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Los errores de los escritores novatos

Algunos trucos para no cometer fallos muy elementales.

26 de septiembre de 2019. Alejandro Quintana

Qué: Errores típicos de escritor principiantes Autor: Alejandro Quintana

Nadie nace enseñado. Todos hemos aprendido a leer y escribir en la escuela, incluso nos han enseñado reglas básicas de redacción. Como en la caligrafía y en la gramática, en los comienzos de la narrativa es sencillo cometer fallos muy elementales. Al igual que con el tiempo aprendiste a escribir sin (apenas) faltas de ortografía, con el tiempo puedes mejorar el estilo de tus textos. Observa estos tres errores al escribir en los que todo narrador ha caído en sus inicios y comienza a detectarlos.

Error #1: exceso de adverbios acabados en “-mente”

Qué sencillo es abusar de los adverbios terminados en “-mente”. Es cómodo, práctico, eficiente… y feo. Delatan dos rasgos principales de un escritor que no le hacen quedar en buen lugar:

-Escritor novato, con poca práctica en el dominio del lenguaje y sus normas
-Escritor perezoso, que no revisa a fondo el texto

No estoy diciendo que estos adverbios sean feos e ineficientes. Lo que es malo es la repetición constante de los “obviamente, cabalmente, constantemente, realmente, simplemente…”. Observa la cantidad de ellos que utilizas. Si en un mismo párrafo o en párrafos seguidos has usado dos o tres, seguro que puedes sustituir algún “desgraciadamente” en un “por desgracia…”

Puedes escribir tantos “-mente” como quieras cuando estés creando. Ayuda a avanzar porque es el recurso fácil, no te obliga a detenerte para buscar una frase mejor y así puedes continuar tu vorágine creativa. Pero después, en la fase de revisión, fíjate cuántos de ellos puedes eliminar.

Seguramente te sorprenderás. Mejor dicho: con toda seguridad quedarás sorprendido.

Ten en cuenta estas normas de estilo cuando decidas emplear un adverbio terminado en “-mente”:

-Conservan el acento de su raíz: débil = débilmente; jamás se acentúa la terminación.
-Si quieres poner dos de ellos seguidos sólo es necesario mantener la forma “-mente” en el último: “Se tendió allí, dulce y serenamente”…
-…o bien separar dos de ellos por comas para dar un matiz más subjetivo: “Se tendió allí dulcemente, serenamente”.
-Debes evitar la forma enfática “yo personalmente”: es una redundancia.
-Los adverbios “mayormente” y “mismamente” son considerados vulgarismos. Las formas más acertadas son: Mayormente = principalmente (o también “sobre todo” si quieres evitar el adverbio); mismamente = precisamente.

Truquillo: puedes usarlos para ponerlos en boca de personajes, en el diálogo, cuando quieras resaltar su escasa cultura.

Recuerda: no es malo usar estos adverbios, lo realmente malo es abusar de su utilización.

Error #2: variar el tiempo de la narración

Comienzas a escribir, te entusiasmas, te metes en la historia, te apasionas, las palabras acuden a ti como un torrente, no puedes parar de escribir, las escenas se agolpan, los acontecimientos se suceden… en algún momento has pasado de contar tu historia en tiempo pasado a tiempo presente. O al revés. O a ratos en uno o en otro tiempo, según tu inmersión en el relato.

Es muy corriente que suceda esto, no te preocupes. En fases avanzadas de escritura incluso se puede utilizar como recurso narrativo (escribiré un post sobre esto cuando hable del tiempo narrativo y los puntos de vista).

También es frecuente cambiar la persona gramatical del narrador: comienzas contando la historia en tercera persona (él hacía) y pasas a contarla en primera persona (yo hacía).

De nuevo te aconsejo que no detengas ese estado de creatividad torrencial para subsanar este error. Para eso está la revisión, pero debes tomar conciencia del problema cuando corrijas. Con la práctica dejarás de saltar de un tiempo verbal a otro y a ser más consciente de tu propia voz narrativa, así como de la voz del narrador.

Recuerda: debes tener en cuenta el tiempo verbal con que empiezas a narrar y la persona gramatical del narrador.

Error #3: pasar olímpicamente de la ley causa-efecto

Este es un fallo a menudo difícil de detectar sin una lectura a fondo. Se produce cuando una situación se resuelve de manera “milagrosa” o un personaje cambia de actitud o pensamiento sin que un acontecimiento provoque dicho cambio. Es decir, saltarse a la torera la máxima siguiente: todo efecto está precedido por una causa.

Ejemplo: “el hombre estaba sentado, contemplando en un estado absorto cómo crecía la hierba de su jardín. De repente, se levantó presa de un frenesí incontenible y se dirigió a la cocina, donde devoró con ansia un bocadillo de chorizo”.

¿Cuál es el desencadenante de ese frenesí incontenible? ¿Cuál la sucesión lógica de pensamientos que le hace levantarse, que le hace ser consciente del hambre?

Cuidado con los “de repente, de pronto, en un momento dado…”.

Puedes hacer actuar a tus personajes por impulsos, hacerles tener reacciones imprevistas… pero asegúrate de dejar claro que los personajes se comportan así por un motivo que les hace ser así.

