¿Se puede separar la obra de su autor?

31 de diciembre de 2021. Estandarte.com

De entre los títulos finalistas a mejor libro de ensayo 2021, desde Estandarte hemos querido señalar como ganador a ¿Se puede separar la obra de su autor? Censura, cancelación y derecho al error, de la autora francesa Giséle Sapiro y publicado por Clave Intelectual.

¿Por qué? Porque ahonda en un tema a la orden del día, no solo por el peso en aumento del juicio popular, sino por el marcado carácter mitómano de la sociedad en que vivimos en la que, además, la industria cultural favorece la identificación del nombre del autor con una marca.

Giséle Sapiro es una filóloga que, a raíz de su contacto académico con Bourdieu, comenzó a ampliar su campo de estudios a la sociología y a interesarse por la intersección entre ambas disciplinas.

La relación entre los autores y su obra no es un tema nuevo en el estudio de Sapiro; ya en anteriores títulos como Escritores y política en Francia (2018) y La sociología de la literatura (2016) establecía lazos entre los autores y sus obras y la responsabilidad que, por ende, conlleva cada una de ellas.

De esta forma se confirma la idoneidad de Sapiro para tratar este tema y ofrecer una una – necesaria- reflexión sobre un debate que cada vez está más extendido.

Si tenemos en cuenta que la cultura de la cancelación ya ha trascendido la retirada de apoyo a quien está detrás de cualquier manifestación artístico y/o intelectual, para pasar en muchos casos al boicot y el linchamiento, favorecidos a su vez por medios como las redes sociales – carentes de filtro y moderación- y por los ritmos frenéticos con que fluye la información, se hace imprescindible imponer cierto sosiego y rigor al estado de la cuestión.

«No por ello se hace menos necesario intentar esclarecer las repercusiones de un debate confuso donde el estilo panfletario, que privilegia el ruido y la mala fe para descalificar al adversario, prevalece a menudo sobre la argumentación racional. Eso es lo que propone este pequeño ensayo: no se trata tanto de realizar un estudio sociológico de dichas polémicas como de diseccionar los argumentos esgrimidos y de poner en perspectiva filosófica y sociohistórica los dilemas que envuelven»

Nos adentramos en el tema a través de un espléndido prólogo de la filósofa Elizabeth Duval, encargada de acercarnos a este tema a través de casos vividos en la cultura española. ¿Cómo afrontar la admiración que se siente hacia la obra de Gil de Biedma cuando se ha sabido de sus episodios de pedofilia y prostitución de menores? ¿Es esta frontera moral de su vida privada un impedimento para reconocerle como artista?

Sapiro, por su parte, también nos plantea distintos ejemplos de la cultura y el ámbito intelectual del siglo XX, en su mayoría conocidos para el lector, para desarrollar su postura. Comportamientos que abarcan desde acciones en el ámbito privado a posicionamientos ideológicos que apoyan el antisemitismo o regímenes autoritarios.

¿Tenía sentido dar a Roman Polanski, condenado por violación, un premio César de reconocimiento a toda su carrera en pleno auge del movimiento MeToo? ¿Por qué no siguen los sectores artísticos las decisiones de otros como médicos y abogados e imponen sanciones por esa clase de comportamiento, si precisamente el cine y la moda tienen un problema estructural al respecto?

¿Y si de quien hablamos es de un intelectual tan reputado como Heidegger, conocido defensor de los crímenes del régimen nazi? ¿Debemos entender que toda su obra está exenta de la conciencia del autor?

«El tercer factor de diferenciación es el grado variable de consagración de los autores implicados, que incide en la repercusión local, nacional o internacional de la polémica y en sus implicaciones: revaluación de autores canónicos o en vías de canonización y de su legado intelectual a la luz de las revelaciones; cuestionamiento de las marcas de reconocimiento (premios, conmemoraciones) de los autores a quienes se considera indignos, ya se trate de escritores contemporáneos o de figuras encumbradas por la memoria colectiva. En todos los casos es la consagración lo que está en juego»

Sapiro defiende aquí el derecho al rechazo y a la protesta por parte de la sociedad receptora de las obras, entendiendo que se trata de una postura alejada de la censura y de que el juicio popular no va necesariamente unido a los tribunales, donde debe quedar amparada la libertad de expresión.

Podemos estar de acuerdo o no con la postura de Sapiro, para quien indudablemente no se puede separar al autor de su obra, pero hay consenso en lo necesario de dar rigor a este debate. Por esto y por la maestría con la que acerca y desarrolla su postura, en Estandarte creemos que es digno merecedor del título a mejor libro de ensayo publicado en 2021.