Pasión por leer. Pasión por escribir.

Portada > Noticias > El español, nuestro idioma > ¿Masculino genérico o lenguaje inclusivo? ¿Qué son?

¿Masculino genérico o lenguaje inclusivo? ¿Qué son?

La norma y las posibles alternativas del masculino genérico.

28 de febrero de 2024. Estandarte.com

Qué: uso del masculino genérico

El uso del masculino genéricoLa reivindicación de un lenguaje no sexista parece una moda a la que le empieza a aparecer alguna resistencia. El debate está abierto y eso –debatir, cuando significa escuchar y argumentar– siempre es positivo.

Hay muchas cuestiones a tratar, una de ellas sería determinar si el lenguaje es sexista o lo es el uso que se hace de él. Partiendo de aquí, la polémica está servida.

La Fundéu (Fundación del Español Urgente) ha elaborado un análisis sobre el lenguaje inclusivo (una pequeña guía sobre todo lo que está pasando, la llaman) que pone el foco en aspectos prácticos interesantes. Pararse a pensar en ellas ya es constructivo.

Una de esas cuestiones es el uso del masculino genérico. Ante la acusación de que el abuso de este masculino genérico ha conducido a la invisibilización de la mujer en muchos terrenos, la Fundéu recuerda la norma: el masculino es el género no marcado, es decir, que «los sustantivos masculinos no solo se emplean para referirse a los individuos de ese sexo, sino también, en los contextos apropiados, para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie sin distinción de sexos».

La última Gramática académica expone principalmente dos motivos en defensa de este masculino genérico:

–La economía lingüística: se considera que las alternativas, como desdoblar cada apelación en dos géneros, son un circunloquio innecesario la mayor parte de las veces.

–La concordancia gramatical: ante soluciones como el desdoblamiento sistemático, pasaría a ser mucho más complicada.

La Fundéu consciente de que se están produciendo cambios –recoge el ejemplo del entrenador de la selección femenina de baloncesto que utiliza ‘nosotras’ en vez de ‘nosotros’ al hablar de lo que había hecho su equipo porque él es el único hombre en ese grupo de mujeres– registra la evolución en este tema: “Los cambios gramaticales son más lentos y complicados que los ortográficos o léxicos. No solo necesitan campañas o detonantes aislados, sino que deben ser cambios generalizados: cuando la mayoría de los hablantes en su día a día, con naturalidad, entiendan que el femenino es más adecuado que el masculino en algunas situaciones y lo empleen así, estaremos ante un fenómeno mayoritario; este uso del femenino será un consenso tácito en la mente de los hablantes. Y entonces la Gramática académica, notaria de la lengua, previsiblemente registrará que el masculino ya no es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto”.

Eso ha ocurrido ya en nombres que tradicionalmente eran masculinos y que pasaron a ser comunes y, de ahí, a tener una forma femenina plena, sobre todo aquellos relacionados con ámbitos a los que la mujer se ha ido incorporando paulatinamente (el socio, la socio, la socia; el juez, la juez, la jueza…).

Para evitar el masculino genérico se suele acudir al desdoblamiento léxico: la mención expresa de los dos géneros (compañeros y compañeras, diputados, diputadas…). La Gramática académica reconoce que el desdoblamiento es una tendencia reciente, de intensidad variable, que parece más propia de algunos textos periodísticos, de medios oficiales, del lenguaje administrativo o de los textos escolares que del habla espontánea que se escucha en las calles.

La Academia considera que el desdoblamiento es necesario cuando el contexto puede inducir a duda y requiere aclarar o subrayar que el colectivo está formado por personas de ambos sexos; también lo acepta como marca de cortesía en los vocativos. Sin embargo, en el resto de casos considera que resulta artificioso y, como veíamos antes, que se trata de un «circunloquio innecesario cuando el empleo del género no marcado es suficientemente explícito para abarcar a los individuos de uno y otro sexo».

La Fundéu considera que el desdoblamiento es una alternativa válida en determinados contextos, pero que no debe abusarse de ella porque puede convertir los textos en ilegibles y hastiar al lector. 

