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José Hierro: un poeta de la memoria y la esperanza
La voz de la resistencia y la poesía del siglo XX en español. La palabra como testimonio de una generación marcada por la guerra y la reconstrucción.
01 de febrero de 2025. Estandarte.com
Qué: Biografía de José Hierro

José Hierro del Real, nacido en Madrid el 3 de abril de 1922, es considerado una de las voces más representativas de la poesía española de posguerra. Su vida y obra estuvieron marcadas por las experiencias de la Guerra Civil y la posguerra, lo que influyó profundamente en su poesía, caracterizada por su intimismo y su carácter testimonial.
Aunque nació en Madrid, la infancia de José Hierro transcurrió principalmente en Santander, donde su familia se trasladó cuando él tenía apenas dos años. Esta ciudad sería fundamental en su formación y en su posterior obra poética, impregnando sus versos de paisajes y nostalgias marinas.
Durante su juventud, Hierro comenzó a mostrar interés por la literatura. Su primer poema, titulado Una bala le ha matado, fue publicado en 1937, en plena Guerra Civil. Este hecho marcó el inicio de su carrera literaria, que se vería interrumpida por los acontecimientos históricos que estaban por venir.
El legado de José Hierro es fundamental para entender la poesía española de la segunda mitad del siglo XX. Su obra, que evoluciona desde la reivindicación testimonial hacia un planteamiento más colectivo y existencial, ha influido en generaciones posteriores de poetas.
Además de su obra poética, Hierro dejó un importante legado como crítico de arte y colaborador en diversos medios de comunicación. Su archivo personal, que incluye manuscritos, correspondencia y otros documentos, se conserva en Madrid, abierto al público para su consulta.
La evolución de José Hierro como escritor
La trayectoria de Hierro como escritor estuvo profundamente influenciada por sus experiencias vitales. Tras el final de la Guerra Civil, fue detenido y encarcelado, permaneciendo en prisión hasta 1944. Este periodo de reclusión fue crucial para su formación literaria, ya que fue allí donde comenzó a interesarse de forma sistemática por la literatura. Al salir de prisión, Hierro se trasladó a Valencia, donde se dedicó a escribir y colaboró en diversas publicaciones. Participó en la fundación de la revista Corcel junto a José Luis Hidalgo, lo que le permitió entrar en contacto con otros poetas y escritores de la época.
En 1946, ya de vuelta en Santander, Hierro se relacionó con el grupo "Proel", que editaba una revista poética del mismo nombre. Este contacto fue fundamental para la publicación de su primer libro de poemas, Tierra sin nosotros, en 1947.
Las influencias en la obra de José Hierro
La poesía de José Hierro se nutrió de diversas influencias. Por un lado, su experiencia personal durante la Guerra Civil y la posguerra marcó profundamente su obra, dotándola de un carácter testimonial y, a menudo, dolorido. Por otro lado, su contacto con otros poetas de la época, como los miembros del grupo "Proel", enriqueció su estilo y su visión poética.
Aunque su obra se ha vinculado parcialmente con tendencias como la poesía desarraigada y la poesía social, junto a autores como Dámaso Alonso, Carlos Bousoño, José Luis Hidalgo, Blas de Otero o Gabriel Celaya, la poesía de Hierro ocupa una posición tan destacada como difícilmente clasificable en la literatura de la posguerra.
Principales obras publicadas de José Hierro
A lo largo de su carrera, José Hierro publicó numerosas obras poéticas. A continuación, se presentan sus principales libros con su año de publicación:
1. Tierra sin nosotros (1947): este primer poemario marca el inicio de la carrera literaria de Hierro. En él, ya se pueden apreciar los temas que serán recurrentes en su obra: la memoria, la pérdida y la nostalgia.
2. Alegría (1947): publicado el mismo año que su primer libro, Alegría le valió a Hierro el Premio Adonais. Este poemario supuso una afirmación de su voz poética y una muestra de su capacidad para encontrar belleza incluso en las circunstancias más adversas.
3. Con las piedras, con el viento (1950): en este libro, Hierro continúa explorando temas como el amor y la naturaleza, siempre con un trasfondo de melancolía y reflexión sobre el paso del tiempo.
