Detrás de dos puntos: ¿mayúscula o minúscula?

24 de abril de 2024. Estandarte.com

Como la respuesta a la pregunta de si hay que optar por mayúscula o minúscula detrás del signo de dos puntos (:) no se puede responder más que con un depende, lo mejor es empezar recordando para qué sirve este signo de puntuación.

Según la definición del Diccionario de la lengua los dos puntos es: “Signo ortográfico (:) que detiene el discurso para anunciar lo que sigue, normalmente enumeraciones, ejemplificaciones o citas textuales. Se emplea también para expresar relación semántica entre dos oraciones yuxtapuestas; aparece tras las fórmulas de saludo; se emplea como separador en la expresión numérica de la hora; por ejemplo, en 9:45, y puede utilizarse como signo de división en expresiones matemáticas; por ejemplo, en 25 : 5 = 5”.

La pausa que marcan los dos puntos es mayor que la de la coma y menor que la del punto. Su misión es detener el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente. En Las 100 dudas más frecuentes del español (Instituto Cervantes. Espasa, 2019) agrupan sus usos en dos: conector de dos elementos dentro de una misma unidad de sentido o introductor de una unidad nueva.

Es en este último caso ­–cuando introduce una unidad independiente– cuando los dos puntos preceden a mayúscula. Así ocurre cuando dan paso a la reproducción de citas o palabras textuales, que irán entrecomilladas (El profesor lo dijo muy clarito: “No quiero ni un móvil en clase”); cuando se emplean tras las fórmulas del encabezamiento de cartas y documentos –en este caso, las palabras que siguen a los dos puntos irán en renglón aparte– (Muy señor mío: / Le agradecería que se pusiera en contacto conmigo directamente…); en textos jurídicos, instancias y documentos administrativos en los que suele haber un verbo en mayúscula que presenta el objetivo fundamental del escrito y da pie al texto que se coloca en párrafo aparte (CERTIFICA: / Que D. Miguel Guillelmi Sanz ha aportado la documentación…); en epígrafes en los que el texto sigue al título en la misma línea (Las vanguardias históricas: El término vanguardismo está tomado…).

El uso de la minúscula a continuación de los dos puntos está indicado para las enumeraciones (Tengo alergia a dos frutas: fresas y kiwis o Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación); ejemplificaciones (Los anfibios son animales que respiran por pulmones y por bronquios. Ejemplos: sapos y ranas); para marcar una pausa enfática tras locuciones de carácter introductorio (No me parece trigo limpio. Dicho de otro modo: no me fío de él); para conectar oraciones entre las que hay una relación causa-efecto (Iba decidido a invitar él, pero no pudo: le habían robado la cartera); relación de conclusión, consecuencia o resumen (El arbitraje fue injusto y se cometieron demasiados errores: al final se perdió el partido), o relación de verificación o explicación (La lenteja es una legumbre muy recomendable en tu dieta: es antioxidante y rica en proteína y minerales).

De una u otra forma, este signo de puntuación se escribe pegado a la palabra o el signo que lo antecede y, por el contrario, se separa con un espacio (o un cambio de renglón, como hemos visto) de lo que le sigue. En el caso de que exprese una división, se separa de las cifras colindantes con un espacio.