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El asedio de Troya, de Theodor Kallifatides

Narra la obra de Homero y la historia de un pueblo invadido por los nazis.

01 de agosto de 2021. Estandarte.com

Qué: El asedio de Troya Autor: Theodor Kallifatides Editorial: Galaxia Gutenberg Año: 2020 Páginas: 152 Traducción: Neila García Precio: 16,90 €

El asedio de Troya, de Theodor KallifatidesComo el padre que inventa un juego para que el estruendo de las bombas no asuste a su hija y así consigue cambiar pánico por risa, la profesora de esta novela entretiene a sus alumnos durante los bombardeos contándoles una historia. No es divertida, pero ella no pretende provocar la risa. Quiere acercar a sus alumnos a uno de los grandes clásicos de la literatura universal, que hunde sus raíces en la misma tierra de la que ellos son –Grecia–. La maestra logra lo que Theodor Kallifatides (Mololai, Grecia, 1938) se ha propuesto: recuperar en El asedio de Troya la Ilíada y utilizarla para reflexionar sobre el ser humano.

El autor llevaba mucho tiempo meditando sobre la forma de abordar la obra de Homero. Sabía que presentar una versión era un asunto controvertido, pero también que la Ilíada ahora apenas se lee: poca gente se acerca a una historia contada en más de 400 páginas en verso y mucho menos alguien de 14 o 15 años. Él tenía esa edad cuando un rapsoda recitó un pasaje en su clase. Le pareció algo maravilloso y desde entonces ha leído y releído ese gran poema épico muchas veces, en griego y en traducciones a distintas lenguas.

En su novela, recupera el argumento, se olvida del verso y deja a un lado los mitos, quiere mostrar a los seres humanos, a esos hombres que además de guerreros son padres, amantes y amigos, a esas mujeres que son más que símbolos de belleza, que sufren y aman, que pasan miedo y toman decisiones… Facilitando la lectura, Kallifatides ensalza ese gran canto contra la guerra que creó Homero. En boca de la maestra –la Señorita como se la conoce en la novela– las batallas, los celos, los conflictos de honor, la crueldad, las amistades…, fluyen y despiertan la curiosidad y la reflexión de unos alumnos que quedan atrapados, que se emocionan y encuentran similitudes con lo que ellos están viviendo. Como las encuentra el lector, dándole así la razón a Kallifatides. Al tiempo que narra la Ilíada, el escritor cuenta la historia de su pueblo durante la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial. Y en esa narración en paralelo evidencia que por muchos siglos que hayan pasado hay cuestiones que el ser humano no ha aprendido ni superado.

El relato que protagonizan Ulises, Agamenón, Aquiles, Héctor y Paris, entre otros muchos, se interrumpe una y otra vez por sirenas o por el fin de la clase que da lugar a charlas entre el protagonista (ese niño narrador que tanto tiene de Kallifatides) y su amiga Dimitra o a un partido de fútbol del pueblo contra los alemanes. El deseo de venganza que mueve a los guerreros de Troya es el mismo que amenaza a los habitantes del pueblo tomado por los nazis; cambian el tiempo y los personajes, pero la guerra se mantiene como fuente de lágrimas y el relato demuestra que en ella no hay vencedores, todos pierden. Ese es el mensaje que quería recuperar Kallifatides, por eso, sin soberbia y sin querer reemplazar a Homero –como indica en el epílogo–, se embarcó en esta aventura narrada en dos tiempos con ese acertado juego de paralelismos y concebida por el autor en sueco (la traducción es de Neila García).

Kallifatides emigró a Suecia cuando tenía 25 años y allí ha desarrollado su carrera literaria en la lengua del país escandinavo, salvo excepciones como ese relato íntimo y maravilloso que concibió en griego, Otra vida por vivir, también editado por Galaxia Gutenberg, editorial que trabaja en la incorporación de más títulos de este autor a su catálogo.

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