'Evidencia' no siempre significa 'prueba'

10 de agosto de 2019. Estandarte.com

Nos suena más a novela negra o a película de intriga, pero la Fundéu BBVA —manteniendo las buenas costumbres— nos anima a utilizarla en el mejor de los sentidos: el correcto. No debemos utilizar evidencia como sinónimo de prueba, puesto que «solo se pueden considerar evidencias las pruebas determinantes en un proceso».

El diccionario de la Real Academia de Española incluye dos significados de evidencia. El primero de ellos alude a la «certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar»; en este sentido, una evidencia no necesita pruebas. La segunda acepción se refiere a la «prueba determinante en un proceso». Según esta información, y tal como precisa el Diccionario panhispánico de dudas, se desaconseja el uso sistemático de evidencia para cualquier prueba; la Fundéu especifica que «solo son evidencias las pruebas concluyentes y no las accesorias o secundarias».

Por influencia de la voz inglesa evidence, que sí se utiliza para nombrar cualquier prueba, cada vez resulta más frecuente su uso con este valor más genérico e impreciso. Ocurre en ejemplos como Las evidencias no son concluyentes, pero los padres parecen elegir escuelas privadas pensando que son más ordenadas y La juez determinó que las evidencias no son suficientes, por lo que el futbolista se salvó de una condena en prisión.

Sin embargo, teniendo en cuenta lo que nos indica la Fundéu, el término apropiado es pruebas, puesto que el contexto nos aclara que no son evidencias. De esta forma, las frases correctas serían: Las pruebas no son concluyentes, pero los padres parecen elegir escuelas privadas pensando que son más ordenadas y La juez determinó que las pruebas no son suficientes, por lo que el futbolista se salvó de una condena en prisión.