'La buena vida', de Sara Fratini

10 de marzo de 2015. Estandarte

La buena vida, de Sara Fratini, es uno de esos libros que transmiten alegría verdadera: sus ilustraciones, tan sencillas como hermosas, no necesitan un estallido de color —le bastan el blanco, el rosa y el negro— para inyectarnos el buen rollo.

Las mujeres de Sara Fratini bailan cuando son felices y bailan, también, cuando están tristes. Las ilustraciones de La buena vida —un libro armado con ilustraciones y una breve frase, a modo de pie y de mensaje— cultivan la locura, juegan con la pereza —¡y la defienden!— y, siempre que pueden, aprovechan la visita de los monstruos para darles la vuelta.

Sara Fratini reivindica la imperfección, es más: se plantea qué es, y por qué tildar de perfectos o normales a unos cuerpos, y condenar los otros. Con su lápiz dibuja un mundo en el que uno puede quedarse y coquetear con sus miedos sin perder el entusiasmo por la vida, que no es fácil, pero es buena.

Sara Fratini nació en Venezuela en 1985. Ella misma cuenta que, a los tres años, ya intentaba dibujar con los pies. Fratini cursó la licenciatura de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y estudios de ilustración en Francia. En 2012 se mudó a Italia para poder dibujar todos los días y hacerse cargo del festival internacional de cine La Guarimba, en el que organiza una exposición anual de carteles de artistas de todo el mundo.

Noticias relacionadas:
- La vida es corta y luego te mueres