Al rescate de los libros olvidados

31 de marzo de 2015. Estandarte

Seguro que más de una vez, a la hora de escoger una obra en una librería o en una biblioteca, te has dejado llevar por su presencia en los medios, por el recuerdo de libros anteriores del mismo autor... Estas decisiones —quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra— condenan al olvido a muchos títulos a los que el paso de los años aleja de los lectores. La Biblioteca Pública Provincial de Córdoba ha decidido atajar el problema, y ha creado la Olvidoteca: un espacio al que se accede por una escalinata, y en el que los libros que nadie lee esperan a sus lectores.

Francisco Javier del Río, director de la Biblioteca Pública Provincial de Córdoba, explicó a EFE que la Olvidoteca pretende rescatar del olvido obras que han dejado de ser novedad por medio de una cata a ciegas, de manera que el lector coge al azar un libro envuelto que previamente hemos seleccionado entre aquellos menos leídos en los últimos tiempos. En opinión de Del Río, hay libros que pueden no resultar atractivos porque no está de moda el género, como las históricas o la novela negra, lo que impone el olvido a muchos libros de interés.

Obras irreprochables como El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain, el Juan de Mairena de Antonio Machado o los clásicos negros de Raymond Chandler o Dashiell Hammett se unen a libros más recientes, que pasaron desapercibidos de forma injusta, como Oro, de Dan Rhodes, o El vuelo de la ibis escarlata, de Maria Valéria Rezende. Todas ellas se encuentran en la Olvidoteca de la biblioteca de Córdoba, junto a La perla, de John Steinbeck; La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson; Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza; o La tesis de Nancy, de Ramón J. Sender.

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