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Nada es tan terrible, de Rafael Santandreu

Un decálogo para ser más fuerte y más feliz.

11 de abril de 2018. Estandarte.com

Qué: Nada es tan terrible Autor: Rafael Santandreu Editorial: Grijalbo Año: 2018 Páginas: 320 Precio: 16,90 €

Nada es tan terrible, de Rafael SantandreuNo es tan difícil ser un poco más fuerte y bastante más feliz. La receta la tiene el psicólogo Rafael Santandreu, reconocido profesional y autor de best sellers como El arte de no amargarse la vida, publicado por Grijalbo. En estos días presenta, en la misma editorial, Nada es tan terrible, un libro que brota como respuesta a su experiencia personal en consulta. Santandreu relata cómo los pacientes le mostraban su inquietud y “urgencia” de diagnóstico. “Y acabé por decirles a todos: tú lo que tienes es 'terribilitis': la tendencia a calificar de 'terrible' cosas que no lo son”. Y lo razona de esta manera: “cuando te acostumbras a decirte que todo es 'terrible' tienes un mundo emocional así de 'terrible'. Sin embargo, las personas más fuertes y sanas consideran que no hay NADA terrible en esta vida, en el sentido, que serán felices prácticamente pase lo que pase: como Stephen Hawking, el científico en silla de ruedas, que desde hace 40 años no puede moverse y se ha convertido en uno de los mejores científicos de todos los tiempos y, sobre todo, en una persona muy feliz». No está mal para empezar…

Para continuar, unos puntos imprescindibles para todo aquel que, de la mano de Santandreu, decida emprender el camino de la autoterapia hacia la felicidad. Como son diez los hemos ordenado a modo de decálogo, que así se nos quedan mejor. Son estrategias que hay que aprender y cultivar. Nada es tan terrible te explica cómo, pero por si quieres ir practicando, que sepas que hay que aprender a:

1. Rechazar la sociedad de consumo: si tienes comida, agua y vestido para el día, no necesitas más (y vas a ahorrar de lo lindo).

2. No quejarse tanto. Es difícil, dado el país que ha hecho de la queja un arte, pero si tienes a tu disposición sanidad, educación y puedes comprar alimentos y viajar de cuando en cuando… Sé constructivo. Aparca el lamento.

3. Soportar la enfermedad con la mayor alegría posible. No es imposible, aunque a veces lo parezca. Fíjate en los ejemplos de fortaleza que representan Michael J. Fox (con Parkinson); Jessica Long (nadadora y modelo sin piernas); Daniel Álvarez (sordociego directivo de la ONCE).

4. Buscar la felicidad donde estés, sea playa, oficina o montaña, porque son nuestras evaluaciones (nuestra mente) las que nos hacen felices o infelices, no los sitios donde “depositamos” nuestro cuerpo.

5. Huir del sistema escolar: exámenes y obligaciones hacen que los niños aprendan muy poco y lo olviden todo a la velocidad de la luz. Los padres que quieran sacar lo mejor de sus niños harán bien en estimularlos “fuera”: informática, escritura, ciencia…

6. Aprender el «orgullo de fallar». La sociedad idolatra el concepto de “eficacia” hasta el punto de volvernos “temerosos de fallar”: eso nos colapsa y llena de estrés. Sólo cambiando esto de forma radical nos liberaremos del estrés, empezaremos a disfrutar y paradójicamente a rendir como nunca.

7. No darle tanta importancia a la «comodidad». Nuestra sociedad equipara comodidad y felicidad. Es mentira. Un poco de comodidad es buena, pero mucha: ¡es fatal! Porque cada vez que falla algo mínimo ¡nos ponemos frenéticos!

8. Ser feliz en cualquier parte, hasta en la cárcel. El libro contiene una entrevista a Iván, un joven que aprendió a ser muy feliz en la cárcel Modelo de Barcelona. Su testimonio demuestra que podemos ser felices en cualquier caso: ¡a no ser que nos digamos lo contrario!

9. Aprovechar las adversidades para cambiar. Un despido, una ruptura, pueden ser una espoleta de transformación hacia una vida mucho más feliz porque esas situaciones nos golpean y abren la mente. Santandreu habla en el libro del caso de Fiona, una británica con cáncer a la que le queda un año de vida… y exprime sus días a tope.

10. Seguir la regla de las 3P’s. (esta regla es para padres, sobre todo). Para influir en los demás utilicemos el sistema de las 3 P’s: “persuasión”, “pedagogía” y “persistencia”. Cuando gritamos o nos enfadamos, ¿dónde está la “persuasión”, intentar convencer al otro de que el cambio será genial? ¿Dónde queda la “pedagogía”: el método para que el otro aprenda? ¿Dónde la “persistencia”, es decir, el tiempo de ensayo y práctica? Sin las 3p’s nadie puede transformarse. Es como intentar aprender a tocar el piano con cero motivación, sin un método y ¡en una hora!

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