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Los baños de bosque o shinrin-yoku

Los efectos terapéuticos de sumergirse en la naturaleza.

12 de agosto de 2020. Estandarte.com

Qué: El pequeño libro de los baños del bosque Autora: Bettina Lemke Editorial: Maeva Año: 2019 Páginas: 160 Traductora: Eva Nieto Silva Precio: 14,90 €

El pequeño libro de los baños del bosque, de Bettina Lemke. La ciencia del Shinrin-yoku.Shinrin-yoku es una práctica japonesa de conexión con la naturaleza. Su traducción viene a ser algo así como “baño de bosque”, “bañarse en la atmósfera del bosque” o “respirar la atmósfera del bosque” e invita precisamente a adentrarse en un entorno natural –de manera consciente o relajada– para beneficiarse de sus propiedades terapéuticas: fortalecimiento del sistema inmunitario, reducción de la presión sanguínea y del estrés...

La escritora, editora y traductora Bettina Lemke, especialista y apasionada en la cultura oriental, es la autora de esta guía –El pequeño libro de los baños de bosque–, editada por Maeva, que ofrece las claves para conocer y profundizar en esta práctica. Inspirada en las tradiciones sintoístas y budistas, surgió como una iniciativa de la Agencia Forestal de Japón decidida, por un lado, a dar valor a los bosques –que cubren el 67 por ciento de la superficie de Japón– y a cubrir las necesidades de una creciente población urbana sometida a fuertes niveles de estrés.

Según cuenta la especialista en este libro, el método se basa en el conocimiento de que el aire de la naturaleza posee numerosos principios que favorecen la salud: las sustancias fitoncidas. Se trata de moléculas liberadas por los árboles como protección contra los parásitos y con importantes efectos curativos sobre las personas. Por todo ello, desde 1982 el shinrin-yoku forma parte del programa de asistencia sanitaria japonés y su práctica –según cuenta Lemke– “se ha extendido también por los Estados Unidos y por Europa como si fuera un huracán”.

Con un lenguaje y una estructura sencillos y fluidos, Lemke despliega las ventajas de este método y ayuda a ponerlo en práctica con consejos para –por ejemplo– encontrar el lugar más adecuado, potenciar los cinco sentidos, respirar de forma profunda y fluida, ampliar la atención, mirar con las manos, llevarse un poco de la naturaleza a casa (ya sea la de un bosque o una zona arbolada de la ciudad) o realizar ejercicios de mindfulness y yoga. Recoge también información sobre distintos árboles a los que de forma muy expresiva cataloga según sus propiedades: mientras la picea es el árbol benefactor, el tejo es misterioso y protector y el aliso rojo, inquietante y saturado de leyendas. Las citas con las que acompaña su relato reflejan también el amor y la fe en la naturaleza de esta autora. Cerramos con una de ellas: “Los árboles son poemas escritos por la tierra en el cielo”, Khalil Gibran.     

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