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Egipto prohíbe viajar a Omar Hazek

Habría recogido en Holanda un premio a la libertad de expresión.

14 de enero de 2016. Estandarte.com

Qué: Egipto prohíbe que el escritor Omar Hazek viaje a Holanda para recoger el Premio Oxfam Novib/PEN. Cuándo: 14 de enero de 2016. Dónde: El Cairo (Egipto) y La Haya (Holanda).

El escritor egipcio Omar Hazek tenía previsto viajar a Holanda para recoger el Premio Oxfam Novib/PEN a la libertad de expresión. Sin embargo, Egipto le ha prohibido abandonar el país: Hazek fue retenido hoy por las fuerzas de seguridad en el aeropuerto de El Cairo, impidiéndole desplazarse a La Haya —sede del gobierno de los Países Bajos—, en un hecho que ha trascendido gracias a la Comisión de Libertades del Colegio de Periodistas y a su compatriota Alaa Al-Aswani, autor de El edificio Yacobián (2008), que ha difundido la noticia en las redes sociales. Para Al-Aswani, que el gobierno egipcio haya prohibido viajar a Omar Hazek es «un escándalo para el régimen».

Omar Hazek fue detenido en diciembre de 2013 por participar en la protesta en apoyo a la familia de Khaled Said, asesinado por los policías en 2010; el derecho a manifestarse en Egipto se prohibió a raíz del golpe de estado militar del 3 de julio de ese año. Condenado a dos años de cárcel, Hazek —que continuó luchando por la libertad de expresión desde la cárcel, con cartas sobre su situación— fue puesto en libertad en septiembre de 2015, tras la amnistía del presidente Abdelfatah Al-Sisi a cien activistas políticos, muchos de ellos implicados en el levantamiento popular de 2011. Ahora, aunque fuera de la cárcel, el gobierno egipcio le impide viajar a Holanda para recoger su premio.

En el caso de Omar Hazek, su compromiso con la justicia y la libertad es firme, independientemente de la figura que se sitúe al frente del país: durante la época del dictador Hosni Mubarak, Hazek denunció la corrupción en el seno de la institución en la que trabajaba, la Biblioteca de Alejandría. Un empeño por el que luchó con numerosos artículos, sin lograr que se abriera investigación alguna. Novelista y poeta, cuenta con publicaciones y galardones de relevancia en todo el mundo árabe, además de una antología de su obra publicada en Austria.

El Premio Oxfam/Novib PEN está concedido por el Comité de Escritores Encarcelados del PEN Club Internacional, el Fondo de Emergencia PEN y la delegación holandesa de la ONG Oxfam. La organización busca premiar —con una dotación de 2.500 euros— a escritores que han trabajado en pro de la libertad de expresión, plantando cara a quienes les perseguían, y se entrega a escritores y periodistas que han llegado a poner sus vidas en peligro. Entre los galardonados, en su mayoría de países africanos, árabes o el Este de Europa, identificamos a la periodista mexicana Lydia Cacho o a Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura. Omar Hazek ha compartido su propio con el eritreo Amanuel Asrat —poeta, crítico, editor y fundador de clubes literarios—, encarcelado e incomunicado desde hace catorce años en una prisión de máxima seguridad, sin ninguna acusación formal; y con el escritor, periodista y director de documentales Can Dündar, una de los principales intelectuales de Turquía. Dündar fue detenido en noviembre de 2015 —junto al periodista Erdem Gül— bajo acusaciones de espionaje y ofensas a la seguridad nacional; Dündar está, además, inmerso en un proceso judicial por difamación al presidente Erdoğan.

Ante la ausencia de Omar Hazek, Alaa Al-Aswani fue el encargado de leer su discurso de agradecimiento por el Premio Oxfam/Novib PEN. En él, Hazek quiso recordar a los escritores y periodistas asesinados o detenidos por los distintos regímenes de Egipcio, desde la dictadura de Mubarak a los gobiernos de los Hermanos Musulmanes y el posterior de Al-Sisi tras el golpe: la poeta Shimaa El Sabbath, unos de los mártires de la Revolución de 2011, que logró la caída de Mubarak; el poeta Ahmed Doma, detenido en dieciocho ocasiones tanto por los policías de Mubarak como por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, y condenado a 31 años de prisión; el bloguero Alaa Abdel Fattah, torturado, perseguido y encarcelado por los sucesivos regímenes; el fotoperiodista Mahmoud Abou Zaid, en espera de juicio por cubrir la Masacre de Rabaa, cometida en agosto de 2013 por el gobierno militar; el poeta Ahmed Said, residente en Alemania, que participó en una protesta silenciosa durante sus vacaciones en Egipto; o el joven Mohamed Fawzy, poeta y estudiante universitario, condenado a cadena perpetua.

La República Árabe de Egipto es una república semipresidencialista: es decir, que el Estado se rige por una bicefalia formada por el presidente (Al-Sisi) y el primer ministro (Sherif Ismail). Dos semanas de protestas a inicios de 2011 consiguieron derrocar al dictador Hosni Mubarak, que llevaba treinta años en el poder, y había celebrado varios años antes un polémico referéndum para aumentar los poderes presidenciales. El primer gobierno democrático de la historia de Egipto, encabezado por Mohamed Morsi —del Partido Libertad y Justicia, fundado por los Hermanos Musulmanes—, fue derribado por un golpe de estado militar el 3 de julio de 2013.

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