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Jack Vance: el carpintero que escribió más de 60 libros
Un apasionado lector que se convirtió en un referente de la mejor ciencia ficción.
01 de mayo de 2025. Iván de la Torre
Qué: Biografía del escritor Jack Vance

Jack Vance (1916-2013) fue un apasionado, en su niñez, de Edgar Rice Burroughs, Julio Verne y Lord Dunsany, autores que tendrían un gran impacto en su obra; al terminar la secundaria, al no poder pagar la universidad, viajó por toda Norteamérica realizando trabajos ocasionales hasta establecerse como carpintero.
A diferencia de muchos autores del género que comenzaron su carrera siendo prácticamente adolescentes, Vance publicó The World-Thinker, su primer cuento, casi a los 30 años, y lo que caracterizó su trabajo desde el comienzo fue su capacidad para inventar sociedades extraterrestres complejas, describiendo, con todo detalle, sus vidas, rituales y costumbres.
Su colega, el escritor inglés Christopher Priest, describió muy bien el inmenso talento de Vance para recrear toda una cultura: “Su prosa (detallada, exótica, resonante de sentimientos, sonidos y fragancias) se elevó muy por encima de las exigencias del género; describió paisajes extraños con energía e inventiva en un lenguaje ambicioso, prolijo, a veces escabroso, siempre audaz”.
Mazirian, el mago, uno de los primeros relatos de Vance, ya muestra su inmenso talento narrativo para sumergir al lector en un ambiente original: «Así era el jardín de Mazirian: tres terrazas repletas con una extraña y maravillosa vegetación. Algunas plantas se abrían con cambiantes iridiscencias; otras mostraban florescencias pulsantes como anémonas de mar, púrpura, verde, lila, rosa, amarillo. Aquí crecían árboles como plumosos parasoles, allí árboles con troncos transparentes estriados con venas rojas y amarillas, árboles con follaje como hojas de metal, cada hoja de un metal distinto…, cobre, plata, tantalio azul, bronce, verde iridio».
Como sus colegas Fritz Leiber y Michael Moorcock, Vance escribió una gran cantidad de sagas que le permitieron sostenerse como escritor independiente y perfeccionar su talento para construir mundos exóticos, llenos de seres fascinantes, crueles, malvados y pícaros, que atrapan al lector desde la primera página, en historias protagonizadas siempre por personajes de fuerte personalidad, que harán lo que sea para cumplir sus objetivos, como Mazirian, el mago, obsesionado con capturar a una misteriosa y sensual mujer («La llevaría a su casa y la mantendría en una prisión de cristal verde. Probaría su cerebro con fuego, con frío, con dolor y con alegría. Ella le serviría vino y haría los dieciocho movimientos de la tentación junto a la amarilla luz de la lámpara»); Kirth Gersen, decidido a matar a los “príncipes demonios” que masacraron a su pueblo natal; Adam Reith, un explorador terrestre dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para sobrevivir en el inmenso planeta Tschai, habitado por cuatro peligrosas razas que libran una guerra sin cuartel; o Cugel, el astuto, que, en la mejor tradición de la novela picaresca española, miente y engaña para poder vengarse de Iucounu, el Mago Reidor, su gran enemigo.
Las series más famosas de Vance son:
La Tierra moribunda, formada por:
- La Tierra moribunda (1950).
- Los ojos del sobremundo (1966).
- La saga de Cugel (1983).
- Rhialto, el Prodigioso (1985).
Los príncipes demonio, integrada por:
- El rey estelar (1964).
- La máquina de matar (1964).
- El palacio del amor (1967).
- El rostro (1979).
- El libro de los sueños (1981).
El Planeta de la aventura, integrada por:
- Los Chasch (1968).
- Los Wankh (1969).
- Los Dirdir (1969).
- Los Pnume (1970).
Trilogía de los hombres libres (o Ciclo Durdane), integrada por:
- El hombre sin rostro (1971).
- Los valerosos hombres libres (1972).
- Los Asutra (1973).
Además de estas extensas sagas, llenas de acción e intrigas, el escritor publicó decenas de novelas independientes, entre las que destacan títulos como Los lenguajes de Pao (1958), que estudia cómo el idioma puede usarse como arma de dominación y control; y Mundo azul (1966), donde el protagonista desafía a los líderes de su comunidad para enfrentarse a un terrible y gigantesco monstruo marino adorado como un dios.
