El arte del 'Bertsolari', de Asier Altuna

14 de octubre de 2011. Emilio Ruiz Mateo

Bertsolari es un documental dirigido por Asier Altuna que formó parte de la sección oficial del pasado Festival de San Sebastián y se estrena este fin de semana en cines. Queremos que lo descubras porque nos acerca a un fenómeno literario prácticamente desconocido fuera del País Vasco, los bertsolaris, poetas que improvisan sus versos en euskera a raíz de un tema.

Los bertsolaris son una tradición cultural vasca menos conocida que otras, más cercanas a los deportes de exhibición de fuerza, como el levantamiento de piedra o el soka-tira. Sin embargo, los bertsolaris pueden llegar a reunir a 14.000 personas, como sucedió en la final del Campeonato de Bertsos de 2009, en la que resultó ganadora Maialen Lujanbio, en lo que supone uno de los momentos más emocionantes del documental.

Bertsolari, de Asier Altuna (codirector de Aupa Etxebeste!), nos introduce en este arte de la mano de algunos de sus protagonistas más destacados (Andoni Egaña, Miren Amuriza, Jon Sarasua y Amets Arzallus, además de la citada Lujanbio), cuyas declaraciones se intercalan con las de antropólogos y especialistas. No obstante, lo más interesante del documental nos parece el intento que realiza de introducirse en la mente de estos autores. ¿Cómo es posible improvisar un poema en pocos segundos, delante de un público expectante, añadirle música y que el resultado tenga la calidad que algunos bertsos alcanzan?

Autores como Andoni Egaña nos cuentan sus métodos en el documental (un curioso esquema que dibuja una margarita en la que se entrelazan las palabras), descubrimos que el bertsolari compone desde el final hacia el principio, pero nada puede explicar de dónde nace la magia, esos segundos de silencio previos a agarrar el micro y romper el vacío. Es ahí, en esos fragmentos detenidos, donde Asier Altuna logra emocionar y sorprendernos, comunicar al espectador el misterio de los bertsolaris, mucho más aún que en las metáforas visuales que adornan el metraje. Si a los bertsolaris les hacía falta una carta de presentación más allá del País Vasco, Altuna se la ha regalado.