Arganzuela estrena bibliotecas populares

08 de agosto de 2015. Estandarte

Siempre es un buen momento para leer y siempre es un buen momento, también, para compartir con los otros aquellos libros que nos han entusiasmado. Los integrantes de Espacio Vecinal Arganzuela (EVA), una iniciativa que reivindica —entre otras intenciones— la cesión del Mercado de Legazpi para desarrollar en él actividades culturales y sociales en el barrio madrileño —entre la estación de Atocha y el centro cultural Matadero, para que te hagas una idea si no vives allí—, han contado con el estudio de diseño social Hackity para instalar en las calles del barrio algunas de sus peculiares bibliotecas populares: tres, para ser concretos, en torno al espacio que quieren recuperar para los ciudadanos.

Las bibliotecas populares de Hackity aspiran a «crear puntos de intercambio de libros gratuitos y autosugestionados por ellos, los vecinos». Las tres instaladas en Arganzuela han sido decoradas por el grupo de niños y niñas del huerto urbano de La Sanchita, y fueron presentadas en Leo&Río, el primer encuentro literario de vecinos de Arganzuela, que se abrió a la participación y contó con las intervenciones del escritor Manuel Velasco y el Proyecto Genoma Poético.

¿Cómo se utilizan las bibliotecas populares de Arganzuela? Libera un volumen que ya hayas leído y, a cambio, coge uno de los que esperan en cualquiera de los tres casilleros instalados en los alrededores del Mercado de Legazpi. Cuéntalo en Twitter con la etiqueta #LibrosLibres —no muy útil, eso sí, porque se confunde con muchas otras iniciativas— y continúa la cadena. Una buena forma de difundir la lectura, desde luego. ¿Te apuntas a reproducir el proyecto de EVA y Hackity en tu barrio?