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La expresión 'ojo al parche'

¿De dónde viene esta curiosa expresión? ¿Y 'oído al parche'?

21 de marzo de 2024. Estandarte.com

Qué: Las expresiones 'ojo al parche' y 'oído al parche'

¡Ojo al parche! ¡Oído al parche!Cuando decimos ¡ojo al parche! estamos queriendo dar énfasis a una advertencia, a una noticia, a lo que vamos a comunicar. Pero, ¿cuál es su origen?, ¿lo estamos usando correctamente?, ¿se ha convertido en una muletilla? Y puestos a preguntar, ¿qué tienen que ver un ojo y un parche con la exigencia de atención?

Esa última pregunta incita a rebuscar en diccionarios e historia, a bucear en las definiciones que de la palabra parche da el Diccionario de la RAE, sumergirse en los variados significados que tiene este término y tratar de entender por qué tenemos que poner la mirada en un parche, cuando, en general, su misión es tapar, adornar o disimular. Veamos:

Parche

Del fr. ant. parche 'badana, cuero', y este del lat. Parthĭca [pellis] '[cuero] de Partia'.

1. m. Pedazo de tela, papel, piel, etc., que se pega sobre una cosa, generalmente para tapar un agujero.

2. m. Trozo de lienzo u otro material semejante que contiene un medicamento y se pone sobre una parte determinada del cuerpo.

3. m. Círculo de papel untado con pez o trementina y adornado de cintas, que como suerte de lidia se ponía en la frente del toro.

4. m. Cada una de las dos pieles del tambor.

5. m. tambor (‖ instrumento musical).

6. m. Cosa sobrepuesta a otra y como pegada, que desdice de la principal.

7. m. Especialmente en la pintura, pegote o retoque mal hecho.

8. m. coloq. Solución provisional, y a la larga poco satisfactoria, que se da a algún 

problema. No ponemos más que parches y la situación empeora.

Lo cierto es que no parece que ninguna de estas acepciones explique esta asociación de ojo y parche como forma de pedir atención.

¿Entonces? La busca de respuesta lleva al encuentro de otra expresión, oído al parche, que sí tiene más sentido, por eso de que oír se puede ligar al tambor y a las dos pieles que lo conforman, por su carácter de elemento musical.

Y así es. Se trata de una frase de origen militar que nada tiene que ver con lienzos, medicamentos, adornos, sobrepuestos o pegotes, sino con el sonido y con el conocimiento que la tropa debe tener sobre el significado de los distintos toques del tambor.

¡Oído al parche! era una orden que daban los mandos intermedios para que todos estuvieran extremadamente atentos y siguieran las instrucciones marcadas por el redoble de tambor. Un redoble que según los toques preestablecidos podría significar atacar, retirarse, disparar… Y no hay duda de que en esos momentos, escuchar era vital.

Esta es su historia, una historia donde no hay constancia del momento en que el oído fue sustituido por el ojo. ¿Pudieron influir las imágenes de aquello piratas con un ojo tapado?, no se sabe. Lo cierto es que hoy es muy poco (por no decir nada) corriente escuchar oído al parche y no hay duda de que la vista se ha impuesto y que ojo al parche se ha convertido en una llamada que –aunque de rebote– está totalmente asociada a una petición expresa de atención sobre lo que se quiere comunicar.

La costumbre se ha impuesto a la lógica y no parece que sea fácil rescatar el término original,  pero al menos su sucesor no causa confusión y al escucharlo se sabe bien lo que se esta reclamando.

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