Cuestionario: Javier Cercas

15 de octubre de 2012. Estandarte

Javier Cercas acaba de publicar Las leyes de la frontera (Mondadori), otro de esos artefactos literarios que pocos como él rematan tan bien: facilidad de lectura, complejidad en los personajes, argumento que juega al despiste y nos encadena (con gusto) a la lectura… Es difícil, muy difícil empezar a leer Las leyes de la frontera y no acabarlo casi sin darnos cuenta.

Hemos querido conocer un poco más a Javier Cercas, especialmente en lo que tiene que ver con la pasión por los libros, y para ello le hemos sometido a nuestro Cuestionario Estandarte, en el que descubrimos su vocación frutrada de tenista o el poder milagroso de sus libros...

¿Cuántos libros lee al año?
No tengo ni idea: depende de los meses; y sobre todo de los libros. De todos modos, soy un lector muy lento, especialmente si el libro me gusta.

Sea valiente. Confiésenos alguna lectura pendiente que le sonroje admitir.
Para confesar eso no hace falta ser valiente: de adolescente creía que podría leer todos mis libros, pero hace ya tiempo que sé que eso es imposible. También es imposible que me sonroje admitir que no he leído determinado libro, porque yo no leo los libros por obligación sino por devoción. De todos modos, un libro que sé que me gustará y que nunca encuentro tiempo para ponerme a leer son las Memorias de Saint-Simon.

¿Qué libro le habría gustado escribir?
El que todavía no he escrito.

¿Recuerda el primer libro que leyó?
No.

¿Cómo ordena los libros de su biblioteca?
Alfabéticamente y por autores, cuando los ordeno.

¿Cuál es su lugar ideal para leer?
Cualquiera, incluido debajo de una mesa.

¿Y para escribir?
Mi despacho.

Se lo rogamos, responda a esta absurda pregunta: hay una inundación y todos sus libros van a morir, ¿qué tres salvaría?
El Quijote, la obra completa de Kafka y la obra completa de Borges.

¿Tiene lector de ebooks? ¿Le gusta el libro electrónico?
No sé si me gusta o no, porque tengo uno pero no lo uso.

Recuerde alguna anécdota curiosa que haya tenido con algún lector.
La última (y una de las más halagadoras). Al terminar una entrevista en televisión, un cámara me dijo que La velocidad de la luz era el libro que más le había gustado en su vida. Le dije que muchas gracias. Él añadió que tenía un problema de visión o de lectura -no sé si era disléxico- y que, a pesar de ello, había leído ese libro de un tirón; al parecer era la primera vez en su vida que le ocurría. Así que fue al médico y le preguntó si el milagro lo había producido el libro o si es que se había curado. El médico le preguntó qué libro había leído y él se lo dijo. “Ha sido el libro”, contestó el médico.

¿Qué está leyendo estos días?
La última novela de John Irving: In one person.

Si no hubiese sido escritor, ¿qué le habría gustado ser?
Tenista.