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Un poema premiado, ¿plagiado o publicado?

El no-galardón a Michelle Alexandra Rincón Cardona.

07 de febrero de 2016. Estandarte.com

Qué: ¿plagiado o publicado? El poema de Michelle Alexandra Rincón Cardona, sin el premio de la Casa de Poesía Silva.

(Actualización del 7 de febrero de 2016: el poeta Saúl Gómez Mantilla denuncia un nuevo plagio por parte de Michelle Alexandra Rincón Cardona. El escritor ha hecho público el siguiente comunicado:

«En el mes de octubre del 2015 fui nombrado prejurado del Concurso Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá. Entre los 33 trabajos que debí leer y evaluar, encontré un libro que contenía cinco poemas que pertenecen a un libro inédito de mi autoría. El libro, PNP206, Escombros en la tarde, presentado bajo el seudónimo de Acontista, fue descalificado por motivos de No Autoría o Plagio, como reza en la planilla de evaluación:

CONCEPTO GENERAL SOBRE LA PROPUESTA: El libro presenta plagio de poemas de otros autores, como en el caso del poema Cosecha de Pájaros, es un plagio del poema Escrito en la espalda de un árbol de Miguel Méndez Camacho. http://www.poesia.us/mmcamacho.html. Los poemas: Espero, Extrañeza del reflejo, Funeral, Anunciamiento, Pájaro, están conformados con poemas de Saúl Gómez Mantilla y su libro Otro intento de vacío.

Posteriormente la Casa de Poesía Silva descalifica de un concurso a un poema presentado bajo el seudónimo de Acontista; http://casadepoesiasilva.com/sin-categoria/lastrampas-del-dolor/ lo que me llevó a preguntar a Idartes sobre el autor que se presentó con el mismo seudónimo y que fue descalificado, para ver si existía alguna relación, y descubrí que era la misma persona: MICHELLE ALEXANDRA RINCON CARDONA.

El libro que fue objeto de plagio, Otro intento de vacío, lo presenté en el año 2014 al Concurso Nacional de Poesía de la UIS. El libro originalmente tiene como forma el poema en prosa, como el concurso exigía un mínimo de 50 páginas, tuve que cambiar la forma de los poemas, partir los versos para lograr esa cantidad de páginas. Por lo que ese libro solo lo he presentado en forma versificada a ese concurso, y con la forma versificada aparecían los cinco poemas en el libro presentado en el concurso Ciudad de Bogotá. Lo que me llevo a pensar que MICHELL [sic] RINCÓN lo tomó de ese concurso.

Al consultar a la persona en cuestión, afirma que fue su madre quién envío el libro, que un asesor le dictaba algunos versos en un ejercicio de escritura colectiva, que no sabe cuáles son los poemas, negándose a explicar cómo consiguió esos poemas. Aunque afirma que los ha eliminado de su libro, el daño ya está hecho, porque tomó como suyos poemas que no le pertenecían.

Al buscar una relación entre el concurso de la UIS y MICHELL RINCÓN, descubrí que ella conocía y frecuentaba la oficina de uno de los jurados, Juan Gustavo Cobo Borda, quien al ser consultado sobre el hecho en mención, manifiesta que los poemas posiblemente fueron, sin su consentimiento, transcritos o fotocopiados de su oficina, y de esta forma pudieron llegar a otra persona.

Posteriormente encontré un video en el que MICHELLE ALEXANDRA RINCON CARDONA leía uno de mis poemas como suyos, (Minuto 2.09); así como el de Miguel Méndez Camacho, (Minuto 0.12); en una lectura realizada en la librería Trilce:

 

Mi poema inédito: XVII:
El desastre de unos ojos que tiemblan mientras el humo apaga una sonrisa.
Un tren tomado a última hora, para tarde llegar, al reflejo del propio rostro.

Luego me enteré que el libro mencionado, también fue presentado al Concurso Nacional de Poesía Universitaria 2015, de la Universidad Externado de Colombia, con el mismo título y el mismo seudónimo. Libro que fue descalificado por plagio del poema de Miguel Méndez Camacho, antes mencionado, poema que aparece publicado por MICHELLE RINCÓN en la revista Puesto de Combate No. 81.

Hago pública esta información para evitar que este tipo de situaciones se sigan presentando, ya que a medida que pasa el tiempo encuentro nuevas cosas sobre el tema, videos, lecturas, etc; siento que fueron vulnerados mis derechos de autor, y mi trabajo poético, un libro al que he dedicado mi tiempo fue puesto en riesgo, porque fue usurpado y presentado en varios concursos y lecturas bajo otro nombre. El ejercicio creador, la poesía fue traicionada; al ser suplantado un autor, un hecho íntimo fue falseado, al engañar a los lectores haciendo pasar como propio, la creación de otro».

