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Vacuna, inmunización y antídoto: diferencias

Diferencias, similitudes, aplicación y orígenes de estos tres términos.

28 de febrero de 2024. Estandarte.com

Qué: Vacuna, inmunización y antídoto: qué son y para qué sirven

Diferencias: vacuna, inmunización, antídoto, antígenos...Es fácil caer en el error y aplicar a los términos vacuna, inmunización antídoto una “misión” que no es la suya. Antídoto y vacuna sólo tienen una cosa en común y es la de poner remedio a una situación peligrosa para la salud, pero ninguno de los dos tiene capacidad para entrar en el campo del otro; mientras que la inmunización, como vamos a ver, mantiene lazos con la vacuna.

Empezamos con vacuna y su curioso origen. El término vacuna viene del latín vacca (vaca). Su historia se remonta a los estudios de finales del siglo XVIII del médico británico Edward Jenner. Este trabajaba en un entorno rural y observó que las mujeres que ordeñaban las vacas apenas padecían de viruela o lo hacían de manera muy leve y solo con algunas ampollas en las manos, en un momento en que esta infección –una de las enfermedades más letales de la historia de la humanidad– causaba más de 400.000 muertes al año solo en Europa. El médico decidió inocular la viruela bovina en humanos y comprobar su efecto protector. Funcionó. Fue Louis Pasteur, un siglo después, quien decidió que el término vacuna –extendido a todas las inoculaciones de protección– reconocería el trabajo de Jenner.

En su diccionario, la RAE describe vacuna en su tercera acepción como «grano o viruela que sale a las vacas en las tetas, y que se transmite al ser humano por inoculación para preservarlo de las viruelas naturales» y en la quinta, «preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa».

Al hablar de antídoto, nos referimos a una voz que viene del latín antidǒtus, que a su vez lo tomó, como tantas otras, del griego antídotos. Y que, según el Diccionario de la lengua española, se refiere a un «medicamento contra un veneno» o una «medicina o sustancia que contrarresta los efectos nocivos de otra». Como sinónimos, se pueden señalar antitóxico, antiveneno o contraveneno. Pero no vacuna, como apunta Fundéu: «el concepto de vacuna no tiene nada que ver con el de antídoto: los antídotos no previenen enfermedades o infecciones, sino que actúan contra intoxicaciones».

Llega el turno de la inmunización, la acción y efecto de inmunizar o de hacer inmune, también de origen latino. Y con él, de inmunidad, definida desde el punto de vista médico y biológico como: «estado de resistencia natural o adquirida, que poseen ciertos individuos o especies frente a determinadas acciones patógenas de microorganismos o sustancias extrañas» (diccionario de la RAE).

Visto todo esto, ¿podemos hablar de vacuna e inmunización como si fueran sinónimos? Hay diferencias. La explicación de Fundéu es muy clara: «Los términos vacuna e inmunización no son sinónimos, sino que por medio de la administración de una vacuna es posible conseguir la inmunización».

Y terminamos con una interesante precisión de la Fundéu: «[…] el término inmunización se usa a veces también como sinónimo de vacunacióna pesar de que el primero es más amplio que el segundo, por lo que resulta recomendable no confundirlos en ámbitos médicos. Sí resulta adecuada esta equivalencia en algunos contextos, como “en la denominación de los programas nacionales de vacunación/inmunización de algunos países”, ya que en estos casos se está haciendo referencia a un programa responsable de la vacunación mediante estrategias de inmunización».

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