Multan a escritores por cobrar su pensión

15 de enero de 2016. Estandarte.com

Los escritores españoles que sumen a su pensión de jubilación el cobro de derechos de autor, así como otros pagos derivados de su actividad como escritores —artículos, conferencias, etcétera—, están siendo penalizados por la Seguridad Social, a raíz de la reforma de las pensiones del año 2013. Según recoge hoy Peio H. Riaño en El Español, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social considera «incompatible cobrar una pensión e ingresar por una actividad que supere el salario mínimo interprofesional», en torno a los 9.080,40 euros.

Este hecho afecta a artistas, escritores y músicos, en relación a estos ingresos puntuales —cobro de derechos de autor, pago por conferencias y recitales, premios a una obra en concreto—, aunque no a galardones que reconocen toda una trayectoria. Es decir: los derechos de autor obtenidos gracias a los libros que se publiquen únicamente se podrán disfrutar antes de la jubilación.

Después de ella, los ingresos por las ventas de los libros suponen un problema no solo para los autores que decidan seguir escribiendo, sino también para quienes decidan seguir... ¡cobrando! Resulta paradójico, sin embargo, que la ley permita que los herederos puedan cobrar los derechos de sus antepasados, independientemente de su situación profesional, o que un escritor jubilado pueda recibir ingresos por un piso alquilado. Si los ingresos superan el salario mínimo interprofesional —que en 2016 ascenderá a 9.172,80 euros—, los escritores afectados perderán su pensión de forma temporal, o deberán enfrentarse a una multa. Algunas de ellas han llegado a fijarse en 100.000 euros.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social está ya investigando a algunos escritores españoles de referencia, en un proceso que está afectando tanto a autores vivos como a las viudas de los ya fallecidos. La Asociación Colegial de Escritores cuenta que han sido multados José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas y Eduardo Mendoza, y que en la actualidad defienden a doce escritores, entre ellos Antonio Gamoneda y Javier Reverte, además de muchos otros menos conocidos.

Las asociaciones de artistas presentaron el pasado mes de noviembre un manifiesto ante el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, y en la plataforma Change.org se están impulsando hasta tres recogidas de firmas con diferentes destinatarios. Esta situación de los escritores contrasta con un hecho, hasta dentro de cierto punto, similar: los ejecutivos jubilados de bancos, empresas energéticas y de telecomunicaciones suman a sus pensiones de la Seguridad Social otras pagadas por sus antiguos empleadores.