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El asterisco: usos, funciones y ejemplos

Cómo se usa este signo ortográfico en forma de estrella.

27 de marzo de 2024. Estandarte.com

Qué: El asterisco: usos, funciones y ejemplos

El asterisco: función, usos y ejemplosMirando hacia atrás en busca de los inicios de este signo ortográfico en forma de estrella descubrimos que ganó impulso en la Edad Media (el desarrollo del árbol genealógico de las familias prominentes, necesitaba de un símbolo propio para especificar la fecha de nacimiento de sus integrantes) llegando hasta hoy donde, aparte de los usos que vamos a ver, también tiene una tarea a cumplir en el rico mundo de las redes sociales, bien como corrector de un error, bien como sustituto de la negrita para destacar la importancia de un texto.

Pero, ¿qué es el asterisco? Voz de origen griego, es para el Diccionario de la lengua española un “Signo ortográfico auxiliar en forma de estrella (*) que se utiliza, entre otros usos, como llamada de nota y, en lingüística, para indicar que una forma, palabra o frase es hipotética, incorrecta o agramatical”.

¿Cuáles son, entonces, sus usos? Empecemos por aquellos que forman parte de nuestra cotidianidad, los chats, tan inmediatos, tan útiles, tan abiertos y tan dados a saltarse alegremente las reglas. Pues bien, gracias al asterisco podemos corregir erratas o errores ocasionados unas veces por las prisas, otras por culpa del corrector y algunas por la proximidad entre algunas letras del teclado como, por ejemplo, la b y la v, con los consiguientes malentendidos o la irritante sensación de aparecer como un ignorante de la ortografía. La solución es casi instantánea: ¿escribimos no tubo más remedio que salir? Pues inmediatamente corregimos el error en un nuevo mensaje poniendo la palabra errada delante o detrás de un asterisco: *tuvo.

Sirve también para sustituir a la negrita (y esto también vale para los tuits y otras formas de escritura cuando no se cuenta con este medio tipográfico) colocando la palabra a recalcar entre asteriscos y sin espacio (la decisión es solo *tuya*).

Seguimos indagando con la ayuda de la Ortografía de la lengua española, elaborada por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la lengua española, editada por Espasa, donde destacan cinco funciones que siguen conservando, unas más que otras, vigencia en la actualidad:

Como llamada de nota “para indicar que habría de interpolarse en ese punto alguna glosa, acotación, advertencia o, sencillamente un fragmento de texto olvidado”, texto que, como sigue explicando, se añade en el margen, a pie de página o al final del texto marcándolo con el signo empleado en la llamada. Y recuerda que se trata de sistema acumulativo por lo que si el texto contiene muchas notas es preferible echar mano de otros medios como cifras o letras, salvo en el caso de fórmulas o tablas numéricas ya que llamarían a errores de interpretación.

Con valor diacrítico en textos pertenecientes a distintas disciplinas a las que el asterisco puede otorgar “(…) valores muy heterogéneos al elemento al que se aplica (…)”. Ejemplos: está en los formularios electrónicos para indicar los espacios que hay que rellenar obligatoriamente; aparece en referencias bibliográficas (siempre antecediéndola) para distinguir las obras citadas de las consultadas; y se antepone a una palabra o construcción para indicar que incumple las reglas gramaticales (*Tú venir a…).

Con función delimitadora. Muy infrecuente en la actualidad –pero interesante siempre que se disfrute aprendiendo–, la ortografía nos recuerda que en ediciones tradicionales se colocaban tres asteriscos bien en línea o bien en forma de triángulo para señalar el final de un artículo o de un capítulo. Hoy se dejan unas líneas en blanco.

En este sentido, en los versículos litúrgicos (oraciones, salterios, etc.), el asterisco precedido y seguido de espacio se insertaba para ayudar a la correcta colocación de las pausas en la lectura o recitación: Porque el señor conoce el camino de los justos; *mas la senda de los malos perecerá”.

Como indicador de elisión. Las palabras malsonantes quedan reducidas a tres o más asteriscos (vete a la p*** calle), aunque es más habitual cambiar el asterisco por los puntos suspensivos. También, aunque está en completo desuso, se acude a él cuando no se quiere dar a conocer un nombre propio, o una zona geográfica (la reunión se celebrará en casa de E***, que está frente al puerto de A***).

Como indicador de resalte tipográfico. Lo hemos visto en el caso de chats y tuits, esto es, se pone entre asterisco y sin espacio todo aquello que queremos que llame la atención cuando no se cuenta con la negrita. Pero además nos enteramos que “este empleo moderno deriva de su uso tradicional entre editores y tipógrafos para encerrar las palabras que debían imprimirse con resalte u otro tipo de letra”. Interesante.

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