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Ramón Gómez de la Serna, alquimista de la palabra y arquitecto de la modernidad literaria española

El creador de las greguerías que revolucionó las letras españolas con su vanguardismo irreverente y su genio proteico.

12 de septiembre de 2025. Berta Nacimiento Arteaga

Qué: Biografía Ramón Gómez de la Serna.

Ramón Gómez de la Serna y Puig (Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963) representa una de las figuras más singulares y revolucionarias de la literatura española del siglo XX. Conocido simplemente como "Ramón", este escritor vanguardista transformó para siempre el panorama cultural español con la creación de las greguerías, la fundación de la legendaria tertulia del Café Pombo y una obra prolífica que abarca más de un centenar de libros.

Su vida y obra constituyen una ruptura radical contra las convenciones literarias y sociales de su época, convirtiéndolo en el principal introductor de las vanguardias europeas en España y en precursor de tendencias que no se consolidarían hasta décadas después.

 

Infancia y primeros años, la forja de un temperamento revolucionario

Ramón nació el 3 de julio de 1888 en el número cinco de la calle de las Rejas de Madrid (actual número siete de la calle Guillermo Rolland), hijo de don Javier Gómez de la Serna y Laguna, abogado liberal y funcionario del Ministerio de Ultramar, y de doña Josefa Puig Coronado, sobrina de la escritora Carolina Coronado. Al ser bautizado en la iglesia de San Martín se le impusieron los nombres de Ramón Javier José y Eulogio, aunque él siempre prefirió la sencillez del primer nombre.

Su infancia transcurrió entre mudanzas motivadas por la carrera política de su padre y las vicisitudes económicas familiares. Pasó sus primeros años jugando por la plaza de Oriente, acompañado de su tía Milagros, hasta que la familia se trasladó primero a la calle de la Cuesta de la Vega y posteriormente a la céntrica calle de Corredera Baja de San Pablo. En 1898, tras el desastre colonial y el cierre del Ministerio de Ultramar, su padre obtuvo una plaza de registrador de la propiedad en Frechilla (Palencia), donde Ramón viviría tres años internado en el Colegio de San Isidoro.

La experiencia provinciana fue determinante para forjar su carácter rebelde. Como confesaría más tarde a su amigo Miguel Pérez Ferrero: "Mi infancia y, aun mejor, mi adolescencia fueron atroces". Esta confesión, que Ferrero consideró clave para comprender su personalidad, explica en gran medida su posterior afán de evasión hacia mundos fantásticos y su permanente actitud iconoclasta.

En 1900, la familia regresó a Madrid instalándose en la calle Fuencarral, donde Ramón continuaría sus estudios en el Colegio de los Padres Escolapios. Ya a los catorce años mostró su precoz vocación literaria fundando una publicación artesanal titulada El Postal, Revista Defensora de los Derechos Estudiantiles, llena de dibujos, secciones diversas y escritos elaborados mediante métodos de impresión artesanales que demostraban un talento excepcional aunque una notoria falta de ortografía.

 

Evolución como escritor, del modernismo a la vanguardia

En 1903, tras finalizar el bachillerato, su padre le regaló un viaje a París que resultaría decisivo para su formación literaria. Este primer contacto con la capital cultural europea le descubrió las vanguardias que más tarde introduciría en España. Al regresar se inscribió en la Facultad de Derecho, aunque ya entonces su vocación literaria era evidente.

Su debut literario llegó en 1905 con Entrando en fuego: santas inquietudes de un colegial, financiado por su padre y publicado en Segovia. Tenía apenas diecisiete años cuando apareció este libro que ya contenía los gérmenes de su estilo futuro. En 1908 publicó Morbideces, obra que contenía los principios de lo que se considera su estilo maduro y donde se retrataba a sí mismo en su propia juventud.

El momento decisivo llegó en 1909 cuando su padre fundó la revista Prometeo, que Ramón dirigiría hasta 1912. Desde esta publicación tradujo el Manifiesto futurista de Marinetti y comenzó a difundir las vanguardias europeas. En esta época conoció a la escritora Carmen de Burgos, "Colombine", con quien iniciaría una relación que marcaría profundamente su vida personal y literaria.

