Ojo de Oro, de Alejandro Jodorowsky

08 de mayo de 2012. Estandarte.com

Llega a las librerías Ojo de Oro, el nuevo libro de Alejandro Jodorowsky, compuesto por cerca de 3.000 tweets, más de 1.000 preguntas con respuestas breves y 64 reflexiones con los hexagramas del mítico I Ching. Jodorowsky los llama metaforismos, pensamientos condensados en 140 caracteres, que como bien sabes, son los mismos que un tuit.

En Twitter estos actos escuetos semejan disparos psíquicos, adquiriendo un tinte surrealista. Pueden ofender o hacer reír, su objetivo es provocar un cortocircuito mental que extraiga al consultante de los hábitos que lo aprisionan, haciéndolo abrirse a lo inesperado, ahí donde un aire nuevo aporta semillas de felicidad, comenta el autor.

Ojo de Oro parte del deseo de Alejandro Jodorowsky de convertir su lema "Re-evolución poética, la Conciencia al poder!" en mensajes para Twitter que, a diferencia de lo que suele suceder en esta red social, abandonen el terreno de lo personal y se lancen de cabeza a lo universal, hablando sólo de temas exentos del aroma a ombligo que se desprende de tantos tweets, explica Jodorowsky.

La tarea se convirtió en un juego enriquecedor: cualquier pensamiento tenía que ser condensado en una frase de 140 caracteres como máximo. A las frases, por su implacable impersonalidad, las llamé metaforismos. Escarbé en antologías de refranes de todos los países, y transformándolos o desviándolos hacia significados psicológicos, los llamé psicoproverbios. Lo más difícil de todo fue, cuando me bombardearon con preguntas sobre problemas personales, condensar los actos de psicomagia en tan pocas palabras.

Alejandro Jodorowsky (Tocopilla, Chile 1929), tarólogo, terapeuta, novelista, guionista de cómics, actor, director de teatro y cine de culto, ha creado dos técnicas terapéuticas que han revolucionado la psicoterapia en numerosos países. La primera de ellas, la psicogenealogía, sirvió de base para su novela Donde mejor canta un pájaro y la segunda, la psicomagia, fue utilizada por Jodorowsky en El niño del jueves negro. En su autobiografía, La danza de la realidad, desarrolla y explica estas dos técnicas.