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La divorciada, de Ursula Parrot
La historia personal de Ursula Parrot es el germen de 'La divorciada', una novela que nos presenta a esta escritora desconocida.
30 de noviembre de 2024. Catalina León
Qué: La divorciada Autor: Ursula Parrot Traducción: Patricia Antón Editorial: Gatopardo Ediciones Año: 2024 Páginas: 299 Precio: 20,85 €
El asombroso rito es el mismo de siempre: buscas en las páginas webs de las editoriales, sobre todo de esas en las que confías, para hallar el siguiente libro que vas a leer. Esto es lo que hacemos los lectores. En esa búsqueda hay un libro que te llama la atención. Lees la sinopsis, te fijas en la autora, te gusta de la cubierta. Te enamoras del libro. A partir de ese momento quieres leerlo y hacerlo cuanto antes. Disfrutarlo. Tenerlo.
De vez en cuando una atrevida editorial independiente publica un libro de una autora de la que no has oído hablar. Sería imposible de enumerar el número de casos tomando como referencia solamente este primer tercio del siglo XXI. El auge de esas editoriales hace posible que cada vez sean más los casos de descubrimiento o redescubrimiento de escritoras que están olvidadas, que no han sido nunca traducidas o que tenían guardados sus libros en algún cajón de la cómoda o en una vieja maleta.
El caso de Irène Némirovsky es sintomático: sus hijas hallaron los cuadernos donde guardaba su novela inédita y sin acabar Suite francesa. Esto supuso un hallazgo increíble pero, en realidad, no solo abrió la puerta editorial a esa novela sino que nos mostró a una autora que no conocíamos a pesar de que había publicado mucho en su tiempo. Hay un gran número de escritores descubiertas de mil y una formas.
El último caso es Ursula Parrot.
Su peripecia vital nos demuestra que la dificultad de las mujeres para llevar a cabo con cierto confort y seguridad una carrera literaria no se circunscribe solamente a conflictos bélicos, persecuciones políticas, exilios o extrañamientos, sino que también, y sobre todo, es una cuestión meramente doméstica: lo complejo que resulta para una mujer el abordaje de esa vocación en condiciones de espacio y de tiempo adecuados. Y lo difícil que resulta que te tomen en serio. Quiero ser escritora diría en la cocina Edna O'Brien a Ernst Geblèr, su escéptico marido. ¿Perdona?
Lo decía Virginia Woolf en su luminoso ensayo Una habitación propia, lo puso de manifiesto Jane Austen con su trayectoria, se sigue observando en un número importantísimo de escritoras desde entonces. Y no en vano la cocina es la habitación propia de muchas.
Ursula Parrot, autora de La divorciada
Ursula Parrot (1899-1957) es una mujer inteligente y preparada, que estudió en Radcliffe College y quería ser reportera en Nueva York. Estamos en los años veinte del siglo XX. Ursula no contaba, cuando se casó con un influyente periodista, que el divorcio le traería no solo problemas personales, angustias y sinsabores, sino también el ostracismo profesional: el señor Parrott llamó una por una a todas las cabeceras importantes para que no contrataran a su mujer.
No puede extrañarnos que esta historia personal sea el germen de La divorciada, una novela publicada por Gatopardo ediciones en 2024 y que nos presenta, por fin, a esta escritora desconocida.
Su éxito en 1929 fue inmediato y luego llegaron otros. A esa época debe corresponder una foto que se conserva de la autora en la que aparece la mar de elegante, con una sonrisa confiada, un sombrero nuevo y un ostentoso cuello de pieles. Hasta Edith Wharton había sabido que el sombrero era el aditamento necesario para visitar a un editor y tener éxito en las pesquisas. Incluso el mundo del cine se interesó por esas historias tan pasionales y cotidianas que escribe Ursula.
Pero, sin saber cómo, o inevitablemente (y aquí se puede recordar el caso de Lucia Berlin) en los años cuarenta y cincuenta la gente se olvidó de su escritura, se olvidó de sus libros y se olvidó de ella. Y olvidada ha permanecido, olvidada murió en un hospital de caridad y en esa condición de olvidada reaparece para nosotros en esta suerte de justicia poética. Solo por ese olvido merece la pena leer La divorciada y conocer a Ursula.
El único hijo que tuvo, Marc, escribe el epílogo a la edición de 1989, que es la que aquí se toma como referencia. Lo hace poco antes de morir él mismo. Ursula tuvo que ocultar su embarazo al marido, y esconder al hijo después, porque el padre se negaba a que naciera y ella tenía miedo. Marc Parrot habla de su madre sin disimulos y sin ocultar esa dicotomía entre generosidad y despilfarro; entre disponibilidad y desidia. Ursula no era una mujer perfecta y su vida en los últimos años estuvo llena de peripecias que bien merecerían quizá otra novela. Una especie de descenso a los infiernos que la hicieron terminar en la beneficencia no sin antes haberse asegurado de dar a su hijo, como él mismo confiesa, la mejor educación.
Es esa personalidad poliédrica la que nos llama a la hora de acercarnos a su libro. No vamos a juzgarla, como ella no lo hace con su protagonista; ni siquiera vamos a opinar sobre quién tuvo la culpa de todo aquello. Basta mostrar y lanzarle cierta mirada de compasión, al tiempo que la recordamos en su momento más espléndido: emborronando páginas para sus novelas.
Sinopsis de La divorciada
Sinopsis: A Patricia la ha abandonado su marido, Peter, y eso que son el matrimonio perfecto. Llevan una vida estupenda y envidiable en un entorno lleno de diversiones, fiestas, lujos, bebidas, revistas de moda y encuentros excitantes. Pero él se ha cansado de ella y la ha dejado de un día para otro, pasando a ser una mujer soltera en un ambiente frívolo, o, lo que es lo mismo, una mujer expuesta. Nada mejor que tratar todo esto con ironía, de otro modo parecería que leemos a las Brontë.
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