Las guías de lenguaje inclusivo ofrecen otros recursos para sustituir el masculino genérico sin necesidad de acudir solo al desdoblamiento. Son opciones que la Fundéu recoge como estructuras correctas:

–Sustantivos colectivos: la ciudadanía por los ciudadanos; el alumnado por los alumnos…

–Sustantivos epicenos: como cónyuge, persona, víctima, clientela plantilla.

–Sustantivos abstractos: dirección, presidencia, alcaldía, secretaría, etc.

–Paráfrasis: el ser humano por el hombre o el personal administrativo por los administrativos, la clase trabajadora, la comunidad educativa...

–Omisión del sujeto: pueden enviar su currículo a… en lugar de los interesados pueden enviar su currículo a…, se podrá reclamar en... frente a el afectado podrá reclamar en…

–Empleo de relativos: quien solicite la ayuda por el que solicite la ayuda. 

–Reformulaciones: tienen mucho interés por están muy interesados.

–Aposiciones explicativas: se contratará personal docente, tanto hombres como mujeres, para el cuidado de…

–Omisión del sustantivo en algunas construcciones: entrada gratuita para menores de 12 años en lugar de para niños menores de doce años.

–Determinantes y pronombres sin marca de género: cada participante por los participantes.

Sin embargo, ante opciones como el uso de la @, la x o la e para evitar las desinencias del masculino genérico la Fundéu es más crítica. Expone que se trata de un buen recurso gráfico (funciona bien en lemas y pancartas), pero su pronunciación es complicada y puede llevar a errores en los casos en los que sea necesaria una transcripción auditiva automatizada o en los que la @ tenga sentido como símbolo que indica una dirección electrónica o en las redes sociales. Además, la confusión aumenta porque la @ y la x ya son utilizadas por colectivos LGTBI para aquellas personas que no sienten identificadas con los sexos femenino y masculino.

Comentarios en estandarte- 24

1 | María Fernanda 12-09-2011 - 19:07:44 h
Ya era hora de que alguien con cabeza distinga entre género y sexo, sin complejos. ¡Enhorabuena a la Consejera de Educación del Principado de Asturias, Ana Isabel Álvarez González!

2 | Helena 12-09-2011 - 20:56:00 h
Ya era hora de aplicar el masculino genérico, nos estábamos volviendo un poco gilipollas y gilipollos.

3 | Carla 12-09-2011 - 21:03:09 h
Yo no diría que la consejera de Asturias obliga al uso del masculino genérico sino al uso correcto del idioma español, que bien maltratado lo tenemos.

4 | Rafael 12-09-2011 - 21:04:24 h
Olé por la consejera de Asturias.

5 | Alonso 12-09-2011 - 21:07:18 h
¿Cuándo el resto de consejeros de las Comunidades Autónomas de España harán la misma recomendación de uso del masculino genérico?

6 | Gonzalo 12-09-2011 - 22:03:10 h
¡Que nos manden a Andalucía a la Consejera de Educación de Asturias!

7 | Lolo 13-09-2011 - 09:44:55 h
Sí, sí, que la manden p'Andalucía!

8 | Javier 13-09-2011 - 10:29:41 h
Si la consejera de educación Ana Isabel Álvarez González consigue con este gesto que aprendamos qué es el masculino genérico, muchos alumnos ya habrán aprendido más lengua española que en todo el curso anterior.

9 | Samuel 13-09-2011 - 11:36:24 h
Propongo que la estupidez del "alumnos y alumnas" sea penado con una multa de un euro que se abone a la cuenta de la Real Academia Española.

10 | Olga 13-09- 13-09-2011 - 15:06:47 h
Felicito a la Consejera por el acierto de esta resolución y ojalá cunda el ejemplo

11 | Jaloque 13-09-2011 - 17:39:08 h
Sencillamente la Consejera sabe usar correctamente la "lengua española" y sus normas. Ha aplicado el sentido común que, por lo que se veía, era el menos común de los sentidos. Seguramente fue una alumna brillante y lo demuestra.

12 | Leon 13-09-2011 - 19:27:32 h
¿Qué tal el uso de un género verdaderamente neutro : Alumnes, maestres, amigues, etc?

13 | Enrique de Trastámara 13-09-2011 - 19:35:50 h
Más que un género neutro, a mí eso me suena a catalán... Qué lío todo esto, amigooooooos...

