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Cliffhanger: literatura seriada y electrónica
Una nueva editorial, devota del To Be Continued y el humor.
10 de julio de 2012. Emilio Ruiz Mateo
Qué: Cliffhunger, literatura seriada y electrónica
En Estandarte sentimos predilección por los proyectos que inventan nuevas formas de negocio editorial, por los que entienden el libro electrónico o trazan caminos alternativos a la edición. Es el caso de Cliffhanger, una editorial recién nacida (mayo de 2012) que llega a la red con ganas de hacer ruido. Aunque su sede física esté en Santiago de Compostela, poco importan las coordenadas geográficas en un proyecto que nace por y para la red.
Cliffhanger basa su ideario en la literatura seriada, el humor, los precios bajos (o directamente inexistentes: libros gratuitos) y el anonimato de los autores. Su nombre, “cliffhanger” (literalmente “colgante de un acantilado”), hace referencia a las escenas que, al final del capítulo de una serie de televisión, cómic, película o libro generan el suspense necesario para hacer que la audiencia se interese por la próxima entrega. Las historias seriadas que ofrece Cliffhanger se pueden degustar de dos maneras: se van publicando capítulo a capítulo de forma gratuita en su web, pero también tienes la posibilidad de descargar esos mismos contenidos de inmediato a través de su tienda on-line, por un módico precio (¡entre 2,5 y 3,5 €!). El público al que están dirigidas se enmarca entre los 18 y los 35 años.
Las dos primeras referencias de Cliffhanger son Yo Voté con un Zombi: El Amanecer de los Indignados (curiosa fusión del género zombie con la sociología) y Pornópolis ("¿Qué pasaría si descubrieras que todo el mundo que conoces, incluida tu familia y tus amigos, se dedicaran al porno a tus espaldas? Quizás quisieras unirte a la fiesta, ¿verdad? Pero… ¿Y si además te hubieran elegido como depositario último de la castidad del género humano?").
No podemos hablarte de sus autores, porque uno de los principios de la editorial es no publicitar sus nombres, dando total preferencia a las historias: los autores firman con un código QR. A cambio, en vez de entregar entre el 8 y el 10% de los ingresos, como hacen las editoriales convencionales, Cliffhanger opta por lo contrario: el autor se embolsa entre el 90 y el 92% de los ingresos. Bienvenidos a la red, Cliffhanger, ¡y suerte en la aventura!
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