Umbra, la primera novela de Silvia Terrón

25 de agosto de 2019. Estandarte.com

Silvia Terrón (Madrid, 1980) presenta su primera novela, Umbra, que no es su primera obra. Terrón, poeta, periodista y traductora, dirige la revista literaria Alba París, dedicada a la difusión de la literatura hispanoamericana en Francia. Silvia Terrón ya publicó poemarios como Doblez (Liliputienses, 2014) y Las veces (La Isla de Siltolá, 2015).

En esta, su primera novela y quinta apuesta de Mercedes Cebrián como editora de Caballo de Troya en 2018, la autora imagina la vida futura de la especie humana en un mundo hostil de tinieblas y silencio, proponiendo una reflexión sobre la comunicación, una especie de arqueología sobre un pasado remoto que es nuestro presente, planteando cuál será la evolución de la especie humana. Silvia Terrón plantea en Umbra una inquietante metáfora sobre el futuro de la especie humana que nos hace reflexionar básicamente sobre dos vectores: el cambio climático y el papel de las nuevas tecnologías.

Umbra transcurre en un futuro donde los humanos están privados de su capacidad de emitir sonidos y el planeta se divide entre una región de luz y otra de sombra -Umbra-, que da nombre a la novela.

Los ecos de las voces de nuestro presente se fosilizaron en un mineral -ecoral- que es fuente principal de energía. Las clases altas tienen la posibilidad de liberar, rompiendo en fragmentos el mineral, el eco prisionero que suena una última vez antes de desaparecer. La escasez del mineral provoca que parte de la población de la región de sombra -Umbra- viva privada de voz y entre tinieblas, comunicándose de manera táctil.

¿Es posible sobreponerse a ello? ¿Cómo se puede reconstruir nuestra vozen un mundo de silencio y oscuridad?

"Seguís inhalando y expirando, y a través de la repetición todo se oxida. Es claridad lo que buscáis: querríais que las cosas no se degradasen. Que estuviera todo dicho y no hubiera lugar para lo no dicho en vuestras vidas. Para eso habría que agotar el instante y, una vez exprimido al máximo, detener el tiempo. ¿Pero qué haríais en un momento suspendido en el que no pudierais serviros de trucos: ni voz, ni eco, ni luz, ni historias? Lo eterno os viene grande".