 

Influencias decisivas en la obra de Ramón Gómez de la Serna

La formación de Ramón se nutrió de múltiples fuentes que supo sintetizar de manera original. Su estancia en París le puso en contacto directo con el cubismo, el dadaísmo y el surrealismo. Conoció personalmente a figuras como Apollinaire, Modigliani, Picasso y otros representantes de la vanguardia europea que influirían decisivamente en su concepción artística.

La tradición literaria española también dejó huella en su obra, especialmente los autores barrocos como Quevedo, cuyo conceptismo revivió en las greguerías, y Lope de Vega, de quien adoptó la fecundidad creativa y la capacidad de renovación constante. El espíritu de Larra, con quien compartió sepultura (Ramón Gómez de la Serna y Mariano José de Larra están enterrados en la misma sepultura en el Panteón de Hombres Ilustres de la Sacramental de San Justo, ubicado en Madrid), también está presente en su obra como modelo de escritor comprometido con la modernización cultural de España.

 

Principales obras publicadas de Ramón Gómez de la Serna. La construcción de su universo literario

Greguerías, de Ramón Gómez de la SernaEntrando en fuego: santas inquietudes de un colegial (1905) 
Su primera obra publicada, escrita a los diecisiete años, ya mostraba su capacidad para la introspección psicológica y el análisis de estados de ánimo. Aunque juvenil, anticipaba temas que desarrollaría a lo largo de su carrera.

Morbideces (1908) 
Segundo libro que estableció las bases de su estilo maduro. La obra exploraba estados psicológicos complejos con una prosa innovadora que rompía con el realismo decimonónico. Supuso su primera ruptura consciente con las convenciones literarias.

El libro mudo (Secretos) (1911) 
Experimento vanguardista que anticipaba las técnicas del arte conceptual. La obra consistía en páginas en blanco con títulos sugerentes, forzando al lector a participar activamente en la creación de significados.

Greguerías (1917) 
La obra que consagró su creación más original y duradera. Las greguerías, definidas por él mismo como "humorismo + metáfora = greguería", revolucionaron la prosa española. Se trata de aforismos vanguardistas que captan la realidad desde perspectivas insólitas y poéticas.

El Rastro (1915)
Considerado uno de sus libros fundamentales, constituye un retrato lírico y vanguardista del famoso mercado madrileño. La obra combina descripción costumbrista con técnicas narrativas experimentales, convirtiendo un espacio popular en territorio poético.

El circo, de Ramón Gómez de la SernaEl circo (1917) 
Libro dedicado al mundo circense que tanto fascinaba a Ramón. Su experiencia juvenil como empresario de circo se transforma aquí en materia literaria, explorando la teatralidad como metáfora de la existencia.

La sagrada cripta del Pombo (1924)
Crónica de la legendaria tertulia que fundó en 1914 en el Café Pombo. La obra documenta la vida intelectual madrileña de los años veinte y constituye un testimonio insustituible de la bohemia literaria española.

Los ismos (1931) 
Ensayo fundamental donde analiza y clasifica las vanguardias europeas, desde el cubismo al surrealismo. La obra constituye una de las primeras síntesis críticas de los movimientos de vanguardia y demuestra su papel como introductor de estas corrientes en España.

Automoribundia (1948) 
Su autobiografía más completa, donde aplica su técnica narrativa experimental al relato de su propia vida. El título, neologismo típicamente ramoniano, sugiere la mezcla de vida y muerte que caracteriza toda existencia.

El incongruente, de Ramón Gómez de la SernaEl incongruente (1922)
Novela que desarrolla uno de sus temas predilectos: la inadaptación del individuo moderno a las convenciones sociales. El protagonista encarna el espíritu anticonformista que Ramón defendió toda su vida.

La mujer de ámbar (1927)
Novela que explora la psicología femenina a través de técnicas narrativas vanguardistas. La obra muestra su capacidad para combinar experimentación formal con penetración psicológica. Ambientada en Nápoles, narra la historia de amor y pasión entre Lucía, una napolitana, y Lorenzo, un español que es el alter ego del propio autor. La obra se caracteriza por su sensualidad mediterránea y sus imágenes deslumbrantes, y es considerada una de sus novelas más apreciadas por la crítica.

