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La hache, por qué y cuándo usarla

Una letra casi siempre muda, pero que dice mucho.

23 de septiembre de 2024. Estandarte.com

Qué: La letra hache (h)

El uso de la letra H“La letra h es el único grafema del abecedario español que en el español estándar no representa ningún fonema. Así pues, en la mayoría de sus usos, constituye un mero signo gráfico carente de correlato fónico, de ahí que habitualmente se hable de «hache muda» […], en oposición a los casos excepcionales en que este grafema se pronuncia con aspiración (o con valor de /j/) en los que tradicionalmente se habla de «hache aspirada» […]. (Ortografía de la lengua española. Real Academia Española).

Si no se pronuncia o como mucho se aspira, ¿por qué no eliminarla? La respuesta no admite vacilaciones y sí alega muchas razones. Es una letra especial que no se rige por normas estrictas –en algunos casos “casi obliga” a rebuscar en el diccionario antes de trasladarla al papel– y que ha llegado a nuestros días sorteando con éxito los “hachazos” que pretenden echarla – sin hache– de nuestra escritura. Enriquece y personaliza nuestra lengua y ofrece poderosas razones para quedarse:

- Tiene una larga historia etimológica:

Bebe de aquellas voces latinas con presencia de la hache tanto inicial como interna (exhibir de exhibēre, o hiedra de hedēra), aunque –aquí aparece otro de sus rasgos peculiares– otras veces la incluye pese a no estar en la palabra de origen (hinchar de inflāreo henchir de implēre), o toma el puesto de la g inicial (hermano de germānus, o helar de gelāre).

Porque la encontramos en un numeroso número de palabas en las que la aspiración de la efe inicial latina típica del español medieval se transforma en hache (hago de fago o harina de farina).

En su origen se acerca al griego en aquellos términos que empiezan con hemi, hidro, heme, hiper, hemo, hedo, hege como hegemonía, hipermercado o hemeroteca; pero también lo hace al inglés, francés o árabe, por poner ejemplos de lenguas cercanas, con palabras como hurra, hangar o almohada, respectivamente.

 

- A veces no es tan muda:

Habitualmente es muda, pero también hay ocasiones en las que se aspira como en la lengua de la que viene (hándicap, dirhan, hámster); otras veces, como sucede en Andalucía, Extremadura, Canarias y zonas de América, la aspiración se transforma en jota (jaca, antes haca del francés antiguo haque; o jalear y jaleo a partir de la interjección hale) o las utiliza por igual (hondo y jondo o hipido y jipido).

 

- Ayudó a la u a reconocerse como vocal:

La hache va siempre delante de los diptongos ua, ue, ui, y su uso consolidado  “[…] es herencia –leemos en Ortografía de la lengua española– de la costumbre antigua de indicar con ella  que, en esas voces, la u era vocal y no consonante. Esa práctica se inició en  épocas en que los grafemas u y v no tenían aún diferenciados sus usos y ambas podían representar tanto el fonema vocálico /u/como el consonántico /b/; así, para evitar que  una grafía como ueso (del lat. ossum ‘hueso’) habitual en el español medievalse leyera erróneamente /béso/ en lugar de /uéso), se comenzó desde antiguo a escribir una h delante de la u para indicar su valor vocálico, diferenciándose de este modo de los casos en que tenía valor consonántico como en uelo (hoy velo, del lat. velum), que al ir sin h, se leería necesariamente /bélo).”

 

- Porque, como algunas tildes, tiene valor diacrítico:

Y sirve para distinguir el significado de palabras que suenan igual: huno, uno; hojear, ojear; hola, ola; asta, hasta…

 

Son tantas y tantas las variantes que presenta esta letra a lo largo de los tiempos que, ante la duda, solo vale el diccionario o acudir a alguna de las notas orientadoras que ofrece nuestro libro de referencia (Ortografía de la lengua española). ¿Cuándo hay que poner la hache? He aquí algunos ejemplos:

* Delante de los diptongos ua, ue, ui: huérfano, deshuesar, con algunas excepciones como fideuá, saharaui…

* Delante de ia, ie al comienzo de la palabra: hielo, hiato… salvo en voces formadas con la raíz de origen griego iatro: iatroquímica (rama histórica de la ciencia que enlazaba la química con la medicina) o iatrogenia (condición física o mental adversa inducida a un paciente por efectos indeseables o lesivos del tratamiento, como la quimioterapia que puede causar caída del cabello, náuseas, etc.).

* En las palabras que empiezan por herm, histo, hog, holg, horm, horr y hosp: hermafrodita, histología, hogareño, holgado, hormigón, horror, hospedar… Excepción: ermita y sus derivados.

* En palabras que empiezan con hum seguida de vocal: humilde, humano, humor…

* En las voces que comienzan con elementos de raíz griega comohectárea, helicóptero, hemorragia, heterodoxo, hexágono, hidráulica, hipódromo, homeopatía, homogéneo…

* La tienen algunas interjecciones entre las que aparecen hurra, huy, hola, ah, oh, bah…

* Y no puede faltar después de la ex inicial: exhalar, exhausto, exhibir, exhumar, exhortar y todos sus derivados.

* En cambio, no la llevan las que empiezan en alb o alv: albacea, albañil, albaricoque, alveolar, alverja… Ni las que comienzan por el término griego exo (fuera) como exoesqueleto, éxodo, exótico o exorcismo.

 

Para terminar con sus excepcionalidades, puede aparecer o no –sin riesgo de cometer faltas ortográficas– en un gran número de palabras entre las que recordamos armonía-harmonía; desarrapado- desharrapado, sabiondo-sabihondo; arpa, harpa… Eso sí, a la hora de elegir es aconsejable inclinarse por la primera opción, esto es, sin hache.

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