14 | Jaime G. 13-09-2011 - 19:40:26 h
León, ¿pero qué chorrada es esa del término neutro? ¿De qué idioma hablas?

15 | XAVIER 13-09-2011 - 19:55:44 h
Hay que ser retorcido para pensar que esta decisión es machista y que se intenta invisibilizar a las mujeres con ello. Estoy seguro que los verdaderos problemas de las mujeres no son cuestión de letras escritas ni formas de hablar.

16 | Angelica 13-09-2011 - 20:18:56 h
Flor de estúpida la consejera ésta. Ni siquiera sabe QUÉ ES el lenguaje, no digamos ya el idioma español. Y flor de estupidez la invención del masculino genérico. En realidad ella está hablando del neutro, del que tampoco sabe nada. ¿Cómo es posible que una persona tan ignorante ocupe el cargo de "consejera de educación"? Renuncie, señora, renuncie y dedíquese al bordado en realce.

17 | Matilde 13-09-2011 - 20:33:11 h
Me parto con esta polémica del género neutro. Nos muestra como somos.

18 | Marta 14-09-2011 - 12:10:03 h
Bien por la consejera. A mí no me representan las feminazis que se gastan las subvenciones publicar panfletos para "todos y todas", sino quienes hacen algo efectivo por una igualdad real, no la de la paridad obligatoria y la tortura del lenguaje.

19 | alicia danesino 18-09-2011 - 14:33:50 h
Soy feminista de la 1º hora, estoy a favor del masculino en los textos pues es una manera de ahorrar palabras y se sobreentiende cuando se habla o discursea, el que no lo comprenda, VAYA AL DICCIONARIO.

20 | Petra Regalada 23-09-2011 - 14:32:17 h
Pues yo, contradiciendo a la consejera de Asturias, paso del masculino genérico y su obligación y les digo... ¡Hola, alumnos y alumnas!

21 | Manolo 27-09-2011 - 00:22:27 h
Recomiendo a nuestros políticos y a nuestras políticas que exijan que a los electricistas los llamen electricistos... O mejor aún, que estudien gramática española y aptendan que hay nombres de género masculino, femenino, neutro, común, epiceno y ambiguo. y de camino, que se detengan especialmente en los nombres de género común. Que no son masculinos, sino comunes para ambos sexos. Como el caso de estudiante, Casrmelita, taxista, niño (referido al colectivo de "niños y niñas", hombre (idem de "hombres y mujeres")juez (horrorosa la palabra jueza), etc.

22 | Narciso 17-11-2011 - 16:55:05 h
¿En Asturias es obligatorio el uso de masculino genérico? ¡Vaya tela!

23 | carmen 11-06-2018 - 22:07:38 h
La consejera asturiana no es adecuada para ocupar un puesto como el que ocupa. La lengua española se está utilizando mal desde que el macho quiere estar por delante de la mujer y las mujeres como estas que aplauden a la sra. consejera por la iniciativa tan machista y retrógrada que ha tomado, que no es otra que más de lo mismo, son las que perpetúan el machismo. Anteponer el masculino al femeníno como genérico es vulneración la gramática española la que dice que el artículo que precede al nombre debe tener la misma desinencia. Se dice la abogada y no la abogado, la médica y no la médico, la técnica y no la técnico. Me río de la gente que habla atropellando la lengua como lo hacen la sociedad y medios de comunicación. Sra. consejera de educación asturiana a la calle. Hay que hablar correctamente y utilizar el masculino como genérico es fomentar el machismo y consecuentemente aumenta la violencia de género. hay que utilizar las dos formas cuando hay un colectivo de mujeres y señores, y no la masculina o buscar alternativas lingüísticas. Rechazo de plano el masculino como genérico, o de la misma manera podemos escoger el femenino como genérico.

24 | José María 24-03-2020 - 18:43:13 h
Menuda payasada ¿ahora vamos a hablar así? esto es ideología y política pura. No existe ningún problema con el lenguaje, las palabras no tienen sexo, el género de la palabra no es equivalente al género humano, una "escopeta" no más femenina que una mujer, aunque tenga el mismo género. El genérico masculino tiene una función informativa "incluir", y el femenino especifica o excluye, de esa manera cumple su labor, transmitir información. Los demás problemas solo están en la cabeza de las feministas, yo tengo un diagnóstico: paranoia.