Los medios seres (1929) 
Es una obra teatral, una "farsa fácil en un prólogo y tres actos" que se estrenó el 7 de diciembre de 1929 en el Teatro Alcázar de Madrid. La obra fue publicada ese mismo año por El Teatro Moderno y también por Prensa Moderna.

 

La tertulia del Café Pombo, el laboratorio de la modernidad

La tertulia del café Pombo, ilustrada por José Gutiérrez SolanaEn 1914, Ramón fundó la tertulia del Café Pombo que se convertiría en el centro neurálgico de la vanguardia española. Celebrada los sábados por la noche en el sótano del local situado en la calle Carretas, la tertulia atrajo a artistas, escritores y intelectuales como José Gutiérrez Solana, quien inmortalizó la escena en su famoso cuadro La tertulia del Café de Pombo.

La tertulia funcionó ininterrumpidamente hasta 1936, convirtiéndose en punto de encuentro obligado para quienes querían conocer las últimas tendencias artísticas europeas. Ramón comprendió tempranamente que "en el escalafón literario español de la época era importante abrir una tertulia y situarse a la cabeza, como quien es jefe de una tribu o funda un partido político", tal y como escribió el propio Gómez de la Serna.

 

Últimos años y muerte de Ramón Gómez de la Serna en el exilio argentino

Al estallar la Guerra Civil, Ramón se encontraba en Madrid y, pese a haber fundado la Alianza de Intelectuales Antifascistas, decidió trasladarse a Buenos Aires en 1936, donde residía su hermana. Allí se casó con Luisa Sofovich, escritora argentina que se convirtió en su compañera inseparable.

Sus últimos años estuvieron marcados por problemas de salud y dificultades económicas. Argentina le concedió una modesta pensión de 5000 pesos en 1962, complementada por un premio de la Fundación Juan March gestionado por su esposa. Su salud se deterioró progresivamente debido a la diabetes y una flebitis que le obligaba a usar insulina.

Ramón Gómez de la Serna murió el 12 de enero de 1963 en Buenos Aires, tras una larga agonía, en compañía de su esposa Luisa Sofovich. Sus restos mortales llegaron a Madrid el 23 de enero del mismo año.

 

Importancia de sus obras y legado

Ramón Gómez de la Serna fue uno de los grandes renovadores de la literatura española del siglo XX. Su papel como introductor de las vanguardias europeas resultó fundamental para la modernización de las letras españolas. La greguería, su invención más perdurable, influyó en generaciones posteriores de escritores y poetas, desde la Generación del 27 hasta autores contemporáneos.

Su concepción experimental de la literatura anticipó tendencias que no se consolidarían hasta décadas después. Su uso de la fragmentación narrativa, el collage textual y la mezcla de géneros prefiguró técnicas que serían centrales en la postmodernidad. Como señala Felipe Benítez Reyes: "Cuando abrimos un libro de Gómez de la Serna parece que abrimos la puerta, rotulada con luminotecnia, de un cabaret de variedades".

 

Diez greguerías memorables con referencias a sus fuentes

  1. "La leche es el agua vestida de novia" - Greguerías (1917)

  2. "Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte" - Greguerías (1917)

  3. "Los pulpos son los guantes del mar" - Greguerías selectas (1919)

  4. "Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia" - Novísimas greguerías (1929)

  5. "Como daba besos lentos, duraban más sus amores" - Ramonismos (1927)

  6. "El ladrido es una risa al revés" - Total de greguerías (1953)

  7. "La O es la I después de beber" - Greguerías (1917)

  8. "Escribir es que le dejen a uno llorar y reír a solas" - Greguerías (1917)

  9. "En la vida hay que ser un poco tonto porque si no, lo son sólo los demás y no te dejan nada" - Automoribundia (1948)

  10. "Lo más importante de la vida es no haber muerto" - Total de greguerías (1953)

 

Ramón Gómez de la Serna permanece como una figura irrepetible de la literatura española, cuya obra continúa fascinando por su capacidad de transformar lo cotidiano en extraordinario a través de la palabra. Su legado trasciende el ámbito literario para convertirse en una lección sobre la capacidad del arte para renovar la percepción de la realidad. Como él mismo escribió en una de sus más célebres greguerías: "Los genios son los que dicen mucho antes lo que se va a decir mucho después". Ramón dijo mucho antes lo que la literatura española tardaría décadas en asimilar completamente.

 

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