La soledad del corredor de fondo, de Sillitoe

30 de enero de 2013. Estandarte.com

La soledad del corredor de fondo (The Loneliness of the Long Distance Runner) de Alan Sillitoe es uno de esos títulos tan repetidos, buenos y fáciles de recordar, a pesar de su extensión, que uno cree haberlo leído, aunque puede que no sea así…

Es posiblemente la obra más conocida del autor inglés, del que Impedimenta, la editorial que ahora lo devuelve a las mesas de novedades con traducción de Mercedes Cebrián y prólogo de Kiko Amat, ya publicó Sábado por la noche y domingo por la mañana.

La soledad del corredor de fondo (uno de los libros más esperados de este año 2013), publicada en 1959, es una obra de referencia en la novela social británica, un inolvidable testimonio sobre los perdedores que sin poder evitarlo trae consigo el estado del bienestar.

La obra se compone de varios relatos. En el que le da título, La soledad del corredor de fondo, Alan Sillitoe nos presenta a Colin Smith, un joven de clase obrera que vive en un barrio de Nottingham con su madre viuda, el amante de ésta y sus tres hermanos pequeños. Su vida no es ejemplar, pero lo será aún menos cuando robe una panadería y acabe en un reformatorio. Una vez allí, se aficionará a correr y, gracias a sus cualidades como atleta, obtendrá unos privilegios que no desea para sí. Finalmente tendrá que elegir entre el éxito como héroe deportivo y la soledad del corredor de fondo.

La profunda ira que domina a los habitantes de las ciudades industriales inglesas, abocadas a la desesperación, es el gran protagonista de la obra, una realidad que continúa hoy tan vigente como lo fuera hace más de medio siglo, y que sigue alimentando la ficción en nuestros días: basta ver los temas del cine británico actual, de Ken Loach a Andrea Arnold.

Alan Sillitoe nació en Nottingham en 1928, en el seno de una familia de clase obrera. Abandonó los estudios a los catorce años y poco después entró a trabajar en la fábrica de bicicletas Raleigh, en Nottingham, al igual que lo había hecho su padre. En 1946 se unió a la Royal Air Force y trabajó como operador de radio en Malasia. Regresó a Inglaterra tras contraer la tuberculosis y tuvo que guardar cama en un hospital durante casi año y medio, lo que le permitió dedicarse a la lectura. Gracias a una exigua pensión del ejército, pasó los siguientes siete años deambulando entre Francia y España.

Fue a mediados de los cincuenta, en la isla de Mallorca, cuando empezó a escribir, animado por el poeta Robert Graves. Ya por entonces había conocido a la que sería su compañera de por vida, la poeta norteamericana Ruth Fainlight. Su libro de relatos La soledad del corredor de fondo, publicado en 1959, terminaría por confirmar a Sillitoe como uno de los más importantes narradores de su generación. Escribió más de cincuenta obras, incluyendo poesía, teatro y cuentos para niños, además de veinticinco novelas. En 1995 publicó su autobiografía, Life without Armour. En 1997 fue elegido miembro de la Royal Society of Literature. Murió el 25 de abril de 2010 en el Hospital Charing Cross de Londres, tras una larga batalla contra el cáncer.

Alan Sillitoe está considerado uno de los “Jóvenes airados británicos” (The angry young men) de los años 50, entre los que también se encuentran John Wain, Kingsley Amis y Bernard Kops.