Portada > Noticias > Autores > Ursula K. Le Guin: la escritora que embarazó a un rey
Ursula K. Le Guin: la escritora que embarazó a un rey
Fue nombrada miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras en el 2017.
27 de noviembre de 2024. Iván de la Torre
Qué: Biografía de Ursula K. Le Guin.
Úrsula K. Le Guin (1929-2018) comenzó a publicar en 1962, cuando su cuento Abril en París fue aceptado en la revista Fantastic, poco después, apareció su primera gran trilogía de novelas (El mundo de Rocannon (1966), Planeta del exilio (1966); y Ciudad de Ilusiones (1967), que dan comienzo al Ciclo de Hainish, historias situadas en los mundos que integran la confederación de Ekumen.
Dos de los mejores libros de Le Guin transcurren en ese escenario: La mano izquierda de la oscuridad (1969) y Los desposeídos (1974). La mano izquierda de la oscuridad narra la historia de Genly Ai, un diplomático humano en el planeta Gueden, un sitio donde las personas no son hombres ni mujeres porque solo asumen los atributos de uno de los dos sexos cuando están por reproducirse.
La autora confesó: “Escribí el libro desde el punto de vista de un hombre, prisionero de su virilidad. Escribí ese libro para trascender el género y mostrar que la humanidad no está en el sexo, ni en uno ni en otro (y también por el placer de escribir esa frase: ‘El rey estaba embarazado’). Pero el género es tan importante para nosotros… Muchas sociedades siguen articuladas con la idea de que la mujer existe para servir al hombre. También quise mostrar un mundo sin guerras. La mano izquierda de la oscuridad, como sucede con toda novela en sus inicios, comenzó siendo una imaginación, una especie de visión o imagen, de dos personas que arrastraban una pesada carga a través de una vasta extensión de nieve. Así, desde este punto de vista, el libro fue el proceso mediante el cual fui descubriendo quiénes eran esas personas, por qué estaban allí, dónde quedaba ese sitio, y adonde se dirigían. También qué sexo tenían, y en qué época actuaban”.
Los desposeídos, por su parte, contrasta dos formas de organización social, por un lado, una sociedad capitalista opresora y, por el otro, una utopía sin clases sociales inspirada en el anarquismo: “Comenzó como un cuento corto. Cuando releí el primer borrador me pareció tan espantoso que pensé en dedicarme a la construcción, la costura o a jugar al golf: actividades que, sin duda, haría mejor que escribir. Sin embargo, en ese relato había una persona que trataba de surgir. Un par de años después, cuando hube leído todo el material sobre anarquismo que ese sujeto necesitaba, pude escribirle su libro”.
La escritora Rosa Montero no dudó en elogiar el trabajo de Le Guin: “Los mundos de Ekumen son una especie de federación humana compuesta por más de ochenta planetas. Son relatos que, más allá de ese marco común, no tienen que ver unos con otros; cada novela es una obra completa en sí misma, compuesta de innumerables, sutiles, poderosas capas expresivas. Porque los libros de esta autora son, en primer lugar, narraciones absorbentes que no puedes dejar de leer, como si te llevaran anillada de las narices. Pero además contienen estupendos retratos psicológicos, densos trasfondos políticos y filosóficos, gran fuerza simbólica. Y todo en un lenguaje limpio y bello”.
En paralelo a su obra de ciencia ficción, Le Guin desarrolló una saga fantástica ambientada en Terramar formada por Un mago de Terramar (1968), Las tumbas de Atuan (1971) y La costa más lejana (1972), donde los magos obtienen su poder sobre la gente y los objetos cuando conocen “su verdadero nombre”.
Sobre el origen de la serie, la escritora confesó: “En aquella época todos los magos eran, básicamente, Merlín o Gandalf. Hombres viejos, con sombreros puntiagudos y barbas blancas. Pero éste iba a ser un libro para gente joven. Bien, Merlín y Gandalf tenían que haber sido jóvenes alguna vez, ¿verdad? Y cuando eran jóvenes, cuando eran unos críos estúpidos, ¿cómo aprendieron a ser magos? Ahí estaba mi libro. Para ser el hombre que puede llegar a ser, Ged, el protagonista, tiene que averiguar quién y qué es su verdadero enemigo. Tiene que averiguar lo que significa ser él mismo. Eso no requiere una guerra sino una búsqueda y un descubrimiento. El descubrimiento le trae la victoria, esa clase de victoria que no es el final de una batalla sino el comienzo de una vida”.