Por su parte, Michelle Alexandra Rincón Cardona ha respondido con otro comunicado:

«Bogotá, 1 de febrero 2016

En respuesta al comunicado expuesto a la opinión pública por el poeta Saúl Gómez Mantilla el día 31 de enero de 2016 sobre asuntos relacionados con plagio hechos por mi autoría, anuncio:

1. Que efectivamente me presenté al Concurso nacional de Poesía Ciudad de Bogotá con el libro Escombros de la tarde, y con el seudónimo Acontista.

2. Que el poema que envié al concurso nacional de Poesía Casa Silva fue descalificado del Primer lugar por publicarse en mi muro de la red social Facebook en el 2014, violando así las bases de dicho evento. La Casa de Poesía Silva anunció públicamente este hecho mediante carta dirigida a sus lectores.

3. En cuanto al poema del escritor colombiano Miguel Méndez Camacho, Escrito en la espalda de un árbol, al compararlo con el texto Cosecha de pájaros (que ha sido reproducido en la revista Puesto de Combate # 81 y en otros medios audiovisuales), puede evidenciarse que tienen considerables similitudes. Esta situación la conoce el poeta Méndez Camacho desde finales del año anterior, cuando me comuniqué directamente con él comentándole la situación, y anunciándole verdaderas excusas.

4. En relación a lo descrito por el poeta Saúl Gómez Mantilla, solo puedo manifestar que mi intención nunca ha sido ni será perjudicarlo ni plagiarlo, cuya obra fulgura por sí misma en la reciente poesía colombiana.

Soy humana, y como tal cometo errores. Sé que este comunicado no logrará minimizar el daño producido. Se vuelve vulnerable la confianza depositada por amigos, escenario que incomoda y entristece. He aprendido que la poesía debe mantenerse limpia y honorable, como la máxima representación artística del hombre.

Asumo así las equivocaciones que por mi falta de experiencia y quizá por ingenuidad he realizado. Repito: soy humana, y como tal cometo y seguiré cometiendo errores.

Mis sinceras disculpas a los poetas Miguel Méndez Camacho, Saúl Gómez Mantilla, a mis posibles lectores, a mis amigos, y a todo aquel que directa o indirectamente se haya visto perjudicado por mi comportamiento.

Cordialmente,

Michelle Rincón Cardona».)

 

La poeta colombiana Michelle Alexandra Rincón Cardona —nacida en 1988— resultó ganadora el pasado 23 de octubre del Concurso Nacional de Poesía “El dolor y sus trampas”, que le fue retirado dos semanas más tarde: después de recibir una acusación de plagio, su defensa terminó perjudicándole aún más, al no admitirse poemas publicados en el concurso. El certamen está convocado por la Casa de Poesía Silva, una institución fundada en 1986 en la que residió el poeta José Asunción Silva, y que se dedica a la difusión de este género literario. Un jurado conformado por los escritores Roberto Burgos Cantor, Juan Gustavo Cobo Borda y Augusto Pinilla debió decidir entre los 2.507 poemas, recibidos tanto desde Colombia como del extranjero.

Michelle Alexandra Rincón Cardona obtuvo cinco millones de pesos por su poema “Constructor de ciudades”, presentado bajo el seudónimo Acontista:

Todas las rocas del mundo
son una sola.

Una sola tumba para las palabras
—los sueños
—los futuros perdidos.

Eco ahogado de todos los pasos simultáneos

Caída libre
—si es que hubiese libertad en la caída—

Constructor de ciudades que desconocen nuestros nombres.

No saben que ayer jugaba en sus parques,
Que me enamoré aquí
Y luego olvidé.

—que besé alguna vez sobre sus montones
—que la lluvia tintinea a su tacto

Pero de este no saben nada

Son como un padre desabrido

con el pelo siempre gris
que nunca encuentra tiempo para mí

El martes 3 de noviembre se difundió una acusación aún más grave: la del plagio, que ya había sido comunicada a la Casa de Poesía Silva el pasado 26 de octubre. La jovencísima escritora española Aurora Munt (Oviedo, 1998) había identificado en el texto de Michelle Alexandra Rincón Cardona varios de los versos de un poema de su autoría, publicado el 23 de septiembre de 2014 en el blog Ciudades esqueleto. No solo la aparición de «la lluvia» en el tramo final del texto, sino los cuatro últimos versos, de manera casi literal. En el poema de Aurora Munt leemos: «Pero de esto no sabes nada./ Eres como un padre desabrido/ con el pelo siempre gris/ que nunca encuentra tiempo para mí».

