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El lado vacío del corazón
26 de junio de 2016. José Ángel Sanz
La aciaga historia de la Europa del siglo XX es la historia de un continente en casi permanente guerra o posguerra, derrumbado sobre sí mismo y cruel con millones de familias y seres humanos asesinados, perseguidos y despojados de sus más elementales condiciones de vida humana. La inabarcable bibliografía sobre esos cien años sería incompleta si no pudiera completarse con las novelas, como esta El lado vacío del corazón, que exploran los lugares y los sentimientos a los que la enumeración de cifras y datos no tiene acceso.
La familia Salzmann (Hugo, Juliana y Hugo júnior), militantes de la izquierda austriaca, representa a tantas y tantas otras que huyeron, silenciados y hostigados, de la barbarie política y después bélica. Una historia real, como tantas, que Erich Hackl, uno de los mejores escritores alemanes del momento, recupera en boca de nietos de la familia, testigos y el suficiente contexto histórico y social como para ofrecer un fresco vívido de toda una época.
Hay algo en este El lado vacío del corazón que recuerda mucho al Historia de un alemán (2006), de Sebastian Haffner. El ejercicio de memoria y una franqueza desoladora, sobre todo. Aquí la que es testigo del desmoronamiento de su forma de vida es una familia al completo, en aquél era un solo hombre, desde dentro del huracán, el que narraba la transformación de una sociedad sana en una sociedad enferma y de un país en una máquina de guerra. Eric Hackl no explica, mucho menos justifica. Su prosa se adentra en sentimientos, bucea en las relaciones entre padres e hijos, explora el significado de cartas, libros, titulares de periódicos y documentos... Porque la historia de los Salzmann no es ninguna ficción, sino una episodio real.
Hablamos de una novela enorme, ubicada en ese delicado y estrechísimo lugar que tienen en común la Historia y la intrahistoria. Si hay algo que la literatura supo hacer con el siglo XX fue explorar los espacios tenebrosos a los que éste condujo al hombre. Eric Hackl, al que ya conocíamos por Sara y Simón. Una historia sin fin (1998), Adiós a Sidonie (2002) y La boda en Auschwitz (2004) los ilumina en este emocionante crónica de una familia que son tantas otras.