Curiosamente, pese a su pasión por las obras extensas, Vance consiguió sus mayores éxitos en trabajos cortos como Hombres y dragones (premio Hugo 1963) y El último castillo (premio Nébula 1966 y Hugo 1967).
Además de sus obras de ciencia ficción, el escritor publicó una ambiciosa trilogía fantástica llamada Lyonesse, formada por El jardín de Suldrun (1983), La perla verde (1985), y Madouc (1990): “Quería escribir tres grandes libros. Por lo que yo sé, antes de ahora nadie ha escrito sobre Lyonesse, y me parece que ya ha llegado el momento. El nombre pertenece a las Islas Elder, mencionadas en las leyendas celtas y bretonas como Hy Brasil e Ys, entronca con las leyendas de Avallon y del ciclo arturiano. Lyonesse es un país en el sur de la isla principal, Hy Brasil. Hay seis o siete islas grandes y veinte o treinta más pequeñas que las rodean, con una superficie total parecida a la de Irlanda. Es un buen lugar para una bella historia de amor mitológica”.
Esta saga permite disfrutar todo el sentido del humor y la ironía de Vance: «Los obispos lucharon denodadamente contra los antiguos dioses, semihumanos y magos, pero pocos se atrevieron a entrar en el Bosque de Tantrevalles. Hisopos, incensarios y maldiciones resultaron inútiles contra Dankvin el gigante, Taudry del Gaznate y las hadas de Pithpenny Shee. Muchos misioneros, exaltados por la fe, pagaron un alto precio por su celo religioso. San Elric marchó descalzo hasta la Roca de Smoorish, donde se proponía dominar al ogro Magre y convertirlo a la Fe. Según narradores posteriores, San Elric llegó al mediodía y Magre accedió cortesmente a escuchar su declaración. Elric pronunció un elocuente sermón mientras Magre encendía una fogata. Elric expuso y recitó la Escritura y cantó las glorias de la Fe. Cuando concluyó y exclamó su ¡Aleluya! final, Magre le dio una copa de cerveza para aclararle la garganta. Mientras afilaba un cuchillo, felicitó a Elric por el fervor de su retórica. Luego lo decapitó, lo troceó, lo evisceró, lo ensartó en un espetón y lo cocinó; devoró el santificado manjar con una guarnición de puerros y repollos. Santa Uldine intentó bautizar a un gnomo en las aguas del Lago Negro de Meira. Era tenaz, y él la violó cuatro veces durante sus esfuerzos de conversión, hasta que al fin ella desesperó. Con el tiempo dio a luz cuatro trasgos. El primero de ellos, Ignaldus, fue padre de Sacrontine, el siniestro caballero que no podía dormir de noche sin haber matado a un cristiano. Los otros hijos de Santa Uldine fueron Drathe, Allei y Bazille. En Godelia, los druidas nunca interrumpieron el culto de Lug el Sol, Matrona la Luna, Adonis el Bello, Kernuun el Venado, Mokous el Jabalí, Kai el Oscuro, Sheah el Grácil, y un sinfín de semidioses locales».
Vance falleció el 26 de mayo de 2013 y George R. R. Martín lo despidió con un extenso y emotivo texto: “Es uno de los grandes maestros. Tuvo una gran influencia en mí y en mi trabajo, y durante los últimos 50 años ha estado entre mis escritores favoritos. Cada vez que aparecía un nuevo libro de Jack, dejaba todo lo que estaba haciendo y lo leía. A veces no era mi intención, pero una vez que abrías las tapas de un libro de Vance, estabas perdido”.
Comentarios en estandarte- 4
1 | JR Del Rio
26-08-2024 - 14:56:40 h
Grandísimo creador de mundos Jack Vance, yo soy muy fan de sus sagas de La Tierra Moribunda, los Príncipes Demonio y Tchai. Tengo Lyonesse como pendiente, pero no tardaré en remediarlo. Un saludo!
2 | Ivan
27-08-2024 - 12:52:20 h
Si, amigo del Rio, Vance es adictivo y, gracias a Dios, dejó mucha obra!
3 | Luz María Mikanos
29-08-2024 - 17:08:58 h
Cuánto se aprende de las reseñas de De la Torre, detallada y audaz descripción. Gracias!
4 | Ivan
17-10-2024 - 01:59:09 h
Muchas gracias por tus comentarios, querida Luz, son un gran apoyo para mi trabajo!