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Cuestionario Aloma Rodríguez

"Si no hubiese sido escritora, me habría gustado ser espía."

12 de mayo de 2013. Emilio Ruiz Mateo

Qué: Cuestionario Estandarte a Aloma Rodríguez

Aloma Rodríguez ha publicado recientemente Sólo si te mueves, su tercer libro, en el que ficcionaliza su experiencia, hace algunos años, como trabajadora de verano en el parque temático aragonés Dinópolis. Allí, entre actores llenando la hucha y horas de sudor bajo el disfraz de Tiranosaurio Rex, la escritora zaragozana dibuja un retrato sobre el fin de la adolescencia y el inicio de eso que llamamos “madurez”. Hemos querido conocer los entresijos lectores de esta joven autora (cumple 30 años en octubre) “sometiéndola” a nuestro Cuestionario Estandarte. Y esto es lo que hemos descubierto.

¿Cuántos libros lee al año?
Sinceramente, no los cuento y soy muy desordenada en eso (me da envidia la gente que lleva un diario de lecturas). Lo normal es que lea al menos un libro a la semana, solo por placer, y luego los que leo por trabajo. Calculo que entre 40 y 60 libro al año, aunque no sé si me quedo corta o exagero.

Sea valiente. Confiésenos alguna lectura pendiente que le sonroje admitir.
Hay muchos libros que no he leído y que me apetece mucho leer, uno de los que más me avergüenza no haber leído es Ana Karenina, que seguro que me encanta (creo que le dedicaré el próximo fin de semana). He leído poco a los rusos, menos Chejov, al que he leído bastante.

¿Qué libro le habría gustado escribir?
Me habría gustado escribir muchos, pero si solo puedo elegir uno, me quedo con El amante, de Marguerite Duras.

¿Recuerda el primer libro que leyó?
No: tengo un trauma con eso. Mi madre nos leía libros, pero después de los libros de clase y todo eso, soy incapaz de recordar el título del libro que me convirtió en lectora. Estaba escrito por una chica y la protagonista era una adolescente.

¿Cómo ordena los libros de su biblioteca?
Literatura en español y extranjera y, dentro de esa división, por orden alfabético.

¿Cuál es su lugar ideal para leer?
Cualquiera: la cama, el sofá, el tren, el autobús, un bar, una sala de espera, las bibliotecas. En primavera me gusta leer en el parque del Retiro (Madrid), después de comer allí, aunque es peligroso porque a veces me quedo dormida y vuelvo a casa con los hombros rojos.

¿Y para escribir?
En eso sí que tengo cierta manía: me gusta escribir en mi ordenador y en mi mesa. De vez en cuando, tomo notas a mano y si me atasco con una frase, también voy al papel: con la tinta, las frases salen mejor.

Se lo rogamos, responda a esta absurda pregunta: hay una inundación y todos sus libros van a morir, ¿qué tres salvaría?
El ejemplar dedicado de Amarillo, de Félix Romeo; un ejemplar de la primera edición francesa de Bonjour tristesse, de Françoise Sagan, que me regaló Félix Romeo, y los dos tomos de La Regenta en la edición de Castalia, llenos de post-it y notas de un trabajo muy elaborado que hice en la carrera.

¿Tiene lector de ebooks? ¿Le gusta el libro electrónico?
No tengo ebook y no me llama demasiado el libro electrónico, aunque debe de ser estupendo para manuscritos, etc. Ahora estoy empezando a usar el iPad para leer pruebas y corregir.

Recuerde alguna anécdota curiosa que haya tenido con algún lector.
Me gusta mucho ir a clubes de lectura en institutos, los adolescentes tienen algo que me provoca terror y ternura al mismo tiempo y suelen ser encuentros muy divertidos. Hace unos años fui a un club de lectura a un pueblo cerca de Zaragoza; habían leído París tres, mi primer libro, y una de las señoras me preguntó que cuándo iba a escribir una novela novela.

¿Qué está leyendo estos días?
Acabo de terminar Cartas a mi hija, de Scott Fitzgerald, que me ha encantado, y voy a empezar A los rusos les gustan los abedules, de Olga Grjasnowa, una primera novela que ha publicado Cómplices y que me recomendaron en La Buena Vida.

Si no hubiese sido escritora, ¿qué le habría gustado ser?
De pequeña quería ser actriz, seguí queriendo serlo un tiempo hasta que descubrí que escribía. Una de mis pasiones es la fotografía. Pero lo que me habría gustado es ser espía.

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