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Las reglas de uso de la coma

Ese signo que separa, modula, explica y, a veces, confunde.

03 de marzo de 2024. Estandarte.com

Qué: la coma, usos y reglas

La coma: usos y ejemplosJames Joyce escribió todo un capítulo del Ulises sin una sola coma, creando un vertiginoso ritmo, no fácil de seguir; en su En busca del tiempo perdido, Proust abusó de ella en largos párrafos de frases subordinadas, marcando una lenta, lentísima cadencia. Ambos escritores, y no son los únicos, hacen un arma de este minúsculo elemento, que ellos usan o evitan a su antojo (igual que con otros signos) cuando transitan con entera libertad por el mundo literario.

La coma marca el ritmo creativo, pero también modifica y transforma el significado de lo que se dice o escribe.

No, viene muy contento, es totalmente contrario a No viene muy contento.

Carmen, la pintora y Asunción irán al teatro; reserva las entradas, no es lo mismo que Carmen, la pintora, y Asunción irán al teatro; reserva las entradas.Cambian las comas, cambian las personas y, claro, cambian las entradas.

Y del Perdón imposible, que cumpla su condena al Perdón, imposible que cumpla su condena, hay un antes y un después para aquel reo que se salvó gracias a un traslado de la coma atribuido –sin demasiados visos de verosimilitud– al emperador Carlos V.

Alfonso, canta es un imperativo que nada tiene que ver con el indicativo Alfonso canta.

Y así se podría seguir contemplando en textos y titulares como un simple desplazamiento adquiere un protagonismo esencial.

La coma tiene funciones bien definidas, con reglas destinadas a conseguir una escritura clara, ordenada y libre de errores gramaticales. Dice la RAE que la coma es un signo de puntuación que marca una pausa breve en el enunciado y que se escribe pegada al signo o palabra anterior y separada por un espacio del siguiente. Además, explica: “Aunque en algunos casos el usar la coma en un determinado lugar del enunciado puede depender del gusto o de la intención de quien escribe, existen comas de presencia obligatoria en un escrito para que este pueda ser leído o interpretado correctamente.” Veamos, ahora, algunos de los usos y normas más comunes, ya que hacerlo con todos precisaría mucho más espacio:

–Delimita incisos que pueden servir para explicar: Elena, la mujer de mi hermano Juan, es una gran periodista; adjetivar: los niños, nerviosos, empezaron a reír; para comentar o precisar: La reunión, a pesar de su tardía convocatoria, fue un éxito. En estos casos la coma se puede sustituir por guiones o paréntesis.

–Separa los elementos de una enumeración: El estuche contenía tres lápices, una goma y un sacapuntas, con la conjunción y ante el último elemento cuando es una relación completa, pero usando la coma cuando es incompleta: Tenía grandes cualidades: simpatía, inteligencia, bondad, alegría… En este supuesto se suele terminar con puntos suspensivos, con etcétera –o su abreviatura– o con punto final.

–Separa los sustantivos con vocación de vocativos cuando se usan para aludir al interlocutor: Niños, tened cuidado con los patinetes.

–Separa el sujeto de los complementos verbales cuando el verbo está mencionado con anterioridad, lo que hace innecesaria su presencia: El coche de Alberto es gris; el de María, verde.

–Separa oraciones que empiezan con adverbios de función distributiva o disyuntiva, como bien, ora, ya:  Compraremos las entradas, bien por internet, bien en taquilla.

–No es necesaria para separar el complemento circunstancial, pero es recomendable si ese complemento es muy extenso: Estaban tan encantados con aquella casa bien situada, amplia y llena de luz, que la compraron sin dudar; o si aporta información que afecta a toda la oración: En mayo del 68, los estudiantes franceses unidos a los intelectuales y trabajadores iniciaron un esperanzador movimiento.

–Es obligatoria delante de excepto, salvo menos: Come casi de todo, menos pollo. También lo es en oraciones adversativas encabezadas por pero, mas, aunque, sino: Haz lo que quieras, pero luego no te quejes; en las consecutivas lideradas por conque, así que, de manera que…: Tú te empeñaste en llevar esa enorme mochila, así que no pretendas que te ayude. Por el contrario, se escribe detrás de esto es, es decir, a saber, ahora bien, sin embargo y otros similares: Sin embargo, no conseguía convencerlos a pesar de sus excelentes argumentos. Ahora bien, si estas expresiones van en medio de la oración se pondrán entre comas: Venía bien pertrechada para el frío, es decir, con botas, pasamontañas, guantes y abrigo forrado.

Y ahora pasamos a lo negativo. No se pone coma detrás de pero, ni para separar expresiones como menos… que o tanto…como, ni entre el sujeto y el verbo, excepto cuando el sujeto es una enumeración que termina en etcétera y cuando tras el sujeto se abre un inciso. Tampoco debe aparecer delante de y, ya que su función es enumerar elementos por lo que no tiene sentido la duplicidad. Sin embargo, hay ocasiones donde se pueden combinar para facilitar el entendimiento del texto. En Las 500 dudas más frecuentes del español encontramos ejemplos clarificadores:

Cuando se une a un elemento que no es el que le precede: Ayer estuvieron en casa Diego y Juan, y ninguno de los dos me preguntó por ti.

Cuando y es el comienzo de un inciso: No me cae nada bien, y él lo sabe, su “queridísima” hermana.

Cuando y es la primera palabra tras un inciso: Van a actuar Vicky, a la que ya conoces, y Patri.

Recordemos, sin embargo, que la coma es optativa –se pone o no al gusto de cada cual– cuando equivale a pero: Le avisaron, y no acudió; cuando todos los elementos de una enumeración empiezan con la conjunción: Cambié los muebles de la habitación, y puse el sofá debajo de la ventana, y la mesa contra la pared, y las butacas alrededor de la camilla; cuando une dos oraciones coordinadas y la primera es muy extensa: Querías hacerle uno de esos regalos de los que es imposible olvidarse, y no le gustó.

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