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Los libros electrónicos buscan lectores
La tendencia del libro electrónico es incipiente, pero podría ser el futuro.
22 de diciembre de 2000. Estandarte.com
¿Libros o e-libros? El dilema encuentra un nuevo sentido en la Web cuando se trata de inculcar en los consumidores nuevos formatos de lectura. La tendencia de los libros electrónicos es incipiente, aunque podría ser el futuro para la industria editorial. Es un trabajo a largo plazo, donde hay mucho por mejorar. Todo parece estar en el aire y no hay todavía un modelo económico a seguir, dicen los pocos especialistas
En América Latina uno de los precursores en libros electrónicos fue el diario argentino Clarín con su edición digital Clarín.com. El pasado mes de junio lanzó gratis en Internet la novela La resistencia, del escritor Ernesto Sábato, dos semanas antes de su venta en librerías. Para acceder a la novela se podía bajar de la Red el programa Glassbook o el diario enviaba un cedé gratuito. Alrededor de 41.000 lectores obtuvieron el libro en Internet, y esto no afectó su venta en librerías. A los pocos días, lanzaron la versión 'puntocom' de la novela Una noche con Sabrina Love, que fue leída por 23.000 personas. El sitio ofrece la lectura gratuita y el audio de poemas de Mario Benedetti y pronto se inaugurará en la Red La Biblioteca digital de escritores argentinos, con 50 clásicos de la literatura local.
Un adelantado en e-libros es el escritor brasileño Paulo Coelho, que tiene su propia página (www.paulocoelho.com.br), en la que se pueden descargar capítulos de algunos de sus libros de manera gratuita.
Las ventajas económicas por ahora no son directas. "Por el momento, el beneficio es la experiencia y sumar base de lectores. Es un mercado experimental", afirmó Guillermo Culell, gerente de contenidos de Clarín.com. Con todo, las tecnologías digitales cambiarán la industria editorial; en esto hay acuerdo.
Las compañías que apoyan los e-libros dicen que serán fáciles de usar. Por ejemplo, Microsoft Corp. y Adobe Systems tienen dos productos gratuitos rivales que permiten leer libros bajados de la web.
Pero muchos piensan que el futuro de los e-libros dependerá más bien del éxito o fracaso de su incorporación en aparatos más manejables, como computadoras de bolsillo y lectores portátiles. La suerte está echada: ¿libros o e-libros? El mercado dará la respuesta.
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