4. Quinta del 42 (1952): este poemario le valió el Premio Nacional de Poesía, y es considerado por el propio Hierro como una obra dedicada a "la de los que llevaban sobre sus hombros la pesadumbre de la guerra". Representa un hito en su carrera, consolidando su posición como una de las voces más importantes de la poesía española de posguerra.
5. Estatuas yacentes (1955): en esta obra, Hierro explora nuevas formas poéticas, experimentando con el verso y la estructura de los poemas.
6. Cuanto sé de mí (1957): este libro marca un punto de inflexión en la obra de Hierro, mostrando una mayor madurez poética y una profundización en temas existenciales.
7. Libro de las alucinaciones (1964): considerada una de sus obras más importantes, en este poemario Hierro introduce elementos oníricos y surreales, explorando nuevas formas de expresión poética.
8. Agenda (1991): tras un largo silencio editorial, Hierro regresa con este libro que muestra una evolución en su estilo, incorporando elementos más experimentales y una mayor complejidad formal.
9. Cuaderno de Nueva York (1998): su última gran obra, considerada por muchos como su mejor libro. En él, Hierro ofrece una visión poética de la ciudad de Nueva York, mezclando elementos autobiográficos con reflexiones sobre la cultura y la sociedad contemporáneas.
Una vida literaria que conquistó numerosos reconocimientos
A lo largo de su extensa y fructífera carrera, José Hierro se consolidó como una figura imprescindible en el panorama de la poesía contemporánea. Su obra, caracterizada por esa profunda sensibilidad e inconfundible estilo lírico, le valió el reconocimiento tanto del público como de la crítica especializada. En efecto, el talento y la originalidad de Hierro fueron premiados en numerosas ocasiones, lo que se refleja en la amplia colección de galardones y distinciones que recibió a lo largo de los años. Entre los más destacados se encuentran:
- Premio Adonais (1947) por Alegría.
- Premio Nacional de Poesía (1953) por Quinta del 42.
- Premio de la Crítica (1958, 1965 y 1999).
- Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1981).
- Premio Nacional de las Letras (1990).
- Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1995).
- Premio Cervantes (1998).
- Premio Pluma de Oro (2011).
Estos premios consolidaron la posición de Hierro como uno de los poetas más importantes de la literatura española del siglo XX.
El poeta al que el Premio Cervantes sorprendió charlando con estudiantes
El día que le concedieron el Premio Cervantes a José Hierro, en 1998, se encontraba dando una charla sobre poesía a los alumnos de un colegio madrileño. Esta anécdota refleja su pasión por compartir la poesía con las nuevas generaciones.
Los últimos años de José Hierro
En sus últimos años, José Hierro continuó activo en el mundo literario y cultural. A pesar de sufrir una enfermedad respiratoria que le obligaba a moverse con una botella de oxígeno, mantenía una agenda activa y seguía participando en charlas y eventos literarios. No era difícil encontrarle en las cafeterías de la Avenida Ciudad de Barcelona y alrededores, cerca de su domicilio de la calle Fuenterrabía, acompañado de un café y una libreta en la que escribía.
José Hierro falleció el 21 de diciembre de 2002 en Madrid, a los 80 años de edad, a consecuencia de una insuficiencia respiratoria. Su muerte fue ampliamente lamentada en el mundo cultural español, y recibió numerosos homenajes póstumos.
Poema Llegada al mar, de José Hierro
Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Y he vuelto. Quiebro con mis piernas
tu serena cristalería.
Es como ahondar en los principios,
como embriagarse con la vida,
como sentir crecer muy hondo
un árbol de hojas amarillas
y enloquecer con el sabor
de sus frutas más encendidas.
Como sentirse con las manos
en flor, palpando la alegría.
Como escuchar el grave acorde
de la resaca y de la brisa.
Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Era en otoño, y en otoño
llego, otra vez, a tus orillas.
( De entre tus ondas el otoño
nace más bello cada día. )
Y ahora que yo pensaba en ti
constantemente, que creía…
( Las montañas que te rodean
tienen hogueras encendidas.)
Y ahora que yo quería hablarte,
saturarme de tu alegría…
( Eres un pájaro de niebla
que picotea mis mejillas. )
Y ahora que yo quería darte
toda mi sangre, que quería…
(Qué bello, mar, morir en ti
cuando no pueda con mi vida.)
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