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Philip José Farmer, el hombre que introdujo el sexo y la religión en la ciencia ficción

Uno de los autores más imaginativos, tanto en escenarios como en personajes y situaciones, dentro del panorama de la ciencia ficción.

08 de mayo de 2025. Iván de la Torre

Qué: Biografía de Philip José Farmer

Philip José Farmer (1918-2009) revolucionó la ciencia ficción con Los amantes (1952), su primera historia publicada, que describía de manera muy directa las relaciones sexuales entre un ser humano y un parásito insectoide con aspecto de mujer (John Campbell, el editor más influyente del género, rechazó el cuento, al que llamó “nauseabundo”).

Tras ese provocador comienzo, Farmer potenció su imagen de rebelde con una serie de relatos muy controvertidos sobre la religión y el sexo recopilados en el volumen Extrañas relaciones (1960), donde destacan joyas como Madre, sobre un hombre que encuentra un sustituto a su progenitora en una extraña forma de vida alienígena que tiene el tamaño y el aspecto de una colina; Padre, que cuenta la llegada del sacerdote John Carmody a un extraño planeta habitado por un ser con poderes extraordinarios que declara ser Dios; y, sobre todo, Hermano de mi hermana, sobre un astronauta que se enamora de una extraterrestre y todo termina en tragedia: «Medía alrededor de un metro cincuenta y era esbelta como debe serlo una mujer, con huesos delicados bajo las suaves redondeces de la carne. Sus piernas eran humanas —con medias de nailon y tacos altos habrían sido excitantes— si el resto estuviera a la altura. Era tersa la entrepierna, sin vello, intacta, tan inocente como si fuera una ninfa en la ilustración de un libro de cuentos infantiles victoriano. Era esa zona asexuada de entre piernas lo que le parecía tan horrible. Semejante al blanco vientre de una rana, pensó Lane con un estremecimiento. Pero al mismo tiempo su curiosidad se agudizó. ¿Cómo copulaba y se reproducía ese ser? Ni pechos, ni pezones, ni ombligo, ni repliegue ni protuberancia pubiana. La carencia de todo aquello era perturbadora».

Carne, de Philip José FarmerTras esta compilación de cuentos, Farmer publicó dos de sus novelas más provocadoras: una versión extendida y mucho más explícita de Los amantes; y Carne, sobre el regreso del capitán Peter Stagg, tras un viaje de 800 años, a una Tierra barbarizada, donde lo nombran rey, le insertan dos inmensos cuernos que potencian su virilidad y lo obligan a participar de innumerables orgías: «Puedo sentir una violencia y un poder, un poder real, como nunca antes había conocido. Me siento… me siento… ¡como un dios! ¡Reviento de poder, de todo el poder del mundo! ¡Quiero explotar! Tú no puedes comprender cómo me siento. ¡Ningún hombre común podría!».

Tras ese gran comienzo, donde mostró su talento para tratar dos temas (religión y sexo) que eran sistemáticamente evitados por todos sus colegas, Farmer se vio forzado a escribir series para generar un ingreso fijo que le permitiera vivir de la literatura.

Con este objetivo, en 1965 publicó El hacedor de universos, la primera entrega de su saga El mundo de Tiers, que cuenta la historia de Robert Wolff, un viejo profesor que, gracias a un extraño cuerno, se traslada a un mundo paralelo donde rejuvenece y vive extraordinarias aventuras: «Una espesa cabellera cubrió su cráneo, antes desnudo. Eso no fue todo. Las venas prominentes de la vejez se hundieron en una carne suave y firme. Podía correr largos tramos sin perder el aliento ni forzar el corazón. Con el retorno a la juventud, se le estaba acentuando la conciencia del sexo».

El libro tuvo una gran recepción entre los lectores y, durante las siguientes tres décadas, Farmer escribió varios volúmenes en el mismo escenario que tuvieron excelentes ventas, pero no aportaron nada a la saga (The Gates of Creation, 1966; A Private Cosmos, 1968; Behind the Walls of Terra, 1970; The Lavalite World, 1977; y More Than Fire, 1993).

