Rottingdean, de Beatriz Ramírez de Arellano

18 de octubre de 2021. R. Gamboa

Que el terror está de moda, está claro. Comencé la lectura de Rottingdean con recelo al no ser habitual lector del género. Sin embargo, a medida que me fui adentrando, la trama me atrapó. Con una evidente influencia de Lovecraft y Stephen King, la autora, Beatriz Ramírez de Arellano, que desborda imaginación, consigue sumergir al lector en una lectura absolutamente amena, fluida y ágil.

La crisis económica y la muerte de los dos hermanos mayores, son las razones por las que Amelia y sus padres deciden abandonar Madrid e irse a vivir a Rottingdean. En esta ciudad costera del sur de Inglaterra, está la mansión victoriana que la madre de Amelia ha heredado y en la que piensan construir un hotel. La llegada de Amelia a Rottingdean activa una serie de experiencias paranormales que la llevarán a ella y a sus amigos, Ethan y Lilian, a investigar qué sucedió a finales del siglo XIX. A conocer la vida de dos primas, Justine y Keira, y de Axel, el marido de esta última. Tres existencias miserables que condenaron sus almas.

Los capítulos de Rottingdean transcurren en dos épocas diferentes. En la Inglaterra victoriana, donde las apariencias y los excesivos moralismos marcaban el comportamiento de la alta sociedad; y en la época actual que, aunque moderna, en la novela exhala una envolvente atmosfera gótica. En abril de 1887, una boda, la de Keira y Axel se ve interrumpida por el suicidio de Justine. Keira, tras descubrir el cadáver de su prima, comienza a comportarse de una manera excéntrica y caprichosa. La familia intenta que vuelva a ser la misma, pero su trastorno es más insondable de lo que sospechaban. Casi siglo y medio después, en 2019, Amelia, descubre unos cuadernos en un viejo escritorio de la mansión. Los recupera para emplearlos en la universidad, pero cada vez que escribe sobre ellos, entra en un trance que le lleva a desvelar la verdad de Rottingdean Hill House. Junto a Ethan, un inesperado compañero de clase, y Lilian, su extravagante amiga, desenmarañarán el enigma de la casa y de los aterradores sucesos que allí se vivieron.

Los personajes son inmensamente humanos, con aristas que enriquecen su credibilidad. La debilidad de unos se compensa con la fuerza de otros; la maldad de unos, es reparada con la benevolencia de otros. Unos equilibrios que fijan la atención del lector en el enigma, en la necesidad de construir el rompecabezas.

Rottingdean es la primera novela de Beatriz Ramírez de Arellano. Tras años de trabajo como analista financiera en una multinacional americana  de gran consumo, se volcó en su gran pasión, la literatura infantil y juvenil. Con escenas realmente sobrecogedoras, la autora demuestra una capacidad enorme para el registro entre lo fantasmagórico y lo terrorífico, creando toda una trama coherente, bien estructurada y dosificada.  

En definitiva, aún siendo una novela dirigida a un público “Young Adult”, es perfecta para devolver las ganas de leer a los jóvenes que hayan abandonado el placer de la lectura.