Sánate tú mismo, de Saki Santorelli

10 de noviembre de 2017. Carlos González Alonso

Sánate tú mismo, de Saki Santorelli no se trata de un libro para aprender a ser Supermán ni ningún otro superhéroe de la saga Marvel; ni del club de los top ten de los gurús del management del siglo XX, ni del XXI. Se trata de un autor con otro discurso. Habla en primera persona del dolor, de la vulnerabilidad, de las pérdidas que nos infringe la vida… Perder un trabajo, una grave enfermedad, la pérdida de capacidades físicas, cognitivas o relacionales… Lo narra, como un camino interior, desde la integración, la aceptación y el desapego. 

Se trata de un relato que habla del ser humano como alguien imperfectamente perfecto, completo desde sus déficits… Alguien que no tiene que aspirar a ser nada más que uno mismo: sin necesidad de seguir ídolos empresariales, ni sociales ni digitales; sin buscar fuera modelos que imitar para completarnos como personas.

En esta sociedad del cansancio donde se ha construido un sistema de explotación económica –así lo llaman los economistas, sistema de explotación- orientado a la eficacia y la eficiencia, y basado en la auto-exigencia permanente a que debemos ser más que nosotros mismos, a que debemos sentirnos permanentemente insatisfechos, a que debemos aspirar a tener siempre más…; “Sánate tu mismo” es un grito profundo y silencioso que nos invita a pararnos y a reconocer en nuestra imperfección nuestra riqueza y distinción: ya somos completos.

No gires tu cabeza. Sigue mirando el lugar vendado porque es el lugar por donde la Luz entra en ti. Saki Santorelli, junto con otros valientes pioneros, inició un viaje hace más de 30 años para ayudar a integrar a las personas esas partes de si mismas que, por no encontrar encaje (inseguridad, fracaso, decepción, miedo…), fraccionaban su energía interior, su luz para los demás, su capacidad de darse y para contribuir. Ese camino, junto a su maestro y compañero Jon Kabat Zinn, lo llamaron mindfulness. Con el tiempo se convirtió en un proceso de aprendizaje llamado MBSR y se acabó convirtiendo en el cfm.

En este libro, íntimo y personal, contando su propia experiencia de lo aprendido con los participantes a los programas del MBSR, comparte claves -desde la potestad que da hablar de lo vivido, que da la coherencia de una forma de vida- sobre cómo aprender a ser más resilientes y trabajar para encontrar nuestra paz interior.

Sánate tu mismo es un libro que te invita. Te invita a explorar dentro de uno mismo, no a imitar a agentes o actores externos; a pararse en un mundo que está cada vez más acelerado; a practicar el desapego hacía el tener y el conseguir porque todo es pasajero; a practicar la compasión y la gratitud como forma de vida porque éste es un mundo lleno de prodigios gracias a las personas (desde tener agua potable hasta recibir un trasplante de médula…).

Una de esas claves es una invitación que ni es pócima ni es app -para desilusión de las tendencias más actuales. Se trata de un secreto a voces: re-encontrarnos con el silencio. El silencio en una mente que rebota de ilusión en ilusión, de emoción en emoción en un carrusel sin fin. Silencio. Pararse. Escuchar dentro. Estar presente. Aceptar. Ser fiel a la verdad. No apegarse al resultado. Flexible en cuerpo y mente. Cuestionar lo que nos han contado sobre lo que es deseable, bueno, mejor… Reformular supuestos básicos para apagar automatismos y reconquistar nuestra soberanía interior. Practicar la compasión y la gratitud.

Sánate tu mismo surge de una experiencia interior: de muchos. De la de Saki y de la de muchos participantes en el programa MBSR en la Universidad de Medicina de Massachusetts. No es por tanto fruto de una reflexión o experiencia naif, o seudo – científica, o inspiracional… Se trata de un punto de encuentro entre la ciencia y el espíritu; un encuentro de aprendizajes de personas que convivían intensamente con el sufrimiento. Si para miles de ellos ha sido un camino liberador, sanador por qué no lo va a ser también para muchos de nosotros que no estamos tan cerca de la muerte, o de la pérdida o de la incapacidad física… como aquellos pioneros del mindfulness.

Aunque la experiencia del MBSR no proviene, ni se ha centrado en la experiencia del mundo organizativo y empresarial, creo que abre puertas para enseñarnos a cómo integrar caminos: crecimiento y rentabilidad y equilibrio, mejora continua y sostenibilidad, fracaso y aceptación…

Hace unos días nos llegaba la comunicación que Saki Santorelli dejaba el cargo como Executive Director of the UMMS Center for Mindfulness in Medicine, Health Care, and Society. Lo leí con cierta tristeza, en cierto modo es una pérdida, y al tiempo como una provocación para seguir avanzando en esta vía de promover la integración, la aceptación, el desapego, la gratitud y la compasión como forma de entender la vida y, por supuesto, también, la vida en las organizaciones.

Gracias Saki por tus investigaciones, tu forma de vivir y tus enseñanzas. (Y gracias a Ana Arrabé haber traído a España el programa MBSR, a Saki y la formación profesional del CfM).

Seguiremos practicando: be present, be flexible, be open. Breath. Silence.

[Este artículo ha sido también publicado en la revista Capital Humano, octubre 2017.]