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Max y Moritz, de Wilhelm Busch

Un cuento clásico. Una delicatessen para bibliófilos y estetas.

18 de marzo de 2012. Estandarte / Impedimenta

Qué: Max y Moritz Autor: Wilhelm Busch Editorial: Impedimenta Año: 2012 Páginas: 72 Precio: 16 €

Impedimenta nos ofrece un pequeño capricho bibliófilo y esteta, Max y Moritz, uno de los cuentos más famosos, divertidos y gamberros del mundo, con las magníficas ilustraciones de Wilhelm Busch y la brillante traducción (¡en verso!) de Víctor Canicio. Max y Moritz está trufado de humor negro. Escrito en rimas en 1865, narra las siete fatídicas travesuras de los malvados Max y Moritz, antecedentes de todas y cada una de las parejas maléficas del cómic moderno, y precursores de la historieta literaria más gamberra. De la maldad del dañino dúo no se libra nadie: viudas, maestros, gallos y gallinas, sastres, pasteleros y tíos carnales. Todos ellos caerán irremisiblemente bajo el tremebundo azote de sus crueles tropelías.

Wilhelm Busch (Wiedensahl, 1832 - Mechtshausen, 1908) es, con Goethe, Thomas Mann o Schiller, uno de los más conocidos y queridos autores de la literatura alemana. Busch, el mayor de siete hermanos, nació en Wiedensahl en 1832, en el seno de una familia de comerciantes. En 1852 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes. Tras enfermar de tifus, en 1853, regresó a su hogar, y al recuperarse de la enfermedad empezó a coleccionar sagas, cuentos y canciones populares para ilustrarlas. Al año siguiente se mudó a Múnich; allí sería donde, en 1865, publicaría su obra más conocida, Max y Moritz, que se convirtió en un éxito inmediato que ha logrado llegar a la categoría de clásico popular y perenne best seller. Busch sufrió varios envenenamientos por nicotina durante su vida, pero no murió hasta 1908, de insuficiencia cardíaca. Está considerado por la crítica moderna como el “Abuelo de los Cómics”.

Víctor Canicio (Barcelona, 1937), el traductor de esta edición, vive en Heidelberg. De su larga dedicación a la enseñanza del español y la traducción literaria surgirán distintas obras en las que refleja sobre todo su obsesión por la palabra, siendo su trabajo más reconocido esta traducción de Max y Moritz, realizada para la editorial dtv y que Impedimenta acaba de recuperar.

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