Hachette responde a Amazon

12 de agosto de 2014. Emilio Ruiz Mateo

La disputa entre Amazon y Hachette por el precio y porcentajes de beneficios del libro electrónico se está convirtiendo en el culebrón del verano, al menos en lo que a información editorial se refiere. En el capítulo de hoy, Michael Pietsch, el máximo responsable ejecutivo de Hachette, ha respondido a la invitación a la protesta que Amazon ha hecho a sus usuarios…

Como ya te hemos contado, Amazon envío un mensaje a los usuarios de Kindle Direct Publishing (su herramienta de autopublicación), invitándoles a escribir a su vez al CEO de Hachette para forzarle a aceptar las negociaciones que en estos momentos desarrollan ambas empresas. En ella comparaba la resistencia del sector editorial ante el libro electrónico con la que se produjo en el nacimiento, poco antes de la Segunda Guerra Mundial, del libro de bolsillo. “Queremos precios más baratos para los libros digitales, pero Hachette no”, se puede leer en la carta.

A todo ello Hachette ha respondido acusando a Amazon de intentar aumentar sus propios beneficios. “La pelea se ha producido porque Amazon busca mayor beneficio y cuota de mercado a expensas de los autores, las librerías y nosotros mismos (editoriales como Hachette)”. Los que escribieron a Hachette siguiendo las consignas de Amazon están recibiendo ahora la respuesta de Michael Pietsch, CEO de Hachette.

Pietsch desmiente las acusaciones de complot con otras editoriales que ha recibido por parte de Amazon: “Fijamos los precios por nosotros mismos, no conspirando con otros”. Respecto al precio de los ebooks, la mayor razón de desencuentro en opinión de Amazon, Hachette se posiciona explicando que “Los ebooks no soportan los 2 o 3 dólares de costes de impresión, almacenaje y envío que tienen los libros en papel, pero su precio final sí recoge toda la inversión necesaria para editar”, haciendo referencia a la inversión en diseño, producción, marketing, almacenaje, protección antipiratería y demás.

Por último, Hachette pide a Amazon que acabe con las sanciones impuestas a sus productos (Amazon retrasó las fechas de entrega de los libros editados por Hachette, al reducir al mínimo las existencias, y eliminó la posibilidad de comprar sus libros por anticipado). “Estamos negociando de buena fe”, concluye Michael Pietsch, "esas medidas de castigo son innecesarias, algo que no esparábamos de un socio fiable”.

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