a sí mismo no es gustarle a todo el mundo, que es lo que buscamos en gran medida con las redes sociales. En mi caso, mi perfil es un "desastre", yo las utilizo para agradecer, para proponer y para poner el foco en los demás.

 

"A tu pregunta de si el selfismo nos ha hackeado, respondería que ha sacado a la luz nuestros miedos, nos muestra como ese yoyó que se enrolla sobre sí mismo"

 

Y siguiendo con un pie en África, ¿cómo se opone el selfismo a la idea de ubuntu?

África nos recuerda muchas cosas, es el origen del ser humano. El ser humano nace en África, antes fuimos negros. Los sistemas tribales nos recuerdan que "si yo estoy bien, tú estás bien". Si tu entorno está lleno de mierda, aunque estés dentro de tu muralla, la putrefacción atravesará esa barrera. Si en nuestro entorno hay pobreza, sufrirás esa pobreza, tú y tus descendientes, en forma de inseguridad, etc.

 

Todo lo que cuentas es muy fácil, desde el éxito y la fortuna. Pero el mundo es cruel, ya lo dice el refrán: piensa mal y acertarás. ¿No propones una filosofía buenista que te deja expuesto y te hace más vulnerable?

La palabra buenismo me pone de muy mala leche. ¡Habrá que aplaudir al buenista! ¿Qué quieres ser buenista o malista? ¿Se es buenista porque quieres un mundo mejor o hablas del bien? Los buenistas son los superhéroes. Los malistas son lo que pierden en las películas. El bien siempre gana. Los superhéroes existen, no son los que salen en las películas, son los que van a ver la película y desean que el bueno gane. Los superhéroes son los que no tienen miedo de mostrar vulnerabilidad.

 

"El término buenista lo inventaron los malistas. O los miedosos. O los gilipollas."

 

¿En qué medida mostrar el bien o decir te quiero es una fortaleza y no una debilidad?

Mostrar el bien y decir te quiero es de una grandeza extrema. Escondemos el amor como si fuéramos tontos. Y lo tonto es renunciar al amor, a abrazar y a decir te quiero. Yo le digo a todo el mundo que no se guarde un te quiero en el bolsillo, porque el día que quieras darlo igual ya lo vas a dar al tanatorio. Cuando el otro está ya en horizontal y no nos escucha.

 

"Cuando sacas los miedos al sol, el miedo muere"

 

¿Qué frontera separa la queja del desahogo?

El que se queja no es acción y el que se desahoga, después de contarlo, avanza.

 

Estamos muy obsesionados por deslumbrar, ¿qué nos propones?

Estamos muy obsesionados con que da igual que sea verdad o no, con que lo importante es lo que piense la gente y cuánto deslumbramos a los demás. En la vida hay que ser fuego que alumbre y no que deslumbre. Cuando tú estás hablando de lo grande y lo poderoso que eres, estás haciendo a los demás pequeños, y los demás no van a querer estar a tu lado. La gente no te sigue así, te alaban, pero alabando no se genera estribo, no se construye nada.

 

"En la vida hay que ser fuego que alumbre y no que deslumbre"

 

Para convencer de dar sin esperar, parece que sigue siendo necesario explicar que al dar, automáticamente recibes. ¿No es contradictorio?

Lo obvio hay que recordarlo. Como hay que recordar a la gente que fumar, emborracharse o ir a 200 km/h es malo.

 

"Tenemos herramientas que nos dan desde niños y las escondemos. Escuchar es una de ellas"

 

Tu clave para el verdadero éxito, lo que has dado en llamar Sawubona, ¿tiene mejor acogida en algún rango de edad determinado, o en personas con situaciones personales, familiares, profesionales o empresariales concretas?

Podría parecer que lo acogen mejor las personas más mayores que con su experiencia validan todo esto. Luego hay otro rango de edad, entre los que están construyendo su vida, a los que les cuesta más trabajo porque les obliga a un trabajo interior y luego hay una franja maravillosa, los grandes maestros, que son los adolescentes. Éstos me dicen que gracias a lo que les digo van a tratar de seguir mostrando lo bueno de las personas, que les dicen que por buscar lo bueno son tontos y se estaban rindiendo...

 

"Ser buena persona es un reto muy duro, diario. Pero generas una red de personas a tu alrededor que no te van a dejar caer. Los hombres de negocios no quieren estar rodeados de tiburones, quieren estar rodeados de buenas personas"

 

¿Qué consejo darías a quienes emprenden hoy una nueva aventura profesional o empresarial, o una segunda carrera profesional, que han de enfrentar sus miedos y creencias limitantes?

Les daría un consejo basado en ciencia primero y luego en experiencia. El corazón tiene cerebro y hay conexiones entre el cerebro y el corazón. Nosotros somos corazón y hay neuronas en el corazón. El corazón mueve la intuición, el enamoramiento, los presentimientos... El corazón manda; que escuchen a su corazón.

 

En algún momento del libro, hablas de espiritualidad. También de algunas personas con una larga tradición de espiritualidad, como pueda ser la Madre Teresa de Calcuta o el dalái lama. ¿Alguna de estas visiones espirituales te inspira de modo más profundo?

Cojamos todas las religiones que han transformado el mundo, las que abrazamos... Estos fueron los primeros influencers, con millones de seguidores y no tenían redes sociales. Y ahora vamos a ver qué siguen estos seguidores que se van heredando. ¿Cuál era su herramienta? El amor. ¿Qué hacían? No tener, dar, caminaban por el mundo sin mochila, no les hacía falta pedir porque les daban. ¿Y por qué les daban? Porque ellos daban amor. El amor es la herramienta más potente del mundo y es lo que el ser humano anhela.

Creo que todas las religiones se podrían resumir en un sólo mandamiento: trabajarás toda tu vida para un entierro inmenso, donde vayan millones de personas, cuantos más vayan con amor contando todas las historias de tu vida, mejor te habrá ido. Y el secreto de que te recuerden es ser buena persona.

 

¿Podríamos acabar afirmando que el éxito es construir tu tribu y cuidarla? ¿Vamos en la buena dirección en una sociedad en la que se disparan los índices de soledad? Hablas en tu libro de Kodokushi, el término japonés para la soledad que mata.

Claro que el éxito es construir tu tribu y cuidarla. Pero la gran pandemia es la soledad, hablo de "la soledad en el estadio": se acaba el partido y estás solo. Hay que construir tribu, no comunidad, no seguidores. 

La solución es volver a sacar el teléfono y en vez de hacernos selfies, hacer fotos de los demás, hacer grandes a los demás, volver a mirar a los demás.

 

"La tribu implica trabajar, caminar, crecer, defendernos, cazar... juntos"

 

Ya sólo nos queda darte las gracias, agradecerte tu tiempo y despedirnos con un sawubona. 

Gracias a vosotros. Shikoba.

 

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Involucrado en el Tercer Sector desde hace más de 30 años, es presidente de la Fundación Alares, está en el Consejo y en el Patronato de varias fundaciones y ONGs. Es empresario, mentor de emprendedores y directivos, escritor, conferenciante internacional, y formador in company. Es un apasionado por la inteligencia relacional, la humanización de empresas, el liderazgo y la comunicación efectiva. Su obra anterior, El Libro del networking, ya ha va por las 17 ediciones y fue vital para acuñar su concepto “networking con corazón”.

Su carrera empresarial se inició a los 18 años, y hoy es consejero del Grupo Silk, fundador y presidente de Valor de Ley, fundador de Tesón y es, además de asesor de varias compañías, business angel.