A la queja de la autora y de la editorial que publicará su primer libro, el sello mexicano Stillness & Blood, Michelle Alexandra Rincón Cardona reaccionó denunciando a la propia Munt por haber plagiado esos versos, que Rincón Cardona aseguraba haber difundido en Facebook en julio de 2015. Sin embargo, Stillness & Blood ha demostrado que la publicación en la red social ha sido manipulada: se publicó el 30 de octubre de este año, a las 13.12h —cuatro días después de que la Casa de Poesía Silva recibiera la notificación del plagio—, modificando la fecha para que apareciera como publicada el 17 de julio de 2014 a las 21.55h.

La Casa de Poesía Silva, organizadora del certamen, difundió el pasado 6 de noviembre un acta complementaria en la que se le retiraba el primer puesto en el Concurso Nacional de Poesía “El dolor y sus trampas”. Puesto que Michelle Alexandra Rincón Cardona declara que su poemaplagiado o no— se publicó más de un año antes del fallo del concurso, algo que manifiesta de forma «inequívoca», su poema lleva la contraria a «las bases del concurso en las que se establece que el poema debe ser inédito». ¿Fue peor el remedio que la enfermedad?

 

Comentarios en estandarte- 4

1 | Amílcar Bernal Calderón 10-11-2015 - 13:41:18 h
VENDER EL SOFÁ Convocaron al acto público donde darían el fallo del concurso y sólo asistimos dos ciudadanos de sombrero y mochila, aparte de los organizadores. Mientras esperábamos el comienzo de la ceremonia (estábamos sentados en una silla coja, estorbando en un corredor angosto por donde pasaban obligatoriamente, como cansadas hormigas, quienes iban a realizar algún trámite en esa institución) mi vecino me preguntó si yo había escrito un libro y lo había enviado a ese concurso. Al escuchar mi respuesta afirmativa se interesó en saber cuál era mi padrino, “porque a estos concursos toca venir apadrinado por alguno de los jurados u organizadores, compartir el dinero del premio con ellos o, en todo caso, tener algún vínculo con alguien importante del medio”, dijo con cara de pícaro. Yo le dije que no, que no tenía amigos en ese medio ni padrino en el concurso, que había escrito mi libro y lo había enviado sin pensar en utilizar recursos ilegales para conseguir el premio. Entonces me miró como a un gargajo negro sobre la blancura de la gasa, y no me auguró éxito alguno. ¡Y por supuesto, no lo tuve! De vuelta, en mi casa, me puse a pensar que si tuviera muchísimo dinero, como don Alfred Nobel, pero sin dinamita asociada a mi nombre, pondría una editorial que publicara gratis los libros de autores nuevos, dueños de un talento tal que la literatura me lo agradeciera con la sonrisa –que es el premio mayor- de los lectores. Y recordé que en alguna parte leí un artículo que recomendaba prohibir los concursos de literatura debido a la corrupción de los jurados, lo cual me pareció una locura similar al caso del señor cuya esposa le ponía cuernos con su amigo en el sofá de la sala, y para evitar ese fastidioso adulterio decidió vender el sofá. Y puesto que pensé que si no existen los concursos será imposible que surjan autores nuevos, que no publican las editoriales porque su desconocido nombre no garantiza dividendos, lo cual es más importante en el sistema capitalista que la belleza y el arte, entonces se me ocurrió, iluso, que la mejor solución sería que los jurados y organizadores de concursos actuaran honestamente; que el premio ofrecido al ganador no fuera dinero –motor de la corrupción- sino la publicación de su libro, el mejor, no el más apadrinado; y que si esto sucedía, a lo mejor los políticos del mundo seguían este ejemplo, de tal suerte que la sociedad, el medio ambiente, la literatura, el arte, estarían salvados, y cada persona andaría por ahí contenta con un libro bajo el brazo y un verso pintado en el rostro con trazos de caricia, gozando de la paz que a lo mejor estamos buscando equivocadamente, como el tonto señor que terminó solo, sin su esposa y sin su sofá. Amílcar Bernal Calderón.

2 | Ana 11-11-2015 - 16:12:52 h
En cuanto a premios, no están mejor las cosas en Colombia que en España... Si plagió, primer asunto grave; si no plagió, ¡estaba publicado! En cualquier caso, va en contra de las normas. Y miles de participantes estafados...

3 | 10-02-2016 - 21:46:38 h
Bien Amílcar...

4 | 25-02-2016 - 18:34:04 h
También plagió a Aurora Munt. Lo bueno: en colombia empezamos a reconocerla como lo que es.