Igual sucede con las situaciones. No puedes resolver un asesinato sin haber hallado todas las pistas. Pasito a pasito, siguiendo una sucesión coherente de acontecimientos. Queda fatal, dicho sea de paso, sacar un as de la manga en el último instante para cuadrar algo que no has sabido resolver. ¿Al asesino se le cae del bolsillo el casquillo de la bala asesina? ¿Es esa la prueba irrefutable? ¡Vamos, anda, no me tomes el pelo! Porque esa sensación es la que le produce al lector.

En tu relato o novela nada debería suceder por azar, y cuando esto suceda, debes decirlo, remarcarlo, dejar patente que la casualidad juega un papel relevante en la historia; que es casi protagonista. De todas formas, la suerte o el azar pueden ser consecuencia de una cadena de acontecimientos cuyas causas que los ponen en marcha desconocemos.

El escritor Paul Auster domina a la perfección este concepto, el cual ha llegado a ser una parte central de su temática, casi una obsesión… a menudo no bien entendida.

Recuerda: cada acto tiene su consecuencia y cada consecuencia está asociada a los acontecimientos precedentes y también a los futuros. Cuando escribas ten presente este principio: Toda acción conlleva una reacción, no hay reacción sin una acción previa.

En conclusión: prestando atención a estos tres detalles, mejorarás sensiblemente tus textos. Denotará preocupación por la forma de escribir, un cierto cuidado en lo que dices y cómo lo dices. Es un signo de profesionalidad, de conocer las reglas básicas del oficio, de no ser un novato en cuestiones narrativas.

Todos, repito, todos los escritores hemos caído en algún momento dado en estos errores. No se nace enseñado, son fallos básicos, son parte del proceso de aprendizaje. Es incluso positivo cometerlos en estadios tempranos de la creación narrativa: ayudan a estar alerta, a tomar en serio las revisiones necesarias.

Se pulen con práctica y, aunque no sea así, en el proceso de corrección se pueden subsanar con mucha facilidad… siempre y cuando sepas detectarlos.

(Publicado originalmente en Oficio de escritor)

Comentarios en estandarte- 8

1 | Jose 09-10-2013 - 17:17:59 h
Es muy gracioso que al final escriba: "Publicado originalmente en...". Y el autor "especialista" dice de sí mismo (en su web): "Soy escritor y manager de ventas, principalmente". Un "manager" de ventas dando lecciones de literatura. Uf.

2 | Novl 05-09-2014 - 15:25:44 h
No importan de quien vengan los consejos o criticas, siempre y cuando ayuden. Muy util el articulo. PD: Si, los acentos me dan flojera ¡Y que?

3 | Alma 26-07-2017 - 19:18:30 h
Yo creo que el principal error de un escritor novato es el de no revisar a fondo los textos, especialmente llevados por la euforia. En el texto también dan otras pistar para evitar errores muy interesantes para los escritores principiantes.

4 | La pobrecita habladora 26-07-2017 - 20:16:47 h
Y el último truco, este va para @Jose, es hacerte a la idea de que sólo hay cuatro gatos que pueden vivir de la escritura a tiempo completo. Así que si te apasiona escribir, búscate un empleo que te permita seguir vivo. Y escribe.;-)(La tilde en el sólo es totalmente intencionada).

5 | Syren 30-07-2017 - 19:35:42 h
Me agradó. Gracias.

6 | javier 02-07-2018 - 16:15:13 h
Interesante su blog. Llevo años escribiendo. Tengo alguna duda.Si se escribe una frase en pasado, obviamente los demás verbos se escriben en pasado, pero por ejemplo le pongo esto y me dice qué ve... Si digo: El usurpador había derrotado al rey y tomó el país o El usurpador había derrotado al rey y había tomado el país. Las dos opciones son buenas o la segunda es buena. También pongo este ejemplo: No podían confiar en él y se quedó aislado. O decir No podían confiar en él y se quedaba aislado. ¿Cuál es la buena? ¿Las dos son las adecuadas? ¿o la primera? Quedo a les espera de sus noticias. Un saludo.

7 | Arturo 25-07-2018 - 20:33:09 h
El articulo es bueno, lástima que solo copie y pegue la información del creador.

8 | KMarc 03-07-2019 - 00:14:45 h
Estaba buscando algo puntual, cuando encontré este artículo y pensé: Esto ya lo leí antes. Volví a Google y encontré el original de Alejandro Quintanilla. Me he devuelto a este y eres Alejandro Quintanilla. Me alegro que sea así, porque ya te hubiera pegado el link del original y te diría que no seas "maluco, dando copy/paste" a artículos de otros. Sí, me da verguenza, pero me gana la ética. No hay algo que me moleste más en la vida es ver una y un mil veces el "mismo" post repetido "a puntillas" en otros blogs. Creo que entre los errores, el más díficil de detectar, y corregir, es no saber usar los tiempos verbales correctos. Hay muy poca información de su correcto uso, por qué existen errores frecuentes, cómo detectarlos y cómo aprenderlos: he estado casi dos años estudiándolos para incluirlos en mi propio blog y que mis 125 seguidores, se enteren y puedan mejorar ese punto. :P PD: Una de las causas por las que las personas no escriben bien, es porque no han aprendido a LEER. No leen las "letras pequeñas", ni los ejemplos, ni la cursiva en las paginas de la RAE, se saltan información por pereza. Es como cuando veo comentarios en videos de YouTube de esto o aquello y TODA la información está en la caja de comentarios. Por ello, siempre es importante ver quien es el autor de un artículo y cuando lo ha publicado, solo así sabremos si es de su autoría o no cuando lo vemos en otro lado.