Le Guin remarcó un detalle importante que marca su compromiso personal para acabar con los prejuicios: “Ged es de un marrón cobrizo y su amigo Algarrobo es negro. Estaba yendo en contra de la tradición racista, comprometiéndome, pero lo hice silenciosamente y pasó prácticamente desapercibido”.
En paralelo a su trabajo para adultos, entre 1979 y 1994, la escritora publicó 11 libros ilustrados para niños, entre ellos la serie Los alagatos y la novela El lugar del comienzo.
Finalmente, en 1990, Le Guin cedió a la petición de sus lectores y volvió al universo de Terramar con la novela Tehanu, donde les dio mayor protagonismo a las mujeres: “Los tres primeros libros fueron escritos casi completamente dentro de una tradición épica-heroica, la cual era, en ese momento, una tradición muy masculina. Dentro de ella, yo escribí, contenidamente, como un varón honorable. Yo tenía la intención, y la expectativa, de concluir la saga con un cuarto libro que completaría la historia de Tenar. Pero no pude hacerlo. Sabía que Tenar no había terminado sus estudios con el maestro Ogion, que se había ido, se había casado con un granjero y había tenido hijos, pero no sabía por qué había hecho eso. Por eso no pude escribir su libro. Me llevó 17 años darme cuenta cómo había sido su historia. Si en esos años yo no hubiera aprendido de las feministas, nunca habría hallado la razón por la cual Tenar rechazó el poder masculino y halló su propio poder como mujer. No pude escribir el cuarto libro hasta que no me encontré a mí misma y descubrí mi propio poder como mujer y como escritora mujer. Lo cual significa: como un ser humano completo. En Tehanu se dice que el poder de los sabios de Roke es imperfecto. Como sabio, Ged tenía todo lo que podía tener excepto una cosa: su virilidad. Los sabios de Roke eran célibes porque pensaban que su poder dependía de su castidad. Como ellos despreciaban a la mujer, despreciaban la sexualidad. Pero las mujeres de Terramar tenían ambas cosas: hechicería y sexualidad. Los hombres buscaron el equilibrio, pero lo hicieron en forma equivocada. Cuando Ged usó todo su poder para vencer a un gran mal, el gran mago se convirtió en un hombre común, ya no era un sabio. Y por lo tanto ya no había razón para permanecer célibe. Y él pudo abrir su corazón a la mujer que habría amado si hubiera podido hacerlo mucho tiempo antes. Él entregó su poder y a cambio le fue dada la dulzura de su vida, cosa que nunca había conocido. Lo triste es que Ged fue engañado acerca de que no se puede tener el poder verdadero y el amor verdadero al mismo tiempo. ¡Pero finalmente tuvo primero uno y luego el otro!”.
Entre el 2004 y el 2007, la escritora publicó una nueva trilogía llamada Anales de la Costa Occidental, formada por las novelas Los dones (2004), Voces (2006) y Poderes (2007).
Como reconocimiento a su trabajo, Le Guin fue honrada con una Medalla por Contribución Distinguida a las Letras Estadounidenses en el 2014 y nombrada miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras en el 2017.
La escritora murió el 22 de enero de 2018 en su casa de Portland, a los 88 años.
Comentarios en estandarte- 2
1 | Luz María Mikanos
01-08-2024 - 02:21:42 h
Muy interesante las perspectivas paralelas y a la vez desde algún punto el encuentro de ambas. No he leído nada de esta autora, Pero tu reseña, De La Torre, me ha despertado enorme curiosidad. Gracias por incluir tbn esto artículos sobre distintos autores.
2 | Ivan
01-08-2024 - 16:35:40 h
Muchas gracias, querida Luz, tus palabras siempre son un estímulo para mi trabajo!