Cuerpos dispersos, de Philip José FarmerAfortunadamente, tras estos trabajos escritos para obtener un ingreso fijo y fidelizar a los lectores, Farmer publicó dos de sus mejores novelas: Noche de luz (1966), que cuenta como el asesino, ladrón y estafador John Carmody se transforma en sacerdote tras pasar siete días en un extraño planeta donde las personas ven corporizarse sus deseos más profundos («En La Alegría de Dante uno obtiene realmente lo que desea. Es por eso por lo que ha sido prohibido para la mayoría de los pueblos de la Federación. Es peligroso que los anhelos inconscientes se ven realizados en todos sus más mínimos detalles»); y A vuestros cuerpos dispersos (1971), que narra las aventuras de un grupo de personas resucitadas en un misterioso planeta cruzado por un inmenso río («Por todas partes de la llanura se veían seres humanos, desnudos y sin pelo, espaciados a un metro ochenta de distancia. La mayor parte de ellos estaban echados de espaldas y mirando al cielo. Otros comenzaban a moverse, a mirar a su alrededor e incluso a sentarse. También él se sentó, y se palpó la cabeza y el rostro con ambas manos. Ni una arruga. Su cuerpo no era aquel cuerpo arrugado, apergaminado, huesudo, agostado, de un viejo de sesenta y nueve años que había yacido en su lecho de muerte. Era el cuerpo de piel suave y poderosamente musculado que poseía cuando tenía veinticinco años de edad. Lo extraño, lo realmente asombroso y terrorífico, era el silencio casi completo. Nadie decía una sola palabra; solo se oía el sisear de las respiraciones»).

Oscuro designio, de Philip José FarmerLa Serie del mundo del río tuvo varias continuaciones que no aportan nada a la historia original (ni responden las preguntas planteadas en el primer tomo): El fabuloso barco fluvial (1971); El oscuro designio (1977); El laberinto mágico (1980); y Dioses del Mundo del Río (1983).

Junto a estos trabajos originales, el escritor, a la manera de Jorge Luis Borges en El fin, se animó a tomar personajes ajenos y crear historias a partir de ellos: Las ballenas volantes de Ishmael (1971), es una secuela, situada en un lejano futuro, de Moby Dick, el clásico de Herman Melville; The other log of Phileas Fogg (1973) está basada en el protagonista de La vuelta al mundo en ochenta días, de Julio Verne; y A Barnstormer in Oz (1982) está protagonizada por el hijo de Dorothy, la heroína de El mago de Oz, de Frank Baum.

Farmer además escribió una trilogía (A feast unknown, 1969; Lord of the Trees, 1970; y The Mad Goblin, 1970) sobre Lord Gandrith y Doc Caliban, dos héroes inspirados en Tarzán y en Doc Savage.

Tarzan Alive, de Philip José FarmerTras la publicación de esta saga, el escritor sumó dos títulos más basados en el hombre mono más famoso del mundo: The Adventure of the Peerless Peer, donde Tarzán conoce a Sherlock Holmes; y la genial Lord Tyger, una impecable recreación del personaje de Edgar Rice Burroughs que comienza con un párrafo tan provocador como memorable: «Mi madre es una mona. Mi padre es Dios. Yo soy Lord Tyger, hermoso y feroz, bello como el leopardo, salvaje como el leopardo, Tyger, Tyger, de la Tierra de los Fantasmas, el fantasma que tiene entre los muslos la gran, gran serpiente y las grandes colmenas de donde brota la miel»).

Farmer también escribió dos ingeniosas biografías de sus héroes favoritos: Tarzan Alive (1972) y Doc Savage: His Apocalyptic Life (1973).

Doc SavageAdemás de su trabajo en series y recreaciones de personajes ajenos, el escritor publicó novelas independientes muy importantes que, lamentablemente, nunca fueron traducidas al español como Dark Is the Sun (1979); The Unreasoning Mask (1981); Greatheart Silver (1982); y Nothing Burns in Hell (1988).

En el 2001, como reconocimiento a su trabajo, Farmer fue nombrado Gran Maestro de la Ciencia Ficción, el mayor galardón que otorgan los autores del género a sus colegas.

El escritor falleció el 25 de febrero de 2009, a los 91 años, y Domingo Santos, creador y director de la mítica revista Nueva Dimensión, lo despidió con un emotivo texto: “Farmer, a mi modo de ver, es uno de los autores más imaginativos, tanto en escenarios como en personajes y situaciones, dentro del panorama de la ciencia ficción. En ello corre parejo con otro gran olvidado del género, Jack Vance, con quien comparte entre otras cosas su gran sentido de la aventura”.

 

Comentarios en estandarte- 2

1 | Luz María Mikanos 16-11-2024 - 03:56:29 h
Realmente un artículo para destacar. Muy bueno y detallado de un autor que merece ser analizado en su obra.

2 | Ivan 17-11-2024 - 03:08:51 h
Gracias por tus comentarios, querida Luz!