Premio Casa de Las Américas 2016

30 de enero de 2016. Estandarte

Ya conocemos a los ganadores del Premio Casa de Las Américas 2016, uno de los certámenes literarios más prestigiosos en el continente americano: por el palmarés, por la independencia de sus jurados, y también por las cifras de participación —450 en total en esta edición— que logra convocatoria tras convocatoria. Convocado por la Casa de las Américas, con sede en La Habana (Cuba), desde 1960 ha reconocido —entre muchos otros— a Chico Buarque (Brasil), Piedad Bonnett (Colombia), Rubem Fonseca (Brasil), Juan Gelman (Argentina), Óscar Hahn (Chile), Lêdo Ivo (Brasil), William Ospina (Colombia), Ricardo Piglia (Argentina), Nélida Piñón (Brasil), Sergio Ramírez (Nicaragua), Anacristina Rossi (Costa Rica), Beatriz Sarlo (Argentina), Antonio Skármeta (Chile), Idea Vilariño (Uruguay), José Watanabe (Perú) o Raúl Zurita (Chile).

La categoría más prestigiosa, la de cuento, ha recaído en la obra Ni una sola voz en el cielo, del escritor argentino Ariel Urquiza. El libro de Ariel Urquiza —que se impuso a otras 220 obras, una cifra que la organización califica de «récord»— destaca, en opinión del jurado, por su «demostrado talento narrativo, en historias que van desde Buenos Aires hasta México D.F., teniendo en cuenta el habla y las atmósferas de cada lugar, con gran virtuosismo en los diálogos y argumentos que abordan algunos de los problemas más acusantes del presente de América Latina». La «sólida unidad» y «gran complejidad narrativa» de Ni una sola voz en el cielo fue juzgada por Santiago Gamboa (Colombia), Pedro Juan Gutiérrez (Cuba), Eduardo Lalo (Puerto Rico), Ana Quiroga (Argentina) y Ramiro Sanchiz (Uruguay).

Por su parte, el ecuatoriano Diego Falconí Trávez obtuvo el premio de ensayo de tema artístico-literario con su obra De las cenizas al texto. Literaturas andinas de las disidencias sexuales en el siglo XX. Lo ha conseguido por «la relevancia de su contribución a las discusiones teóricas sobre sexualidad y poder, y por su particularización de estas discusiones en la lúcida lectura de los textos literarios». En esta categoría eligieron Mayerín Bello (Cuba), Sandra Lorenzano (Argentina-México) y Julio Ramos (Puerto Rico), que también resaltaron el valor de A flote: dos décadas de arte en Cuba, de Marilyn Machado (Cuba), y Corazones errantes: ¿Dónde está mi mundo?, de Joaquín Borges Triana (Cuba). A Mingas de la palabra. Teatralidades oralitegráficas y visiones de cabeza en las oralituras y literaturas indígenas contemporáneas, del colombiano Miguel Rocha Vivas, se le concedió el premio de estudios sobre culturas originarias de América.

El Premio Casa de Las Américas 2016 en su categoría de teatro se quedó en Cuba, gracias a Legna Rodríguez Iglesias y la obra Si esto es una tragedia yo soy una bicicleta. El jurado resaltó «sus valores literarios, una consistente construcción de personajes, un tratamiento con gran poesía y dignidad del tema del amor, la enfermedad y la muerte, que conforma un poema teatral, abierto, con imágenes y metáforas que generan un efecto de fascinación». También recibieron menciones otros dos autores cubanos: Laura Liz Gil Echenique, por Subasta, y Rogelio Orizondo, por Yellow Dream Rd.

El certamen también reconoce a los escritores americanos en otros idiomas. Cristian Santos obtuvo el Premio Casa de Las Américas 2016 para literatura brasileña por su estudio Devotos e Devassos. Representao dos padres e beatas na literatura anticlerical brasileira, en torno a la literatura anticlerical del naturalismo brasileño, y donde se revisa con minuciosidad la temática anticlerical en la historia de la literatura brasileña. Raphael Confiant, de Martinica, logró el premio en su categoría de literatura caribeña en francés o creol, por Le Bataillon créole (Guerre de 1914-1918).

Por último, el Premio Casa de Las Américas 2016 también se abre a los galardones de tipo honorífico: el mexicano Eduardo Langagne consiguió el Premio de Poesía José Lezama Lima, por Verdad posible; el argentino Víctor Goldgel, logró el Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada, por Cuando lo nuevo conquistó América. Prensa, moda y literatura en el siglo XIX; y el uruguayo Fernando Butazzoni, con Las cenizas del cóndor, se hizo con el Premio de Narrativa José María Arguedas.

Si escribes y tienes un libro inédito, no olvides consultar nuestra sección de premios literarios. Allí encontrarás las bases de los certámenes más interesantes, ¡y está siempre actualizada!