A sangre y fuego, de Chaves Nogales

15 de julio de 2021. Estandarte.com

Con este libro, el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales (1897-1944) nos redescubre la estremecedora realidad de un enfrentamiento civil. No escribe sobre episodios “históricos”, no relata batallas, y no habla de personajes sino de personas, unas personas anónimas, pero no ficticias, que representan las dos Españas: ahí están todos sean del bando que sean, seres valientes, cobardes, sanguinarios, compasivos, leales o traidores.

En cada uno de los relatos –todos auténticos, los vio o se los contaron– el autor dibuja con lucidez las sensaciones y la sinrazón que provoca la guerra, cuando el hombre deja a un lado la conciencia y se convierte en un ser dominado por la violencia, el resentimiento o la venganza, esto es, cuando cambia razón por fanatismo y clasifica al otro como enemigo, sin otro motivo que estar en la línea contraria.

Y pone como ejemplo su experiencia, Chaves Nogales se describe como “un ‘pequeñoburgués’ liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria”. Se le podía definir como un escritor amante de la cultura, un periodista, un trabajador intelectual, que siempre tuvo la verdad, viniera de donde viniera, como premisa en su trabajo; no era equidistante, era objetivo, condición que le convirtió en sospechoso para los “radicales” de cualquier color: “De mi pequeña experiencia personal, puedo decir que un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros”, escribe en el prólogo del libro donde cuenta su experiencia como director del diario madrileño Ahora hasta que, iniciada la guerra, desilusionado y desgarrado por el terror y la sangre, decide, a finales de 1936, dejar España al tiempo que el gobierno de la República se traslada a Valencia.

Pocos meses después y no sin grandes esfuerzos, los relatos salen a la luz. Son nueve historias que emocionan y duelen, con protagonistas de carne y hueso, que se mueven entre sus ideales y la presión del entorno, que matan y son implacables, que se sienten desilusionados unos, orgullosos otros, que viven y mueren.

Conmueve el ardor, la conciencia crítica y la valentía de Bigornia, herrero, hábil mecánico, vital, anarquista, unido a las milicias y que lucha sin denuedo hasta la muerte pese a la dolorosa desilusión que le atenaza: “Su vieja fe en el pueblo la había perdido para siempre en Extremadura, viendo a los obreros y a los campesinos armados huir como borregos delante del ejército. Sus utopías anarquistas se esfumaron en el momento mismo en que sintió por primera vez en su vida el deseo de ser un déspota con fuerza bastante para fusilar en masa a los millares de milicianos que se negaban a batirse”. El desengaño dibuja la figura de Arnal, personaje tenaz, encargado de inventariar y proteger el tesoro artístico de un pueblo castellano, Briesca, mientras que la desesperación es el acicate de Daniel, que quiere ser libre pero que muere convertido en miliciano y “batiéndose heroicamente por una causa que no era la suya. Su causa, la de la libertad, no había en España quien la defendiera”. Más duros son Arabel, un miliciano carente de piedad o compasión, miembro de la Escuadrilla de la Venganza y el comunista Valero que en el relato titulado Massacre, Massacre sacan a relucir lo peor del ser humano; y tan crueles como ellos son los caballistas, cura incluido, que parten con el marqués y sus hijos a la captura de bandidos rojos; y leemos sobre los que espían, delatan, persiguen, sufren, sienten piedad… 

Y así hasta terminar la lectura, lenta y estremecida, de unos relatos que, como cuenta María Isabel Cintas en una interesante introducción que nos acerca al autor, ven la luz gracias a los trabajos de investigación que inició la Diputación de Sevilla para recuperar los escritos –-entre ellos, A sangre y fuego– de Chaves Nogales tras cincuenta y cinco años de olvido. Precisa también que en esta edición de Libros del Asteroide se incluyen dos textos inéditos El refugio y Hospital de sangre que narran dos episodios de los bombardeos alemanes sobre Bilbao.