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Luis María Ansón y los SMS
El periodista comienza una cruzada por el cuidado del idioma en TV.
03 de marzo de 2011. Emilio Ruiz Mateo
Qué: Propuesta de Luis María Ansón a las televisiones
Luis María Ansón ha iniciado una cruzada a favor de contratar correctores de estilo para los mensajes SMS que aparecen en las televisiones. Todos estamos ya acostumbrados a ver barbaridades varias en esos mensajes que “adornan” los programas, una nueva manera que las cadenas utilizan para hacer caja gracias al bolsillo del televidente, al que parece no importarle pagar con tal de ver su comentario en el televisor. No sabemos si el señor Ansón seguirá a rajatabla las normas de la nueva Ortografía de la lengua española, pero sí que es un gran defensor del buen uso de la lengua, lo que le ha llevado a lanzar este desafío a las televisiones españolas, en su artículo Los SMS desafían al idioma, publicado el 28 de enero de 2011 en El Cultural.
Nosotros creemos, a diferencia de Ansón, que la sintaxis y ortografía de los mensajes SMS (una alteración de la oficial, motivada por economía de tiempo y dinero) es una realidad aceptable, un registro de la lengua (como las jergas y otros muchos fenómenos) que la Real Academia Española debería considerar, estableciendo unos límites y consejos. Pero lo cierto es que, mientras esto no exista, consideramos la propuesta de Luis María Ansón una opción que merece al menos un estudio. Es cierto que el nivel de lectura de un usuario de la lengua es proporcional a su buen uso del lenguaje. Si tenemos en cuenta que más del 50% de lo que se escribe en nuestro país corresponde ya a los SMS, al menos según los estudios consultados por Ansón, no parece ninguna bobada tratar con cuidado esos textos. Contar con la labor de correctores de estilo, que si bien no convirtieran esos SMS en una lección de lengua, al menos evitasen grandes incorrecciones, nos parece una buena idea. Otra cosa es que sea ilusa e improbable, como bien sabe cualquier lector de periódicos: cada vez se prescinde más de ellos en los medios. Hace años era una rareza encontrar faltas de ortografía en los periódicos; hoy, es el pan nuestro de cada día. Estamos con usted en esto, señor Ansón.
Comentarios en estandarte- 4
1 | Manuel
08-03-2011 - 18:53:00 h
No estaría nada mal que también se contratasen correctores en muchos periódicos y, sobre todo, en organismos públicos. El len guaje políticamente correcto es una auténtica aberración desde el punto de vista filológico, histórico, y lingüístico.
Es la primera vez, que yo sepa, en que un gobierno pretende dictar normas lingüísticas. Ni el imperio romano hizo tal cosa.
2 | deirdreh
09-03-2011 - 10:50:21 h
Hombre, será una jerga, pero no veo por qué debe llevar faltas de ortografía, que no vienen motivadas por la economía de ningún tipo sino por la extrema incultura que reina en España... Una b y una v ocupan el mismo espacio, e incluso he visto colarse muchas H que no corresponden, que son un caracter extra...
3 | Eduardo Arcuri Márquez
09-03-2011 - 21:30:52 h
Es importante considerar que la rapidez de la escritura en medios de transmisión modernos (como los correos electrónicos), no debe atentar contra las reglas idiomáticas. Mucho menos se puede permitir que en nombre de esa rapidez, los periódicos impriman notas con errores sintácticos y ortográficos o los locutores de radio y/o TV se expresen de modo bárbaro. Estoy de acuerdo en que se considere la actualización de los correctores de estilo para sanear estos inconvenientes y, de ese modo, salvar las reglas del idioma. Creo que así, se podrá evitar la proliferación de lunfardos regionales y de estatus sociales que solo sirven para no entendernos cuando hablamos o leemos en español.
4 | Maite
10-03-2011 - 13:51:09 h
No entiendo que Ansón se rasgue las vestiduras por la ortografía de los SMS. Más valdría que su batalla se centrase en conseguir que los libros de autores prestigiosos publicados por editoriales supuestamente respetables pasasen OBLIGATORIAMENTE por las manos de un corrector de estilo. Están llenos de faltas de ortografía, de frases indescifrables y de chapuzas tipográficas.
La literatura de calidad merece ser corregida con esmero. Pero ¿para qué ocuparse de los SMS televisivos que son pura basurilla? Incluso veo cierta coherencia en escribir mal lo que mal está...