Una placa para Bolaño en el Raval

11 de abril de 2015. Estandarte

El Ayuntamiento de Barcelona ha colocado una placa conmemorativa en el número 45 de la calle Tallers. Con ella se recuerda la época en la que el escritor Roberto Bolaño, autor de Los detectives salvajes y 2666, vivió en un humilde piso de este bloque, situado en el barrio del Raval. El estudio, con baño compartido, se convirtió en la primera residencia de Roberto Bolaño a su llegada a España, en 1977.

Al descubrimiento de la placa, el pasado 8 de abril, asistieron representantes del ayuntamiento, familiares de Roberto Bolaño —su hijo resaltó la emoción que el acto habría despertado en su padre— y amigos del escritor. Antoni G. Porta, con quien Bolaño firmó Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, evocó sus visitas al piso de Bolaño en la calle Tallers, donde descubrió la pasión por la literatura del chileno.

Roberto Bolaño tenía veinticuatro años cuando aterrizó en Barcelona; se unió, en su exilio, a su madre y su hermana. Sobrevivía escribiendo y traduciendo, y gastaba sus ahorros en los comercios cercanos a la calle Tallers. En el Raval fumó, tomó café y leyó de forma incansable, erigiendo una de las obras en castellano fundamentales de la época reciente.

Bolaño vivió en la calle Tallers hasta 1980, cuando se mudó a Girona; posteriormente recaló en Blanes. Los lectores más mitómanos suman hoy otra parada obligatoria, junto a la placa en el Raval, en la ruta de santos lugares bolañescos.

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