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Antonio Muñoz Molina y el Premio Jerusalén
Aceptó el polémico premio, con un discurso sobre la tolerancia.
11 de febrero de 2013. Estandarte.com
Qué: Discurso de Antonio Muñoz Molina en el polémico Premio Jerusalén
Antonio Muñoz Molina ha recibido el Premio Jerusalén, a pesar de la polémica y de las voces críticas que le animaron a no hacerlo, como ha declarado en su discurso del acto de entrega del Premio Jerusalén, porque “un escritor no es un profeta, ni un canal de las voces humanas de la comunidad, ni un cura, ni tampoco un portavoz".
Nunca el Premio Jerusalén había despertado tanto interés en nuestras letras hasta ahora. Pero la semana pasada, días antes de la entrega, un grupo de intelectuales hizo circular la carta en la que, uniéndose a la organización Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), pedían al escritor jiennense que renunciase al premio. Se trataba del ensayista Stéphane Hessel, el poeta Luis García Montero, el dramaturgo John Berger, la escritora Alice Walker, el músico Roger Waters, los cineastas Ken Loach y Paul Laverty y el poeta surafricano Breyten Breytenbach.
En su discurso del Premio Jerusalén, Antonio Muñoz Molina ha declarado: “Nunca quedamos libres de los peligros de la intolerancia y el barbarismo, en muchas instancias convirtiéndonos nosotros mismos en intolerantes o bárbaros, si desarrollamos la certeza de que la razón absoluta está en nuestra parte o que otras personas no merecen los mismos derechos que a nosotros nos pertenecen (…) He sido un ciudadano en democracia durante la mayor parte de mi vida. Pero en mi niñez y en mis años de adolescente fui sujeto a una dictadura, y por ello se me permitió experimentar de primera mano la fea cara de la sumisión voluntaria a un líder, la brutalidad policial y la ortodoxia religiosa forzosa”.
Antes de ese discurso, en un encuentro con periodistas, Muñoz Molina explicó que en la citada carta era advetido de que si aceptaba el Premio Jerusalén sería “cómplice de la ocupación” y tendría “las manos llenas de sangre”. Y añadió: “Eso sinceramente me parece un poco absurdo", declara. "Una de las cosas que hace el escritor es luchar contra el cliché, el estereotipo... Cuando uno recibe una carta firmada por escritores llena de estereotipos, se dice 'podíamos habernos esforzado un poco más ¿no?'".
La postura de Muñoz Molina en el conflicto judeopalestino no es claramente a favor de los judíos, como muchos querrán hacer creer a partir de ahora. "La ocupación en Cisjordania y que no exista un Estado palestino es una desgracia. Una injusticia”, ha dicho a raíz de esta polémica. “Pero no lo digo yo, sino que me lo dicen gente que está aquí y sabe mucho más. Debe haber un Estado palestino con sus plenos derechos igual que Israel. No conozco a personas que sean más lúcidas y críticas hacia este Estado que algunos israelíes".
Lo que ha hecho Antonio Muñoz Molina en su discurso del Premio Jerusalén es arremeter contra cualquier tipo de intolerancia, criticar “tanto a los creyentes fanáticos como a los oportunistas políticos a los que les gusta alimentar y alimentarse de lo que el escritor David Grossman ha llamado ‘Los prejuicios y las ansiedades mitológicas en las que nos capturamos a nosotros mismos y atrapamos a nuestros enemigos’. Lo que la escritura logra es exactamente lo contrario. Leyendo literatura he aprendido a sospechar de las certezas y a apreciar los matices y las ambigüedades”, añadió. El autor realizó un elogio de la diversidad y la libertad al tiempo que hizo un alegato contra los fanatismos y la intolerancia.
En su discurso, además, citó a escritores judíos que tuvieron que escribir en silencio en los campos de concentración nazis, como Vassili Grossman o Victor Klemperer, pero también a Ana Frank, a Miguel de Cervantes o a Quevedo, todos ellos como ejemplos de "la buena escritura que habla en voz baja" frente a la que se hace para un gran auditorio.
Comentarios en estandarte- 2
1 | Amílcar Bernal Calderón
12-02-2013 - 14:07:40 h
Esta noticia cojea pues no dice a qué debía renunciar don Antonio Muñoz si rechazaba el premio: ¿Cuánto dinero representa el premio, por ejemplo? Porque eso nos diría cuánto vale la conciencia de don Antonio, y no si está o no está de acuerdo con la ocupación judía, que es, de sí, horrenda. Los señores de BDS tienen razón en su planteamiento, y ningún intelectual verdadero puede estar en desacuerdo con ellos, pero a veces el dinero y los honores valen más que cualquier valor para algunos hambrientos o necesitados de la fama.
2 | Estandarte.com
12-02-2013 - 17:34:07 h
Estimado Amílcar: el Premio Jerusalén que ha recibido Antonio Muñoz Molina está dotando con 10.000 dólares, a los que el escritor ha renunciado para cedérselos a una organización caritativa. No creemos que haya "precio" en este caso en la conciencia de Muñoz Molina... Un saludo.