La Biblia explicada a través de la pintura

24 de agosto de 2020. Estandarte.com

Prueba de madurez  y autosuficiencia de las sociedades modernas, el laicismo conlleva también alguna pérdida que no ha pasado desapercibida para el historiador del arte francés Gérard Denizeau. Él es el autor de La Biblia explicada a través de la pintura, que ahora publica en España Larousse.

En épocas anteriores –aunque fuera por el contexto religioso de predominio cristiano y siempre con independencia de la fe que profesara cada uno– un gran número de personas sabía detalles de la Biblia y podía reconocerlos e interpretarlos al verlos plasmados en un lienzo. Porque, eso sí, los textos sagrados, así como la mitología, han sido una fuente inagotable de inspiración para creadores y artistas de todas las épocas. Sin las obras que beben directa o indirectamente de estos orígenes, la Historia del arte se quedaría irremediablemente en los huesos. Por ello resulta conveniente, para todo aquel que quiera conocer el arte con algo de profundidad, no desdeñar los numerosos pasajes de la Biblia que han sido reflejados por pintores de los más diversos estilos y escuelas.

Casi todo el mundo reconoce la escena de la Crucifixión, pero ¿quiénes son los personajes representados a los pies de Cristo? O ¿cómo cabe identificar a Judas en una pintura de la Última Cena? O ¿por qué aparece un cordero junto a Isaac cuando el padre del joven, Abraham, se dispone a sacrificarlo? La Biblia explicada a través de la pintura identifica y descifra los símbolos y episodios bíblicos recreados por los grandes maestros para disfrutar en toda su magnitud de sus representaciones pictóricas.

¿O no es mencionar la Creación del Mundo y el pensamiento dirige la mirada hacia lo alto buscando la bóveda de la Capilla Sixtina de El Vaticano (Roma), donde se puede disfrutar la colosal obra de Miguel Ángel? ¿Y cuántas veces se habrá ilustrado el relato de la Torre de Babel –o la expresión a la que dio lugar el mismo– con el óleo de Bruegel el Viejo?

Mediante cincuenta episodios, representados cada uno por una, dos o tres obras que permiten establecer singulares asociaciones, este libro permite redescubrir los relatos míticos de la Biblia y recrearse con algunas de las pinturas más bellas de la historia del arte. Con textos muy didácticos, La Biblia explicada a través de la pintura ofrece una completa y fácil interpretación de los cuadros incorporando además herramientas de gran ayuda como los zooms explicativos.

Tomando por caso la pintura de Rafael que representa la huida de Lot, Sodoma y Gomorra, las primeras páginas que se le dedican son para recordar el fragmento del Génesis donde se narran los hechos acompañado del fresco. En las páginas siguientes se disecciona la pintura y se distinguen cuatro focos de interés: el rostro de Lot; su hija mayor, a quien toma de la mano; la ciudad en llamas al fondo; y la famosa estatua de sal en que se ha convertido la mujer de Lot al echar la vista atrás angustiada, seguramente, por la perdida de las posesiones.

En una época más cercana, se examina también la versión que Paul Gauguin hizo del episodio de lucha que Jacob mantuvo con un ángel. Gauguin lo tituló La visión después del sermón y lo pintó en 1888. En él se localizan cuatro focos también. La mujer de perfil en primer término; el “coro” de mujeres arrodilladas que añaden profundidad; los luchadores que protagonizan la escena y el árbol en flor. En la escena se manifiesta la influencia que el arte de Japón ejercía sobre Gauguin, que no duda en rescatar algunos rasgos y usarlos en su novedosa interpretación del texto bíblico. Del Arca de Noé al Apocalipsis, los grandes temas bíblicos de las más famosas pinturas dejarán de ser inaccesibles, y supondrán un deleite, para cualquier lector que  se interese por La Biblia explicada a través de la pintura.