Los niños desaparecidos

08 de junio de 2020. Estandarte.com

Los niños desaparecidos es el título del debut literario de Patricia Gibney, una autora irlandesa que ha arrasado en las listas de libros con más de un millón de ejemplares vendidos en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia. A finales de septiembre estará en España para promocionar su novela, publicada por Principal de los libros en su sello Principal Noir, e intentar repetir las buenas cifras.

A la novela le han puesto los calificativos de apasionante, escalofriante o adictiva. Se puede definir como una combinación de la novela policial clásica con ciertos aspectos –el suspense, por ejemplo– de la serie Broadchurch, aquella de la cadena británica ITV sobre la investigaciónde la muerte de un niño en extrañas circunstancias y cuyos estragos hacen resentirse a una comunidad entera. Pero Los niños desaparecidos añade una particularidad que la hacen rabiosamente actual: incorpora la trama de los abusos sexuales de la Iglesia católica, un argumento que periódicamente, por desgracia, vuelve. 

Los hechos tienen lugar en Ragmullin, una ciudad ficticia de Irlanda, donde aparece el cuerpo de una mujer ahorcada dentro de la catedral. Unas horas más tarde, encuentran a un hombre ahorcado en un árbol de su jardín. Los fallecidos, ¿los asesinados?, trabajaban juntos en el ayuntamiento de Ragmullin y, además, tienen el mismo extraño tatuaje en la pierna. La conexión entre los dos es evidente, pero ¿qué se esconde tras esa misteriosa marca? Encargada de descubrirlo será la inspectora Lottie Parker, a quien la policía asigna el caso. La investigación la conducirá hasta Saint Angela, un antiguo orfanato de la Iglesia católica gestionado por curas en los años setenta que esconde un pasado muy oscuro. Pero cuando Lottie está muy cerca de conocer la verdad, dos adolescentes desaparecen: comienza una cuenta atrás. ¿Conseguirá la inspectora atrapar al asesino antes de que ataque de nuevo?

La protagonista Lottie Parker merece unas líneas, pues no solo lo es de esta novela, sino de las siguientes que ha escrito  Patricia Gibney. Y es que Los niños desaparecidos fue su primera obra y la primera que llega ahora a España, pero desde que la publicara en 2017 ha tenido continuación con otros libros –aún no traducidos– que sitúan a la inspectora Parker al frente de una serie o saga literaria. Como la propia autora, el personaje de ficción es una mujer constante, fuerte a base de soportar adversidades, viuda y madre de tres hijos. No es casualidad. La historia del personaje se mezcla con la biografía de Gibney hasta pasar a formar “parte de la familia” como explica la autora en su web. Allí explica que quedó viuda tras la muerte de su marido por un cáncer fulminante. Entonces Patricia Gibney se sumió en una profunda depresión de la que salió gracias a la escritura, algo que siempre había tenido en la cabeza y practicado de manera poco ortodoxa y que en ese momento se propuso recuperar y sistematizar. Se formó mediante diversos cursos, trabajó mano a mano con una agente literaria y, después de algunos fracasos y disgustos, llegó la publicación primero en digital y luego en papel, el éxito, las ediciones y traducciones para todo el mundo. Los derechos ya se han vendido a diez países, entre los que se encuentran Francia, Italia o Noruega. El grupo Hachette compró Bookouture, la editorial donde Gibney publicó inicialmente sus libros en formato electrónico, para hacerse con sus libros, que ahora edita en papel. En España Principal Noir publicará toda la serie de libros protagonizados por la inspectora Lottie Parker; sin demasiado riesgo se puede afirmar que se trata de un alterego de la valerosa autora.