El Berlín de Tintablanca

27 de octubre de 2021. Estandarte.com

“A Berlín se le ha cantado poco, no se la ha querido lo suficiente. Berlín no tiene el aura romántica de París, la sólida tradición de Londres o el poderío de Nueva York. Es una ciudad de belleza áspera, misteriosa. Si hay algo que la defina es ese misterio. No se comprende a primera vista. Necesita que el viajero vuelva una y otra vez, necesita ser investigada”. Es la escritora y periodista Marta del Riego (La Bañeza, León, 1970) quien señala ese misterio de Berlín y lo hace desde el libro de viaje dedicado a la capital alemana de le editorial Tintablanca, en el que comparte autoría con Jorge Arranz. Ella se ocupa de los textos y él de las ilustraciones, y entre los dos han creado una obra deliciosa que alimenta las ganas de viajar hasta allí –no una, sino muchas veces–, descubrir esa ciudad en la que nadie se siente forastero, palpar su modernidad, reconocer su parte oscura, su belleza, su feísmo…

Berlín se recorre en diez capítulos (‘Berlín en construcción’, ‘Ostalgie, nostalgia del Este’, ‘El bosque infinito’, ‘Mitte, el antiguo barrio judío’, ‘Ciudad proletaria’, ‘¡Peligro arte!’, ‘David Bowie en el salvaje Oeste’, ‘Ciudad Multikulti’, ‘Soy berlinesa, gracias a Dios’ y ‘Huir de Berlín: Postdam’) por los que Del Riego sigue las huellas de la industrialización, bucea por el antiguo barrio judío, comparte su fascinación por la riqueza cultural y artística de una ciudad en la que vivió cerca de cinco años y a la que vuelve de vez en cuando –no solo físicamente, también a través de su escritura, como ocurre en su novela: Mi nombre es Sena (Harper Collins, 2016)–.

En la línea de la colección Máxima de Tintablanca, el libro deja sitio para que el lector/viajero plasme sus impresiones, anécdotas, curiosidades, recuerdos... –lo que sea, a través de escritos o dibujos o, quizás, pegando un billete de metro o la cuenta de aquel café–. Esas páginas en blanco permiten personalizar todavía más estas guías de autor, que más que perderse en datos útiles, se entretienen en retratar el alma de las ciudades. A su alma le dan forma grandes escritores, pintores, músicos (por ejemplo, David Bowie, que vivió en Berlín dos años y de allí surgió su Trilogía de Berlín), los visitantes que la han pregonado; sus monumentos, museos y galerías; sus cicatrices y sus patios; los grafitis y los vagones del metro...

Jorge Arranz (Madrid, 1956) es un veterano en esto de dibujar ciudades. Empezó con Madrid, su ciudad, y de su mano han surgido ilustraciones icónicas de la capital. Cuaderno en mano, ha viajado por todo el mundo (Francia, Japón, Italia, Nueva York…) y en esta incursión en Berlín recrea la vida urbana y le coge el pulso; hace eso que tan bien explica en su web (jorgearranz.com): “Pasear por la ciudad con un cuaderno y una pluma me permite aprender de lo que me rodea, descubrir la esencia que se esconde detrás de la apariencia: las ciudades respiran y sus edificios cuentan con una vida autónoma”.

Esta sugerente invitación a recrearse por las calles de Berlín está acabada en una edición fantástica y encuadernada en tela de algodón de alta calidad. “Nuestros libros están hechos con mimo, reposo y delicadeza. Son una pieza de alta artesanía”. Piezas para conservar y completar; perfectos compañeros de viaje, aunque estos se hagan desde el sofá de nuestro piso.

De momento, con Tintablanca, además de a Berlín, uno se puede trasladar a: Londres (Raquel Peláez e Inma Serrano); Roma (Mercedes Cebrián y Miguel Herranz), Nueva York (Mariano López y Miguel Ángel Berges), París (Use Lahoz y Blanca Lacasa), Madrid (Carlos Aganzo y Ximena Maier), Barcelona (Carlos Zanón y Lara Costrafeda) yÚbeda (Manuel Mateo Pérez y Paco Montañés).