Protagonistas de la semana

21 de diciembre de 2001. Estandarte.com

El escritor malagueño Carlos Verdier Alarcón ha sido el ganador del Premio de Novela Ciudad de Salamanca por su obra La familia de Agamenón, según anunció el jurado de este premio dotado con cinco millones de pesetas y al que se presentaron un total de 356 obras. Carlos Verdier es profesor titular de expresión gráfica en la Universidad de Málaga, autor de cuatro novelas, con una quinta en preparación, otros cuatros relatos cortos publicados y colabora con artículos de opinión en el diario Sur.

El Premio del Rey Ocho Venado 2001, recayó sobre el poema Para llamar al agua, de Cristina Caballero, Veracruz (México). Recibieron también menciones honoríficas Alejandra del Río (Alemania), Amparo Romero (Colombia) y Edith Goel (Israel). El jurado estuvo compuesto por Maricruz Patiño (México), Carmen Nozal (España) y Saúl Ibargoyen (Uruguay).

José Antonio Gómez-Coronado, sevillano de 23 años ganó el Premio Adonais de Poesía con El triunfo de los días, un poemario escrito en endecasílabos en el que el jurado ha encontrado "un gran rigor y un fuerte interés por la naturaleza". Presidido por Luis Jiménez Martos, el jurado dio a conocer el fallo en la Casa de América, donde también se hizo público que los dos accésit que acompañan al premio han recaído en otros dos andaluces: Javier Cano (Jaén, 1973) por su poemario Lugares para un exilio, y Rafael Antúnez Arce (Córdoba, 1975) por su libro Nada que decir.

La novela Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, del escritor barcelonés Pablo Tusset, de 36 años, editada por Lengua de Trapo, obtuvo en Oviedo el Premio Tigre Juan de narrativa en su 24ª edición. El galardón premia a la mejor obra de ficción publicada en el último año por autores que no hayan editado con anterioridad ninguna otra obra narrativa. La novela Quieto, del madrileño Nacho Faerna, editada por Ediciones B, quedó en segundo lugar. Ésta es la tercera vez que el sello Lengua de Trapo obtiene el Tigre Juan en las últimas cinco ediciones.

Raúl Argemí fue el ganador de la 21ª edición del premio literario Felipe Trigo, de Villanueva de la Serena, en la modalidad de novela con la obra Los muertos siempre pierden los zapatos. Asimismo, Miguel Angel Otero ganó en la categoría de narración corta con su trabajo Alas negras. El ganador del premio de novela, Raúl Argemí, tiene 55 años y reside en Barcelona (aunque nació en Buenos Aires, desciende de abuelos españoles y está en España como emigrante). Ha ejercido como periodista y como director teatral. Publicó una novela y una obra de teatro. Por su parte, Miguel Angel Otero es profesor de secundaria de Ponferrada (León). El jurado del certamen, presidido por el escritor y articulista Alfonso Ussía, premió las obras tras analizar las 15 finalistas, 7 novelas y 8 narraciones cortas. Fueron también miembros del jurado el escritor Santiago Castelo (primer reivindicador de la vida y obra de Felipe Trigo y uno de los fundadores de estos premios); el ensayista Manuel Simón Viola; los escritores Juan José Poblador, Manuel Pecellín Lancharro, Gregorio Torres Nebrera y José Luis Bernal; los ganadores de la edición anterior, Alfonso Ruiz de Aguirre y José Luis Sevillano; y María José Muñoz Sánchez y María Isabel Pino Tejeda, por la Comisión Lectora. Actuó de secretario Bernardo Gonzalo Mateos.

El escritor argentino Raúl Silanes ganó la décima edición del Premio Internacional de Poesía Encina de la Cañada 2001 por su poemario titulado La iluminada, que se impuso a más de 240 obras presentadas al concurso. El jurado estuvo compuesto por Ana Luisa Delclaux, Juan Ruiz de la Torres, Angela Reyes, José López Rueda y Carmen Rubio Angela. Novelista, cuentista, poeta y ensayista, la obra de Silanes, nacido en 1958, incluye títulos como No dejarse llevar, Soles subterráneos, Primer límite roto, Devolución de Babel, La sombra del hielo también se derrite, Nidos y Redes, El bebedor de jugo de pomelo, Sitiados o El Cielo.

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